Bros Pons Oviedo 

Veinticinco cumpleaños

Oviedo, 26/03/2017. Teatro Campoamor. José Bros. Elisabet Pons. Marco Evangelisti, piano. Obras Curtis, Tosti, Leoncavallo, Gastaldon, Cilea, Mascagni, Torroba, Soutullo, Vert, Martínez Valls, Sorozábal y Fernández Caballero.

Aprovechando la presencia en Oviedo del tenor José Bros, donde estos días canta Doña Francisquita, el pasado domingo se ofreció sobre las tablas del Teatro Campoamor un recital con el cantante barcelonés como protagonista quien, además, celebra ahora sus 25 años de carrera lírica. Un cuarto de siglo que, a la vista del concierto que nos ocupa, ha sabido gestionar adecuadamente; apoyándose siempre en una técnica trabajada que le permite mantener su característico timbre de forma uniforme a lo largo de todo el registro, o moldear a placer la intensidad sonora de cada frase, exponiendo un amplio abanico de dinámicas.

Ya desde su primera intervención como solista (“Vorrei moriré”, de P. Tosti), Bros se demostró en plena forma, superando mis recuerdos de su último recital en Oviedo -allá por 2015- y culminando la pieza con un llamativo diminuendo final. Algo más avanzado el programa, tras una contundente lectura de “È la solita storia del pastore”, el catalán supo aprovechar al máximo las piezas programadas, todas ellas romanzas de conocidas zarzuelas. Así llegaron partes como: “Bella enamorada”, donde Bros demostró la flexibilidad de su instrumento con unos tresillos ágilmente ejecutados; “De este apacible rincón de Madrid”, interpretada de forma referencial; o la conocida “No puede ser, muy aplaudida por un público que ya estaba entregado.

Junto a Bros, la presencia de Elisabet Pons no resulto convincente; dueña de una voz atractiva pero aún poco trabajada, la soprano adoleció de una emisión un tanto escorada durante su primera intervención: “Non ti scordar di me”. Por lo general, su línea de canto se nos antojó algo plana y falta de sentimiento, aunque pareció mejorar tras el descanso en páginas como “No corté más que una rosa” u “O mio babbino caro”, ofrecida como propina. Unas intervenciones que, en todo caso, quedaron muy alejadas de lo ofrecido por Bros, quien cerró el concierto con un brillante final en “El dúo de La Africana”, obra que no podía faltar en un recital tan dedicado a la zarzuela como éste. 

A falta de mencionar la solvente labor de Marco Evangelisti como pianista acompañante –acertado durante todo el transcurso del concierto-, solo resta anotar el estreno de Doña Francisquita como la próxima fecha de interés para el melómano ovetense, que de seguro disfrutará con la presencia de Sonia de Munck, José Manuel Zapata, y el propio José Bros, a la batuta de palmesano José María Moreno.