Un cierre de temporada espectacular
08/06/2017. Palacio Euskalduna, de Bilbao. Franz Joseph Haydn: Sinfonía en do mayornº 82, El oso. Wolfgang Amadeus Mozart: Alcandro, lo confesso, para bajo y orquesta, KV. 512. Richard Wagner: acto I de Die Walküre. Stuart Skelton (tenor), Michelle de Young (mezzosoprano), Collum Thorpe (bajo). Orquesta Sinfónica de Bilbao. Dirección: Erik Nielsen.
Coincidiendo con el cierre de la temporada 2016/2017 de la Orquesta Sinfónica de Bilbao esta apostó por un plato fuerte cual es el acto I de Die Walküre, de Richard Wagner. Compositor injusta e incomprensiblemente olvidado por la ABAO desde noviembre de 2011 (¡vamos ya para seis años sin título alguno!) la BOS ha programado este acto en dos ocasiones en el último periodo lo que es de agradecer.
Bien conocida es la unidad dramática que contiene tal acto, lo que permite su exhibición en forma de concierto de forma muy habitual. Si además la BOS presenta voces de enjundia teníamos todos los condicionantes para disfrutar, lo que ocurrió de forma evidente en el concierto del pasado jueves.
No podemos hablar de una función totalmente satisfactoria porque, al menos un servidor, pide a los metales mayor brillantez y al director, en este caso el títular Erik Nielsen, mayor contundencia dramática. De todas formas, digna de aplauso la introducción al acto, con una cuerda grave bien marcada en el diseño de la desesperada huída de Siegmund mientras que, sin embargo, al final del acto, ante el canto apasionado de los hermanos y amantes, hubiera sido deseable más empaque.
Stuart Skelton pasa por ser uno de los grandes tenores wagnerianos del mundo, lo que dejó muy claro nada más proyectar su primera nota: enorme volumen, color dramático y fuerza suficiente para cubrir todo el inmisericorde palacio Euskalduna. En su debe, además de cierta apatía actoral dos Wëlse! que se quedaron en el escenario sin conseguir la proyección necesaria. Eso sí, su Winterstürme fue ejemplar y en el momento de arrancar la espada sus Nothung!! tuvieron la consistencia debida.
Michelle de Young es una mezzosoprano que abordó la Sieglinde dejando huella de una voz más oscura de lo habitual. Su propuesta vocal es la de una mujer nada remilgada sino mas bien dura y decidida a cambiar la evolución de su destino. Un fraseo notable y las notas agudas que, a priori, podían resultar las más problemáticas, dichas con suficiencia.
Callum Thorpe fue un Hunding rutinario aunque después de su aria de Mozart, cantada en la primera parte, mejoro las “prestaciones” que nos temíamos.
En esta mencionada primera parte, que quedó eclipsada por la segunda de forma evidente, Nielsen dirigió de forma soberbia una Sinfonía nº 82, El oso, de Franz Joseph Haydn, mientras que para darle más protagonismo a Thorpe a alguien se le ocurrió programar un aria de concierto para bajo y orquesta de Wolfgang Amadeus Mozart, Alcandro, lo confesso, KV. 512 que no fue sino exponer al solista a lo que no debe cantar. No pudo ni con las agilidades ni con las notas extremas pues los agudos blanqueaban en exceso mientras que los graves eran mera proyección de aire caliente. Decepcionante.
Nielsen nos prepara para la próxima primavera y dentro de la temporada de abono de la orquesta una selección de Parsifal mientras la ABAO prolongará un año más – así ya serán siete- su particular ceguera con el mundo wagneriano. ¡Como si la ópera pudiera ser dando la espalda a Wagner!
