Myung whun Chung 

Hacer fácil lo difícil

Oviedo, 18/04/2016. Jornadas de Piano G Iberni. Orquesta Filarmónica della Scala, director Myung-whun Chung. Obras W.A. Mozart y G. Mahler.

Este pasado sábado, en el marco de las Jornadas Luis G. Iberni, el Auditorio de Oviedo albergó uno de los conciertos más interesantes de entre los programados en la Temporada 15/16. Se trataba de la Filarmónica della Scala de Milán, una nutrida agrupación fundada en su día por Claudio Abbado y que ya ha sido dirigida por batutas como las de Maazel, Bernstein o Mehta. En esta ocasión esa labor recayó sobre el surcoreano Myung-whun Chung, un director no tan  mediático como talentoso, cuya virtud reside precisamente en hacer fácil lo difícil; en conseguir, mediante una gestualidad concisa y directa, un entendimiento envidiable con los músicos que tiene frente a su tarima. Además, la dirección de Chung resulta siempre honesta y agradable, alejándose de los divismos y las excentricidades que en ocasiones pueblan las mentes de sus colegas. Con estas premisas, y teniendo delante a una formación de tanta calidad como esta Filarmónica, las cosas parecen forzadas a ir bien, incluso cuando el programa entraña la dificultad propia de dos sinfonías como la no. 40 de Mozart y, especialmente, la no. 5 de Mahler. La noche se abrió con la primera de ellas, en la que Chung nos presentó a un Mozart sin complejos, alejado de las corrientes historicistas que en ocasiones marcan su obra pero sin perder por ello ni un ápice de elegancia. Desde nuestro punto de vista, la versión de Chung logró sacar a la superficie los detalles más románticos de la partitura, que tanto gustaron a los compositores posteriores a Mozart y que llevarían al propio Schumann a decir de esta sinfonía que estaba llena de “ligereza y gracia helénicas”. Nos encontramos, por tanto, ante una versión con carácter, de pulso firme en tiempos y dinámicas –especialmente durante el Molto allegro y el Allegro assai-, pero perfectamente capaz de replegarse y volverse un tanto intimista cuando la situación lo requería –como en algunas páginas del Andante-.  Al buen hacer del director surcoreano debe sumarse, además, el excelente sonido de las cuerdas de esta Filarmónica, siendo ambos factores un material más que suficiente para terminar de redondear una interpretación realmente atractiva.

Durante el intermedio, la Filarmónica della Scala incrementó su número de atriles, disponiendo hasta nueve contrabajos sobre el escenario con el fin de interpretar la sinfonía postromántica que ocupaba toda la segunda parte del programa. No hablamos sino de la Sinfonía no. 5 de Mahler, una obra larga y exigente que demanda una constante presencia de todas las secciones orquestales. Ya la primera intervención de la trompeta principal, Francesco Tamiati, nos auguraba una quinta de calidad; impresión que se confirmó durante toda la marcha fúnebre que constituye el primer movimiento, abordado por Chung con la solemnidad que se requiere en los tiempos y por la Filarmónica con la calidad que se atribuye a una formación de sus características. Las impecables intervenciones de la percusión en el segundo movimiento dieron paso rápidamente al tercero que, para opinión de quien firma, fue él más interesante de la noche; no sólo por el buen entendimiento generalizado entre orquesta y director, si no por el excelente trabajo de Jorge Monte de Fez, trompa principal de la formación y, para orgullo de sus paisanos, ovetense de nacimiento. De sus diálogos con la orquesta sorprendió la perfecta afinación de su sonido y su gran capacidad de matización, no cabe duda de que a sus escasos 30 años de Fez ya es un músico brillante. En ese mismo movimiento fue destacable el milimétrico pizzicato protagonizado por las cuerdas, que pese a su gran número de componentes, obtuvieron un sonido envidiablemente empastado. Después de esto, los dos últimos movimientos sólo sirvieron para reiterar una idea que llevaba tiempo gestándose en la mente de todos los espectadores: Myung-whun Chung es un gran director y la Filarmónica della Scala una gran orquesta.