Impresiones
Granada. 22/06/16. Palacio de Carlos V. 65 Festival de Música y Danza de Granada. Obras de Debussy, Falla, Ravel y Stravinsky. Javier Perianes, piano. Royal Philharmonic Orchestra. Charles Dutoit, director.
Qué importantes son las impresiones, las primeras, las últimas, aquellas primeras que vuelven una y otra vez hasta ser de nuevo las últimas. Todas. 65 años, que se dice pronto, lleva el Festival de Granada regalando impresiones en un enclave privilegiado como es la Alhambra. Este año, cuando celebramos no sólo el 140 cumpleaños de Manuel de Falla y los 70 años de su muerte, sino también el centenario del estreno de sus Noches en los jardines de España, quizá la obra más representativa del sinfonismo español, y el centenario de su propia interpretación de la obra como solista en la misma Alhambra, el Festival de Granada ha querido reivindicar (en vista de las escasas celebraciones de tales fechas por parte de los programadores) a Falla y sus mágicas Noches.
Para ello ha contado con un maestro de excepción como es el suizo Charles Dutoit, fiel traductor de la música francesa del XX y sus concomitantes, quien ideó un programa simplemente exquisito, sentido y con sentido, de esos que se agradecen tanto hoy en día, en el que Falla es arropado por sus influencias y sucesores. Con un marcado sentido rítmico y especial cuidado a las dinámicas, la Royal Philharmonic Orchestra dibujó una precisa Petite suite debussiana, ligera y bella en la exposición. Cerró la noche un L’oiseau de feu de Stravinsky de similares formas e intenciones, si bien en coordenadas stravinskianas: Colorista y vívido este primer ballet de Diaghilev (de tan evidente conexión con la Alhambra también), dibujado por el Maestro a grandes pinceladas, a grandes impulsos mientras mantuvo el pulso de una narración que no decayó en ningún instante. Elástica, plástica y contundente la batuta de Dutoit, quien acompañó a otro músico exraordinario como es Javier Perianes* en el resto del programa.
Javier Perianes es el pianista de los nuevos tiempo que siente sobre las tradiciones anteriores .Ha tomado el relevo del pianismo español haciéndolo de nuevo universal, con un nombre y unas formas reconocidas en todo el mundo. No tuvo bastante el de Nerva con desplegar su arte sobre un Falla exuberante, elegante, contundente en la orquesta, que quiso sumar a la noche el Concierto en sol mayor de Ravel, donde dar visibilidad a un virtuosismo de aliento jazzisistico - enraizado también cómo no de alguna manera con las fuentes de las que bebía Falla-, así como a la intimidad del músico frente al instrumento en ese maravilloso segundo movimiento, de interminable melodía, donde Ravel imagina una filigrana emocional serena, en un Adagio de carácter apacible, luminoso digamos. Y sí, todo se hizo luz, y allí donde hubo impresiones, estas se tornaron sensaciones que pararon el tiempo. Perianes se elevó a través de un fraseo cristalino y elocuente, delicado, propio, respetuoso y sin manierismos. Y con él todo el Palacio de Carlos V. Allí, en mitad de la noche, sobre la Alhambra, entre las luces tintineantes de Granada y el aroma de los tilos en flor, Perianes secuestró nuestros sentidos. Hay impresiones que perduran toda una vida. Apostaría que esta será una de ellas.
* Javier Perianes ha tenido la amabilidad de conceder una entrevista en vídeo, en exclusiva a Platea Magazine y en la propia casa de Falla, que podrán disfrutar en breve en nuestra web.
