Esa-Pekka Salonen: "El Arte consiste en ofrecer posibilidades"
La agenda del Esa-Pekka Salonen produce verdadero vértigo. Una vorágine de citas entre su labor como director de orquesta, estrenando el redescubierto Canto fúnebre de Stravinsky por medio mundo y su vertiente compositiva. Nos recibe a pocos días de que Yo Yo Ma estre su Concierto para violonchelo en Los Angeles. Con todo, el Maestro hace un hueco para Platea, para hablar de la obra de Stravinsky, pero también de su Karawane, que este fin de semana interpreta por primera vez la Orquesta y Coro Nacionales de España.
La Orquesta y Coro Nacionales de España interpretarán su obra Karawane este abril, ¿qué puede esperar de ella el público madrileño?
¿Qué puede esperar de ella? (Piensa) Libertad. Libertad para encontrarle su propio significado. El texto de Hugo Ball esta completamente libre de significado, fue la base del Dadaismo y yo ahora lo recojo aquí en un viaje semejante a las escaleras de Escher, caminando por ellas sin terminar nunca de bajarlas o subirlas. La belleza de la música clásica reside en que uno no puede controlar lo que hará sentir a quien la escucha. Es maravilloso no poder dominar sus reacciones y conseguir, a través de tu creación, que decidan por sí mismos lo que quieren sentir.
¿Por qué ese texto homónimo de Hugo Ball? ¿Qué tiene de especial?
Bueno, cuando me encargaron la obra, se iba a estrenar en Zúrich, así que quise darle una conexión a mi composición con el lugar que la vería nacer. Zúrich fue la cuna del Dadaismo, con Hugo Ball y el mágico Cabaret Voltaire. Ya digo, ¡es un texto tan abierto! Quería darle una nueva forma a este lenguaje libre de significado. Encuentro especialmente fascinante que cada persona del público pueda darle el sentido que quiera en el mismo momento en que otras lo interpretan sobre el escenario.
¿Podríamos decir que la libertad es una de sus máximas como compositor?
Sí, la libertad sería una de ellas. Desde luego también la expresión de todo aquello que necesito decir como persona, como músico y como parte de la sociedad en la que me desarrollo. En cualquier caso sin la imposición de formas o criterios sino desde el convencimiento personal de mis ideas sobre la música, que intento transmitir a quien escucha mis obras.
¿Y cómo director de orquesta?
Como director, lo único que yo puedo hacer es controlar a la orquesta, de hecho incluso el verbo “controlar” es una mala palabra. Desde luego nunca querría controlar la reacción del público ¿para qué? entonces mi labor no tendría sentido. Eso se lo dejo a los políticos y a los medios de comunicación (risas). Lo que yo debería conseguir es crear la atmósfera idónea, en la que puedan suceder cosas emocionantes, motivadoras, excitantes, poderosas, que lleven a cada uno a un estado de ánimo propio. El Arte no tiene nada que ver sobre el control sino con ofrecer posibilidades.
¿Se siente atraido por la ópera? ¿Algún plan sobre la mesa en este momento?
¡Sí! ¡De hecho sí que lo tengo! Tengo un proyecto para...
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Foto: Benjamin Suomela
