Valery Gergiev: “La música ha de ser servicio, no exhibición”.

Valery Gergiev (Moscú, 1953) irradia poder e impone respeto. Es la máxima autoridad musical de Rusia y una de las batutas más unánimemente respetadas del panorama internacional. Ubicuo e infatigable, a pesar de sostener una agenda titánica nos concedió algo más de una hora de su tiempo para una extensa conversación. 

Nos citamos a las diez de la mañana y para entonces ya lleva dos horas trabajando. En el tiempo que charlamos su teléfono móvil no deja de sonar y recibe la partitura de una nueva ópera encargada desde el Mariinsky y que revisará esa misma noche en su avión de vuelta a San Petersburgo.

Trabajador infatigable, sorprenden en Gergiev el tono sumamente amable y su predisposición a la conversación, desmintiendo su imagen severa y arisca. De hecho, antes de entrar en materia hablamos de la situación en el Palau de Les Arts y de la relación entre política y gestión musical en España, entre otros asuntos.

Lleva ya dos años y medio al frente de la Filarmónica de Múnich. ¿Cómo se siente trabajando aquí, con una gran orquesta alemana, dueña de un sonido tan diferente al que usted viene cultivando en el Mariinsky?

El sonido aquí en Múnich ya ha cambiado bastante de como era hace dos años. Esta orquesta siempre ha tenido un gran sonido, propio y reconocible, pero he querido brindarle más color, atraerlo más hacia mis coordenadas, podríamos decir.

¿Qué proyectos destacaría de su tiempo por venir con la Filarmónica de Múnich?

Voy a dirigir completa la integral sinfónica de Bruckner. Será la primera vez que lo haga; nunca he dirigido el ciclo completo. Y será la primera vez que lo haga, además, en el mismo emplazamiento, en la basílica de San Florian, cerca de Linz, donde está la tumba de Burckner.

Tengo la impresión de que se siente muy cómodo en Múnich, satisfecho con su titularidad aquí.

Munich es una capital musical muy seria. La ciudad respeta las tradiciones musicales, respeta nuestro trabajo, lo aprecia y lo valora, tanto el público como la administración. Aquí hay tres instituciones musicales muy fuertes: además de la Filarmónica de Múnich están la Bayerische Staatsoper y la Orquesta de la Bayerischen Rundfunks, con mi gran amigo Mariss Jansons al frente. Él y yo somos muy buenos amigos; siempre celebramos el Año Nuevo juntos, desde hace muchos años. De alguna manera, con Kirlll Petrenko, podría decirse que somos tres directores “rusos” al frente de las tres principales instituciones musicales en Múnich. 

¿También trato o amistad con Kirill Petrenko?

No, curiosamente nunca nos hemos conocido. Él es de Omsk, en otra parte de Rusia, y nuestros caminos nunca se cruzaron.

Con nuestro país, con España, atesora ya una larga relación, forjada mano a mano con Josep María Prat, quien me comentaba que acumulan ya centenar y medio de conciertos durante estos casi tres décadas, desde los años noventa.

Ante todo, me siento muy cómodo cada vez que vuelvo a España. Disfruto cada día que estoy en España, de veras. Debuté en Mérida, en 1991, en el teatro romano. Hicimos Salambo de Mussorgsky. 

Tengo muchos buenos amigos en España, desde Plácido Domingo al Rey Juan Carlos, con quien he compartido muchos buenos ratos e interesantes conversaciones sobre Europa, sobre democracia, sobre historia… 

A partir de 1993 o 1994 empecé a venir de forma regular, casi siempre con el Mariinsky, aunque puntualmente con otras orquestas o incluso para trabajar con las formaciones locales, como la temporada pasada con la OBC. 

En Barcelona he trabajado mucho, quizá la ciudad española donde más he dirigido. Hemos hecho grandes cosas allí: Boris Godunov, Requiem de Verdi… y más cerca en el tiempo recuerdo una gran Iolanta con Anna Netrebko en el Liceo. También hicimos allí Tristán e Isolda hace un año y medio, aproximadamente.

Tengo también grandes recuerdos de Madrid, Oviedo, Granada, Sevilla, Tenerife, Las Palmas, Pamplona… Mi “viaje español” ha sido fantástico hasta la fecha. Tienen una cultura extraordinaria, sumamente diversa además, en cada lugar hay tradiciones propias, comida maravillosa. Un gran país.

Regresa ahora con una nueva gira en febrero, pasando por Pamplona, Barcelona, Madrid, Valencia y Alicante, de nuevo con el Mariinsky.

Sí, con el Mariinsky venimos casi cada año a España. Haremos gran repertorio en esta ocasión, incluyendo piezas rusas como Alexander Nevsky de Prokofiev y también grandes sinfonías como la Quinta de Mahler...

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