Roger Alier 

Roger Alier en su 75 cumpleaños. Sapiencia y sencillez

Hablar de Roger Alier es hablar de un sabio de la ópera: sabio por conocimientos y sabio por la sencillez con la que los explica y difunde. Su aportación al mundo de la ópera en Cataluña es notoria no solo por los casi treinta años que ha enseñado historia de la música y de la ópera en la Universidad de Barcelona, donde ha formado a centenares de estudiantes quienes todavía hoy, cuando lo encuentran por la calle, le agradecen su semilla por el gusto de la ópera, su formación y manera de introducir un género lleno de clichés y mitos, que Roger siempre se encarga de aclarar y explicar con pasión. También por su aportación bibliográfica, con libros siempre al servicio de la difusión del género, diccionarios, libretos de ópera traducidos al castellano con artículos y ejemplos musicales, biografías, etc. Su habilidad por traducir el a veces complejo mundo de la lírica en palabras llanas, comprensibles por cualquiera y salpimentadas siempre con anécdotas, comentarios al contexto histórico y ese humor tan suyo que todos reconocen al instante, lo convierte en un personaje carismático y entrañable. Trabajar con él es aprender cada día, valorar un género en el que confluyen muchos otros y donde la voz como instrumento es la protagonista. Quizás por ello y por la dificultad de la formación y sobretodo triunfo de un mundo difícil y muy competitivo, Roger Alier es famoso por sus críticas siempre constructivas y empáticas con los cantantes y su exigente labor musical y teatral.

El profesor Alier siempre ha apostado por la gente joven, por ayudar a los nuevos talentos, las nuevas generaciones de voces que salen de los conservatorios y que de alguna manera se enfrentan a un mundo lírico en el que muchas veces cuesta entrar y estar en el circuito. Como gestor cultural independiente también ha dirigido artísticamente el Teatre Principal de Barcelona, en 1998/99 situado en las Ramblas, algo más abajo del Liceu, un teatro histórico que vio en su sala estrenos de títulos en España como Il barbiere di Siviglia de Rossini o el Così fan tutte de Mozart, dos compositores que por cierto, son de cabecera para Roger. Fue uno de los tantos intentos de dotar a Barcelona de una sede donde la gente joven pueda comenzar una carrera con títulos de cámara o menos conocidos y difundidos, una especie de continuación práctica que tiene un valor fundamental en la formación de los artistas. Por diversos motivos la iniciativa y la experiencia no pudieron llevarse a cabo más tiempo, pero gracias a la inquietud del profesor y diversos colaboradores, allí se vieron, Don Pasquale de Donizetti, Il matrimonio secreto de Cimarosa, El giravolt de maig de Toldrà, Il barbiere di Siviglia de Paisiello…con nombres como Núria Rial, Carlos Cosías, Ramón Gener, Anna Feu, Jordi Mas, Lluís Síntes o David Alegret entre otros. Su irreductible espíritu lo ha llevado también a montar óperas varias después de la experiencia del Principal, Rita de Donizetti, Los pescadores de perlas de Bizet, La flauta mágica de Mozart, La fille du régiment de Donizetti (la única ópera que se ha podido ver en la historia del Molino de Barcelona), Il Re pastore de Mozart en 2006 año del 250 aniversario del nacimiento del compositor, en funciones dentro de la red de Joventuts Musicals que se pudieron ver en varias localidades de Catalunya, etc. 

Su vertiente mediática colaborando en medios como Catalunya Música o en el celebrado programa del Canal 33 Nit d’arts, junto a Marcel Gorgori, sirvió para muchos como primer contacto con la ópera y supuso un reconocimiento popular de su trabajo como divulgador lírico reconocido por todos. Y es que también ha sido miembro fundador de Amics del Liceu, de la revista Ópera Actual, profesor de historia de la ópera en la Escola d’òpera de Sabadell, asesor en viajes de ópera, traductor de libretos en catalán y creador de actividades como son los actuales y asentados Sopars Lírics en el Restaurante 7 Portes, o los conciertos de Enamora’t de la lírica en Tivissa.

Un espíritu incansable, una mente inquieta y de memoria privilegiada, un buen amigo y profesor, una personalidad artística de la docencia y un hombre admirable que siempre tiene una sonrisa y un cumplido con la gente que empieza y busca nuevas oportunidades en este mundo loco y fascinante que es la ópera. Trabajar con él es un regalo que me ha dado la vida y una oportunidad única de aprender como los sabios no necesitan demostrarlo, se reconocen y admiran, se valoran y se hacen querer.

Per molts anos Roger Alier! que tu alma inquieta llene todavía muchas nuevas iniciativas y ayude a tanta gente que busca conocer y aprender de la ópera, un género insondable que tiene en embajadores como el profesor, figuras indispensables y queridas. En 2015 se le concedió un Premio Lírico Teatro Campoamor de Oviedo por su aportación a la difusión de la ópera, una especie de óscar de la lírica que ha venido a preceder esta bonita efeméride de 75 años llenos de amor por la música.

Roger, gracias por tanto, ¡gracias por todo!.