Carta abierta de Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela:
¡La Zarzuela está viva!

La zarzuela, ese género que se valió de nuestras costumbres, de nuestra historia y de nuestra literatura para convertirse en seña de identidad destacada de la lírica hispana, no es un arte pasajero, como muchos piensan. No es un arte caduco. No es un arte que fue flor de un siglo, y ya. Se trata de música viva, y es en su carácter popular donde reside uno de sus máximos valores.

El género, por tanto, debe considerarse como parte importante, y aún diría crucial, de nuestro patrimonio cultural. Y aún debemos ir más allá. No ciñendo ese posesivo “nuestro” a una excluyente apropiación de esta peculiar forma de entender y hacer lírica. La zarzuela es patrimonio no solo de España. Atravesó el Atlántico para echar sólidas raíces en tierras latinoamericanas, donde la hicieron suya. 

La zarzuela es gallega, es catalana, es andaluza, es vasca, es manchega... Los más brillantes compositores españoles, después de cada uno de sus estrenos, inundaron las calles y plazas con su música; nuestros corazones se llenaron de habaneras, seguidillas, fandangos, jotas o chotis, y ahora todas esas melodías pertenecen a muchos millones de personas.

Las buenas partituras han servido para mantener vivo este género, aunque es cierto que el público se ha reducido, y precisamente por esto hay que divulgar esas obras, esos artistas y esa buena música. Y debemos hacerlo de forma respetuosa, con un cambio necesario y con arreglo a nuestra visión de ciudadanos del siglo XXI.

Nosotros sentimos, pensamos y vivimos de otra forma, y nos conviene volver a mirar nuestro género lírico con los ojos de hoy. Es entonces cuando las nuevas generaciones volverán a oír zarzuelas.

Este presente, y el futuro que nos espera, es para compartirlo con aquellos que son fieles a la Zarzuela, pero es nuestra obligación despertar la inquietud por descubrir este género. Y esto debe hacerse libremente, con trabajo y diaria dedicación, desde este Teatro de la Zarzuela que nació y vive desde hace más de siglo y medio con esa básica razón de ser: preservar y difundir nuestro patrimonio lírico.

¡Porque es cierto que la zarzuela —esta bella y divertida expresión artística, que está en el corazón de las muchas Españas que conviven en España— está VIVA y aún se divierte!

 ¡Viva La Zarzuela!

Foto: Laurent Leger.