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MARAVILLOSAS PIEZAS MUSICALES

Relatos de música y músicos: de Voltaire a Ishiguro (1766-2013). Varios autores. Edición de Marta Salís. Alba Editorial. Barcelona 2018

Encontrarse entre las manos este volumen es ya, físicamente, un placer. Es recuperar ese gusto por el libro de edición clásica, cuidada, hecha con profesionalidad, que tanto gusta en la era de lo digital. Eso por fuera. Por dentro también es otro placer. Alba Editorial ha tenido el acierto de recopilar una serie de relatos, cuentos (defínase como se quiera) donde la música o los músicos son protagonistas. Y Marta Salís ha hecho una selección que no se puede calificar sino de extraordinaria por la calidad de cada uno de estos relatos y por la categoría literaria de los que las escriben. El título lo dice todo: es un recorrido que va desde los tiempos de la Ilustración con Voltaire hasta la actualidad con el último premio Nobel, Kazuo Ishiguro (aunque el último cuento cronológicamente -de 2013- sea de Horacio Warpola). La pléyade de autores es abrumadora y forman en su mayor parte la espina dorsal de la historia literaria de los últimos tres siglos. Son cuarenta y cuatro joyas de nombres como Balzac, Tolstói, Becquer, Chéjov, Mann, Pirandello, Joyce, Nabókov, Dahl o Barnes. No falta la cita con los clásicos como los dos relatos de los hermanos Grimm, “Los niños de Hamelin” y “Los músicos de Bremen”, o descubrimientos como el victoriano y tierno que firma la nieta mayor de Dickens, Mary Angela Dickens “Un idilio en el ómnibus”. Aparecen también autores que se relacionan directamente con la música, como el influyente literato romántico E.T.A. Hoffmann (del que Salís selecciona el inquietante y extraordinario literariamente “El consejero Krespel”), cuyo trabajo dará lugar a obras como la ópera de Offenbach “Los cuentos de Hoffmann” u otras composiciones firmadas por nombres como Schumann, Bellini, Wagner o Léo Delibes.

Es difícil recomendar uno u otro relato. Mi método de lectura ha sido totalmente anárquico, saltando de un autor a otro y disfrutando de estilos tan diferentes. Como ejemplo, comencé con una de mis escritoras favoritas, Carson McCullers. En Wunderkind (Niña o niño prodigio), que curiosamente es su primer relato, relata ya con ese peculiar estilo suyo tan íntimo, precisamente su experiencia como pianista, todas las sensaciones que siente una adolescente de dieciséis años que recibe clases de un profesor judío huido del terror de la vieja Europa. Podría seguir pero sería desgranar un libro que está hecho para disfrutar, seas aficionado o no a la música clásica.

Destacar, para finalizar, aparte de recomendar su lectura, que todos los relatos vienen precedidos por unas breves, pero esclarecedoras notas, donde se nos explica la trayectoria del autor y una breve semblanza del mismo y sobre todo la “historia” del texto, cuando se editó (en una compilación, en una revista) y un brevísimo resumen de la trama.