Twelft Night 

Noche de Reyes. Música que alimenta el amor

 

If music be the food of love, play on;
Give me excess of it, that, surfeiting,
The appetite may sicken and so die.

"Twelfth Night, or As you will". ¿Por qué eligió Shakespeare este título para su obra, si no contiene ninguna referencia a la noche de Reyes? ¿Y por qué "As you will" como título alternativo? Sobre el motivo del segundo título no parece haber consenso, pero para el primero se suelen dar dos explicaciones que no son excluyentes. La primera, que responda a la fecha del estreno, la noche de Reyes de 1601 o 1602. La segunda, que aluda a la forma de celebrar en aquella época esta fiesta que cierra el período de Navidad, en la que las clases sociales se mezclaban y las máscaras y el alcohol ayudaban a que nada fuera lo que parecía; este espiritu festivo y de equívocos se corresponde con la obra, una pieza ligera y divertida que puede ser un estupendo entretenimiento para una tarde de invierno. Es además una obra llena de música, como apunta el autor ya en el primer verso, y numerosos compositores han recogido la invitación de Shakespeare y escrito canciones a partir de sus versos. Les propongo un breve repaso por Noche de Reyes, deteniéndonos en algunas de las piezas compuestas, desde el siglo XVIII hasta hace apenas unos meses.

El Duque de Orsino está enamorado de Olivia, una dama que le rechaza aduciendo que está de luto. Es él quien inicia la acció con esta invocación a la música: "Si la música es el alimento del amor, tocad / dádmela en exceso, de manera que saciado, / el apetito mengüe y muera."1 (unos versos que no debemos confundir con los de la célebre pieza de Purcell, cuyo autor se inspiró en los de Shakespeare). En la segunda escena conoceremos a otro personaje clave de la obra, Viola. El barco en el que viajaban Viola y su hermano gemelo Sebastian ha naufragado, y otro barco ha podido rescatar a la joven y llevarla hasta Iliria, donde transcurre la acción (en la primera escena del segundo acto sabremos que Sebastian también ha sobrevivido al naufragio). Viola, disfrazada y convertida en el joven Cesario, pedirá al duque de Orsino que la acepte como paje, y lo hará de nuevo aludiendo a la música: "No creo dejarte mal, pues sé cantar / y he de darle tantos aires de música, / que digna me tendrá de su servicio." El duque enseguida toma aprecio a Cesario, y confía en él para que interceda ante Olivia; es una tarea complicada para Viola, que se ha enamorado de él, y se complica todavía más cuando se da cuenta de que Olivia, que se olvida de repente de su luto, se ha enamorado de quien ella cree un paje.

Este el principio de la trama de los personajes nobles y virtuosos; los personajes nobles no tan virtuosos y los criados también tienen la suya, la trama bufa. Sir Toby Belch, tío de Olivia y noble venido a menos, quiere casar a su sobrina con Sir Andrew Aguecheek. Ambos se comportan como patanes y asaltan la despensa y la bodega de la joven a cualquier hora del día o de la noche, con la complicidad de María, la doncella de Olivia, y ante el desagrado de Malvolio, el recto mayordomo de la joven, de la que está enamorado. Todos ellos se compincharán contra el aguafiestas, haciéndole llegar unas supuestas cartas de amor de Olivia; al recibirlas y creerse correspondido, el mayordomo se comportará de una manera tan errática que su ama le tomará por loco y los conspiradores le encerrarán en su habitación para evitar males mayores, mientras piensan una manera de arreglar el estropicio.

Y moviéndose entre todos los personajes, nobles y no tan nobles, Feste, el bufón de Olivia. Él es el único personaje que canta durante la obra, así que, en este repaso sesgado de Noche de Reyes, es el personaje que más nos interesa. Su primera canción no la escuchamos hasta la escena tercera del segundo acto, cuando Sir Toby y Sir Andrew están de madrugada en la cocina de la casa de Olivia y le piden que cante una canción de amor; Feste les canta O mistress mine (Oh, amada mía), una canción que canta al amor aquí y ahora, porque no sabemos qué puede pasar mañana. La segunda canción llega en la escena siguiente. El duque pide a Cesario que cante la canción de la noche anterior, esa canción "antigua y sencilla" que "con suavidad entrega del amor la inocencia, como en los viejos tiempos". Pero el paje no la conoce, fue Feste quien la cantó, y van a buscarle para que la cante de nuevo. Se trata de Come away, death (Apresúrate, muerte), que al contario de la anterior, canta al amor que perdura. En carácter es muy diferente del resto de las canciones (no olvidemos que se canta en la corte, no en una taberna), más melancólica que triste, acorde con el estado de ánimo del duque. Es, junto con O mistress mine, la canción más musicada.

Las dos canciones siguientes tienen como destinatario a Malvolio. Como parte de la broma, Sir Andrew y compañía le envían a Feste dos veces, seguros de que le confundirá todavía más. La primera vez, acude disfrazado de sacerdote que intenta exorcizar sus demonios; la segunda, le visita sin disfraces. Poca excusa necesita el bufón para enzarzarse en un diálogo absurdo con quien sea, y en la primera visita canta Hey Robin, jolly Robin! (¡Eh, Robin, alegre Robin!), apenas unas frases interrumpidas por el desesperado Malvolio, mientras que en la segunda se despide con unas frases tan extravagantes como suelen ser las suyas: I am gone, Sir (Voyme, señor). Con alguna excepción, estas canciones apenas han llamado la atención de los compositores.

Mientras tanto, la trama principal se ha ido enredando. Olivia ha declarado su amor dos veces a Cesario, y Viola por dos veces la ha rechazado. Sir Andrew y Sir Toby detestan al paje y contribuyen a complicarlo todo más. Aparece en escena Sebastian, a quien Olivia, por supuesto, toma por Cesario. El joven no tiene ni idea de quién es la dama ni de con quién le confunde, pero eso no es obstáculo para que se enamore de ella y unas páginas después se casen en secreto.

Con esto llegamos al final del cuarto acto y necesitamos un quinto que reúna a todos los personajes y deshaga todos los enredos. Olivia y Sebastian ya están feliz e irremisiblemente casados y Orsino demuestra ser un hombre práctico; en cuanto se da cuenta de que su confidente Cesario es Viola, empieza a mirársela con otros ojos y en unos minutos pide su mano. El resto de entuertos se deshace también y todos los personajes respiran, si no felices, aliviados. Feste, solo en el escenario, cierra la obra cantando su última canción: When that I was and a little tiny boy (Cuando así de pequeño un niño era). La obra acaba como había empezado, con música.

Numerosos compositores británicos han puesto música a algunas de estas canciones de Feste, pero el único músico que las ha recogido todas en un ciclo es el alemán Erich Korngold, que en 1937 escribió sus Songs of the Clown, op. 29. De este ciclo, y con esto empezamos una lista de Spotify que recoge algunas de las canciones compuestas en torno a Twelfth Night, escucharemos Come away, death y las dos canciones menos habituales, Hey Robin y Adieu, good man devil (es decir, la canción cuyo primer verso es I am gone, Sir). Entre los compositores no británicos mencionaremos también a Jan Sibelius, que en 1910 escribió la versión para voz y piano de dos de las canciones que había escrito en su música incidental para Twelfth Night, originalmente con acompañamiento de guitarra. Las dos canciones, Kom nu hit, Död (Come away, death) y Hallila uti storm och i regn (Hey, ho, the wind and the rain, uno de los versos que se repiten en When that I was and a little tiny boy y que suelen dar título a la canción) forman su opus 60.

Entre los compositores británicos, uno de los primeros en componer estas canciones fue Charles Villiers Stanford, que en 1896 compuso The clown's songs from 'Twelfth night', op 65, que incluye las tres canciones más habituales: O mistress mine, Come away, death y The rain it raineth every day (de nuevo, When that I was and a little tiny boy). Unos diez años después, en 1905, Roger Quilter publicó su primer cuaderno con canciones de Shakespeare, su opus 6, dos de las cuales eran Come away, death y O mistress mine; en 1921, su op. 23, también con canciones de Shakespeare, incluye Hey, ho, the wind and the rain. Por la misma época, en 1924, Peter Warlock publicó su única canción con versos de Twelfth Night, Sweet and twenty (O mistress, mine). Acabamos este repaso por los compositores británicos con Gerald Finzi, que en 1942 dedicó a Ralph Vaughan-Williams su ciclo Let us garlands bring, op. 18 (Vaughan-Williams que, como Hubert Parry y Johannes Brahms había escrito alguna de las canciones de Twelfth Night para coro), en su versión inicial para voz y piano (más tarde las transcribió para voz y cuarteto de cuerda); este ciclo incluía, por supuesto, O mistress mine y Come away death.

Pese a no cantar en la obra, las palabras de Orsino y Viola han dado lugar también a varias canciones. Antes de que Feste cante Come away, death, el duque y Viola hablan sobre el amor. El duque sostiene que los hombres aman con más intensidad que las mujeres, y su paje le explica cómo una hija de su padre amó "como amaros yo pudiera, Milord, si mujer fuera". El noble le pide que le cuente esa historia y Viola empieza el relato con las palabras She never told her love (Nunca habló de su amor), unos versos que Joseph Haydn recogió en 1795 en una canción incluída en sus English Canzonettas. Por lo que respecta a Orsino, sus palabras iniciales, If music be the food of love, se han convertido también en varias canciones; por ejemplo, es el número 6 de O mistress mine de Juliana Hall, un ciclo de doce canciones para contratenor y piano con textos de Shakespeare, estrenado en agosto de 2016 y publicado en disco hace apenas unas semanas (lamentablemente, no está disponible todavía en Spotify) que incluye también, cómo no, O mistress mine y Come away death. Para acabar este repaso por las canciones de Twelfth Night, mencionaremos otra canción de Orsino, incluída en el ciclo de doce canciones con textos de William Shakespeare publicado en 1946 por el compositor alemán Wolfgang Fortner. El ciclo se abre, a modo de prólogo, con Motto, una canción que comienza con las palabras Give me some music (Dadme música); son precisamente los versos que pronuncia el duque, mencionados más arriba, para pedir que vuelvan a cantarle Come away, death (canción que, como imaginarán, junto con la también solicitadísima O mistress mine, está incluída en el ciclo de Fortner).

No sabría decirles por qué tantos compositores se han sentido inclinados a recoger las canciones de Twelfth Night; probablemente sea la obra de Shakespeare que más canciones ha inspirado. Mucho más, por ejemplo, que obras mucho más célebres como Hamlet (con sus canciones de Ofelia o de los enterradores) u Otelo (con su canción de Desdémona). Quizá sea porque, aunque las comedias quedan a la sombra de las tragedias, es una pieza deliciosa en la que merece la pena sumergirse. Y, si es con música, mejor.
 

 

Lista de reproducción

  • Come away, death, op. 29/1 - Erich Korngold (Konrad Jarnot, Reinild Mees)
  • Adieu, good man devil, op. 29/3 - Erich Korngold (Anne Sophie von Otter, Bengt Forsberg)
  • Hey Robin, op. 29/4 - Erich Korngold (Christian Immler, Helmut Deutsch)
  • Hallila uti storm och i regn, op. 60/2 - Jan Sibelius (Tom Krause, Carlos Bonell)
  • The rain it raineth every day, op. 65/3 - Charles Villiers Stanford (James Bowman, Malcolm Archer)
  • Come away, death, op. 6/1 - Roger Quilter (Bryn Terfel, Malcolm Martineau)
  • Sweet and twenty - Peter Warlock (Adrian Thompson, John Constable)
  • Come away, death, op. 18/1 - Gerald Finzi (Roderick Williams, Iain Burnside)
  • O mistress mine, op. 18/4 - Gerald Finzi (Ian Bostridge, Antonio Pappano)
  • She never told her love, Hob XXVIa:34 - Joseph Haydn (Irmgard Seefried, Erik Werba)
  • Motto - Wolfgang Fortner (Ralf Lukas, Axel Bauni)

 

1. Esta y todas las traducciones del inglés original son de Federico Patán