Werther LasPalmas 2017A

 

In memoriam Alfredo Kraus

Las Palmas de Gran Canaria. 20/06/2017. Teatro Pérez Galdós. Temporada de ACO. Massenet: Werther. Aquiles Machado, Silvia Tro Santafé, Marina Monzó, Rodolfo Gugliani, Stefano Palatchi, Manuel García, Fernando García-Campero, Octavio Suárez, Carmen Esteve. Dir. de escena: Rosetta Cucchi. Dir. musical: Giuseppe Sabbatini.

El próximo mes de diciembre hará cincuenta años que echó a andar la temporada lírica de Las Palmas de Gran Canaria, impulsada entonces por un grupo de melómanos y encabezada por el mismísimo Alfredo Kraus. El tenor canario inauguró la actividad lírica regular en la isla precisamente con una función de Werther, el 10 de diciembre de 1967, en el mismo Teatro Pérez Galdós que aquí nos ocupa. Todo la cincuenta temporada lírica de ACO ha estado dedicada a la memoria de Alfredo Kraus, poniendo de hecho en escena algunos de los títulos más emblemáticos de su andadura profesional, tales como Lucia di Lammermoor, La favorite, La hija del regimiento, Rigoletto o el Werther que nos ocupa.

El tenor Aquiles Machado encabezaba el cartel, tras su convincente Gabriele Adorno de la pasada temporada, en las representaciones de Simon Boccanegra. Hacía ya unos cuantos años que el tenor venezolano no retomaba esta parte de Massenet. La voz está en forma, retiene un sonido bello y pleno, sobre todo en un centro sedoso y amplio, al tiempo que demuestra confianza en los ascensos al agudo, todavía brillantes. Pero lo más sobresaliente de su interpretación fue un fraseo de muchos quilates, auténtico, pasional y muy bello. En su agenda por venir, amén de Il trovatore que interpretará en la Ópera de Oviedo en octubre de este mismo año, está su debut como Radames en Aida, el próximo mes de septiembre en Bari. 

La réplica, en el rol de Charlotte, la daba la mezzo valenciana Silvia Tro Santafé. Su voz carnosa, con un atractivo vibrato natural y de idéntico color en todas las franjas, es ideal para este papel, al que sirvió con una dosis bien medida de temperamento y lirismo. Sin duda una voz a reivindicar, una solista que debería tener una presencia más continuada en los escenarios españoles. A su lado Marina Monzó encarnaba el papel de Sophie, debutando no sólo con esta parte sino también sobre el escenario del Pérez Galdós. En Monzó asombra la madurez de la emisión en una voz tan joven. El instrumento suena liberado, redondo y fácil, además de bonito. Es cierto que el papel de Sophie es corto, en todos los sentidos, pero eso no resta un ápice de mérito a su fantástico trabajo. Completaban el reparto el Albert de Rodolfo Gugliani, de voz sonora y amplia, y el impecable Bailli de Stefano Palatchi, papel que le escuchamos ya en el Liceu hace unos meses.

Werther LasPalmas 2017B

 

La producción firmada por Rosetta Cucchi, procedente del Comunale de Bologna -donde fue estrenada por Juan Diego Flórez- acierta a actualizar con buen tino un libreto que deja muy poco margen a nuevas lecturas. No hay aquí tampoco una dramaturgia revolucionaria sino un trabajo estético elaborado con mucho gusto, planteado casi como un flashback que pone el acento en el idilio familiar que se deshace conforme avanza el destino trágico de Werther.

Quizá lo más sorprendente de la velada fuera, no obstante, la dirección musical de Giuseppe Sabbatini. Casi nunca funciona la fórmula de un cantante metido a hacer de director musical; son lides distintas, qué duda cabe. Pero Sabbatini sorprende, y mucho, por la calidad e interés de su versión musical, digna de un maestro italiano de los de antaño. Sabbatini fue un tenor muy respetable durante los años ochenta y noventa del siglo pasado. Dejó de cantar hace ahora aproximadamente diez años y a la vista de la versión musical expuesta en Las Palmas, sorprende que no tenga una agenda más intensa como director de orquesta. En este mismo teatro dirigió Faust hace dos años y su regreso para este título de Massenet está más que justificado: una dirección detallista, fluida, vibrante y capaz de entenderse con los cantantes a las mil maravillas. Y eso a pesar de la Filarmónica de Gran Canaria, que fue de menos a más, con un inicio un tanto remolón y dejando algunos desajustes durante la representación. Los mimbres son buenos, muy buenos incluso por momentos, pero la implicación pareció un tanto irregular.