Vinas Concierto Final 17 

Una apuesta por el talento

Como ya comentamos en Platea Magazine con motivo de la final, la 54ª edición del "Concurso de Canto Francesc Viñas" ha apostado claramente por cantantes jóvenes y talentosos, con un margen importante de evolución, frente a otras opciones quizás más consolidadas y sin duda poseedoras de instrumentos superlativos.

En este sentido, como en cualquier edición, hubo algunas decisiones discutibles, como la no inclusión en el reparto de premios del tenor chino Xiqiu Zhang, quien interpretó con insultante seguridad y exhibiendo un timbre bellísimo, Celeste Aida y Oh tu che in seno agli angeli  en la prueba final. Pero detalles al margen, la cosecha de este año, sin ser extraordinaria, puede dar, con el tiempo, muchas alegrías a los melómanos.

El Concierto Final, celebrado en el Gran Teatro del Liceo dejó muy a las claras un importante salto de calidad entre los premios oficiales y los especializados, como el premio Mozart o el premio de Oratorio y Lied. Pero vayamos por partes: abrieron el fuego dos cantantes coreanos, Jaegyeong Jo y Junhan Choi. El primero, Premio Mozart, interpretó Hai già vinta la causa de Le nozze di Fígaro dejando una imagen menos positiva que en la Final, donde se mostró más seguro. En esta ocasión cantó con buen estilo pero mostró problemas obvios en la coloratura final. El segundo, por su parte, interpretó un Ich grolle nicht del Dichterliebe schumanniano, poco intenso y falto de rencor, así como un simplemente correcto Gute Nacht del Winterreise, que ya había cantado en la final. Hubiese sido más interesante escucharle cualquier otro Lied del ciclo de Schubert. Curiosamente, no interpretó ningun fragmento de oratorio.

Elbenita Kajtazi y Xabier Anduaga, sexto y quinto premio respectivamente, elevaron, a continuación, el nivel del concierto. La soprano albanesa posee una voz interesante, un fraseo elegante e intenso y luz en el escenario. Se fue creciendo en su actuación, cada vez más cómoda y carismática, aunque, como en la final, los agudos finales se le atraviesan y quedan poco proyectados. Una lástima porque interpretó un Prendi de L'elisir d'amore y Ardon gli incensi de Lucia di Lammermoor, de muchos quilates.

Anduaga, por su parte, siendo un cantante al que, bien dirigido, se le entrevé un enorme potencial, adoleció, tanto en la final como en el concierto de ganadores, del mismo problema que Kajtazi. Cantó muy bien el aria de La Cenerentola de Rossini, pero de nuevo al agudo final le faltó proyección y volumen. Mención aparte merecen sus recitativi, que evidencian mucho margen de mejora. Triunfó de nuevo con una versión muy elegante y expresiva de la famosa aria de La tabernera del puerto. Una combinación de repertorios, e incluso de tesitura, curiosa e interesante la de este cantante, que posee una voz muy bella de tendencia más lírica que ligera. Habrá que seguir con atención su evolución.

La última cantante de esta primera parte es, a mi parecer, el premio más discutible (cuarto premio), sobretodo teniendo en cuenta la opción del tenor chino. Elena Bezgodkova responde al prototipo de soprano rusa de gran voz, físico de impacto y que pisa fuerte, pero ni en la Final ni en esta ocasión acabó de convencer, con un Ebben, ne andró lontana poco emotivo y el aria de Lisa de La dama de picas. Como en la Final, evidenció que donde se mueve mejor es en el repertorio ruso, pero tampoco en éste mostró una expresividad remarcable.

Más alto fue el nivel en la segunda parte, donde cantaron los tres primeros premios. Carles Pachón es un barítono muy joven, con un enorme potencial. La voz, sin ser de un volumen enorme, es bella, aterciopelada y utilizada con gran inteligencia. Evidentemente, con 21 años, el margen de mejora es inimaginable, pero todo lo que hace lo hace bien, la técnica es sólida, la línea de canto refinada y genera mucha empatía en escena. Cantó el aria de I puritani y repitió el Largo al factotum de la final mostrando saber en el decir, manejando con elegancia y expresividad el recitativo de la primera y solucionando con solvencia el registro agudo de la segunda. Si la voz gana un poco en proyección y volumen, sin perder sus cualidades actuales, estamos ante uno de los barítonos del futuro. 

Como también puede llegar a ser un gran soprano Adriana González, la joven soprano guatemalteca, que ganó el segundo premio. Repitió su éxito en la final con el aria de Rusalka y, en esta ocasión interpretó el aria de Micaela de Carmen con muy buenos resultados. La voz es redonda, con muchos armónicos y colores y gran margen de crecimiento así como la intérprete inteligente y sensible. En cuanto al nivel técnico, su prestación fue impecable. 

Finalmente el flamante ganador, Petr Nekoranec...Como ya comentamos brevemente, con motivo de la final, estamos ante una cierta incógnita. Sin duda, es un cantante especial, de una sensibilidad exquisita, capaz de silenciar, como sólo los grandes divos pueden hacerlo, un teatro. Es un cantante con duende. Sin embargo, la tipología de su voz nos hace preguntarnos cuál será exactamente la dirección que tomará su carrera en cuanto  al repertorio. La voz es muy ligera y clara, con una técnica que, por momentos, parece falsetística aunque con bastante proyección. En algunas franjas de la tesitura utiliza un sutil pero un tanto extraño método de cobertura que afea el sonido, que por otra parte es, en general, diamantino. 

Incomprensible, aunque supongo que debió ser por problemas con el material de orquesta, que volviese a interpretar Je crois entendre encore de Bizet al piano. Lo hizo con la impactante elegancia de la Final. No hay duda de que su interpretación de esta aria de Les pêcheurs de perles le dio el primer premio. Las mismas características se repitieron en Una furtiva lagrima, en la que se pudieron observar los detalles de su técnica de cobertura que antes comentábamos, para acabar con la famosa aria de La fille de regiment, en la que mostró una seguridad y un registro agudo insultante.

En definitiva, una cosecha interesante y claramente de futuro, la de este año en el Viñas, que habrá que seguir con atención. En cualquier caso, hay que aplaudir al jurado de esta edición su apuesta por el talento y por el riesgo.