Varvara, pianista: "La tradición del piano ruso procede del arte del canto"
La pianista Varvara (Moscú, 1983) visita estos días nuestro país, acompañada en todo momento por la batuta de Vladimir Fedoseyev, figura que podríamos encuadrar en la legendaria estirpe de maestros rusos que han marcado generaciones de interpretaciones, seguida hoy día por nombres como los de Valery Gergiev o Vladimir Jurowski. Juntos ofrecerán dos obras cumbre del piano como son el Concierto para piano nº1 de Tchaikovsky y el Concierto para piano no. 2 de Rachmaninov. Cuando preguntamos a la joven intérprete por cómo ha llegado hasta aquí, a encontrarse bajo el paraguas de uno de los grandes directores y con una partitura semejante entre las manos, no sabe decirnos con exactitud, pues hacer una carrera como la suya no es algo que haya planeado desde un principio: “Nunca pensé en hacer una carrera como tal, simplemente quería expresar mis pensamientos y sentimientos a través de la música e intenté encontrar oportunidades de mostrarlos sobre un scenario. Durante mis estudios la única manera de ello era participar en concursos de piano, así que eso es lo que hice”. ¿Pero no tiene un recuerdo claro de un primer momento, de cuándo se planteó esto en serio? “Empezar mi carrera podríamos decir que sucedió en 2012, cuando gané el concurso de piano Geza Anda en Zurich. Ahí terminó mi vida entre concursos y comenzó mi vida sobre el scenario”.
Todo un reto parece resultar siempre el tocar a un gigante como Tchaikovsky, “¡Tchaikovsky es Dios!” exclama sin lugar para la duda la pianista, máxime con una escuela de pianismo ruso radicada en manos como las de Richter, Gilels, Nikolayeva o Postnikova, que han dicho tanto sobre la partitura, pero ¿existe la escuela rusa como tal? “Yo creo que sobretodo la tradición del piano ruso procede del sonido, ya que crece desde el arte del canto. Históricamente, claro está, es mucho más complicado. En el siglo XIX muchos de los profesores habían tenido una educación muy europea...”
¿Y hoy en día cómo ve la educación musical en su país? “Ahora, en la actualidad, el sistema educativo en Rusia, tiene una red única de escuelas musicales para niños virtuosos, por lo que los jóvenes tienen la oportunidad de estudiar música en serio desde bien pequeños. En alemania por el contrario, por lo que sé, hay muchas escuelas de músca privadas, lo que no es serio”
Sin embargo, incluso el mismísimo Tchaikovsky fue rechazado como compositor, como artista en alguna ocasion, precisamente durante la composición de su primer concierto para piano, cuando su amigo y director del Conservatorio de Moscú, Nicolai Rubinstein le espetó que era una música ingobernable, ridícula, cursi… riéndose de él e imitándole con sorna ante el piano ¿Fe y peseverancia es una buena fórmula en esto del piano? “No creo que haya una formula a seguir”, asegura Varvara, “simplemente es una mezcla de suerte y talento”.
Lo cierto es que Tchaikovsky tuvo que creer mucho en sus propias posibilidades cuando decidió seguir adelante con su obra, sin retocarla, hasta el día del estreno, al otro lado del Atlántico, con apabullante éxito. “¡Este concierto es una absoluta obra mestra del Romanticismo! Siempre resulta contemporáneo, siempre podemos encontrar algo nuevo en él”. Toda una implosión romántica en manos de la joven y efusiva pianista, que junto a la sabia batuta de Fedoseyev se convierte en una cita a tener muy en cuenta.
