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Privilegio

Madrid. 24/02/17. Auditorio Nacional. Fundación Ibermúsica. Obras de Stravinsky, Davies y Ravel. Nigel Black, Katy Woolley, Richard Watkins, Michael Thompson, trompas. Philharmonia Orchestra. Esa-Pekka Salonen, director.

Mucha expectación la generada en Madrid, a pesar de que finalmente el concierto comenzó sobre las 22.45h, y es que muy hábiles han sido Alfonso Aijón y Esa-Pekka Salonen cambiando el programa previsto en este día para integrar el estreno en España de Chant funébre, el redescubrimiento de Stravinsky que ha golpeado el panorama musical en los últimos meses. Salonen se encuentra inmerso en su premiere inglesa y la ocasión parecía perfecta para traerlo hasta aquí con la Philharmonia Orchestra. Descubrimos en este opus 5 de Stravinsky, fechado en 1909, un trabajo efectivamente primerizo, con reminiscencias a Rimsky-Korsakov, a quien Stravinsky dedicó la obra, también a Mussorgsky, a Debussy en el tratamiento de las maderas y, sorprendentemente, al mismísimo Wagner. Los dos mayores círculos de influencia en el cambio de siglo para cualquier autor en la búsqueda de un camino propio. Y es que el propio Salonen me lo comentaba hace unos días desde su casa londinense: “Lo llamativo de este Stravinsky es que contenga tanto Wagner, del que siempre renegó”*. En efecto, escuchamos aquí a Parsifal, también a las valquirias, ya desde el murmurando inicial en la cuerda, de marcada similitud al comienzo de El pájaro de fuego.
     Este Stravinsky nos es presentado por el director finlandés de forma límpida, expositiva, analítica, fluida en los tiempos, de soberbio tratamiento en los dos temas contrapuestos que van pasando de sección en sección, con una soberbia trompa presentando la principal, otorgándoles el espacio necesario. “Stravinsky ha sido y es una influencia absoluta en mi carrera, como compositor y director. No me entendería a mí mismo sin él”. Escuchando a Salonen al frente de la Philharmonia se entiende por qué y hemos de estar profundamente agradecidos de haber contado con ellos para escuchar por primera vez esta música en España. No podía haber sido más idiomática, más acertada, desde luego. Todo un privilegio, así lo entendió el público, con un silencio sepulcral y una ovación cerrada mientras Salonen sostenía la partitura en alto.

Por si un estreno supiese a poco, a continuación se ofreció Forest - Concierto para cuatro trompas de la compositora inglesa Tansy Davies, encargo de la misma Philharmonia y Salonen, quien, como Davies, también estudió trompa en sus inicios. La compositora, que según sus propias palabras ha querido conectar a las trompas con sus orígenes en los bosques, en sus espacios de caza, quiere describir en la música las texturas y contornos de los árboles, así como de las sombras proyectadas y el camino de la luz entre sus ramas. Sin embargo, no hallamos una forma de concierto como tal sino algo más diluido, con las cuatro trompas formando parte continuada del todo, midiendo sus fuerzas frente y al mismo tiempo que el resto de la orquesta, en un continuo ir y venir hacia lo grueso y lo estridente. Demasiadas texturas al mismo tiempo. Este es un bosque realmente denso, apretado, donde efectivamente reinan las sombras.

Si reconocida es la labor de Salonen con Stravinsky y particularmente con sus ballets, no es menos su acierto con los demás danzables de coordenadas temporales similares, como es el caso de Daphnis et Chloé de Ravel, donde también surge la figura del mítico Diaguilev. Desde la objetividad analítica propia de Salonen, unida a su fascinante medida de la tímbrica y la rítmica, se erigieron tres tablas maravillosas en el balance de los tiempos y los colores buscados y provocados. Es un Daphnis bien diferente al último escuchado por un servidor en Madrid, no hace mucho, en manos de otro gran referente como es Charles Dutoit. Aquel fue más sentido, este quizá más pensado, pero igualmente estupendo, donde el contraste entre el fuego central y los cautivadores temas pastorales sigue funcionando. Un poco más de carne en el asador por parte del correcto Coro de la Comunidad de Madrid y hubiese sido una versión memorable.

* Puede leer la entrevista al completo en el próximo número impreso de Platea Magazine: Abril 2017.

Foto: Fidelio Arts.