Euskadiko Bruckner5 2021 a

Revelador

San Sebastián. 08/04/2021. Kursaal. Bruckner: Sinfonía no. 5. Euskadiko Orkestra. Robert Treviño, dir. musical.

Labrarse un camino propio es la mejor receta para salir airoso en tiempos de pandemia. Y es que en momentos de crisis no se trata de aplicar las fórmulas ya conocidas sino de inventarlas, crearlas, improvisarlas incluso. En tiempos de mudanza, diríase que brilla quien hace de la necesidad, virtud. Hace ahora casi un año, la Euskadiko Orkestra fue pionera en el esfuerzo por conquistar una 'nueva normalidad sinfónica'. Y doce meses después sigue marcando el camino, con una medida ambición y un buen ponderado empeño por demostrar que los límites solo están ahí para superarlos. Tras el imponente Mahler que ofrecieron hace apenas unas semanas, con Semyon Bychkov al frente, la formación vasca se enfrenta estos días al imponente reto de abordar las sinfonías quinta y sexta de Anton Bruckner, con diez conciertos a lo largo de dos semanas, en San Sebastían, Bilbao, Pamplona y Vitoria.

Lo cierto es que la Euskadiko Orkestra, como ya apunté al hilo de la citada Cuarta de Mahler, atraviesa un momento de dulce y brillante madurez. Presenta un sonido propio, compacto y equilibrado entre secciones, con una cuerda digna de parangonarse con la de cualquier formación europea de primer nivel y con unos metales y unas maderas que no se quedan atrás en modo alguno. La obra de Bruckner presenta una extraordinaria complejidad y ahí radica su mayor riqueza. Y no obstante todavía hoy la percibimos bajo el inevitable peso de una tradición interpretativa muy marcada y un tanto pesante. 

En cambio, Robert Treviño propone un Bruckner vibrante y transparente, de una reveladora luminosidad, respetuoso con esa mencionada tradición pero capaz de fijar un rumbo propio. No escuchamos pues un Bruckner denso y complaciente; más bien se nos sugiere un camino marcado por la fluidez y la armonía, con un recóndito aire de exactitud y una inusitada tensión, sin perder de vista la singular perspectiva arquitectonica que se erige con las sinfonías del compositor austríaco. Treviño es diestro en el arte de construir y detonar los climax, con unos crescendi bien medidos y administrados.

En conjunto escuchamos así un Bruckner marcado por un raro aire de vanguardia que al mismo tiempo ponía de manifiesto el genial virtuosismo contrapuntístico de Bruckner, que emparenta su música con la de Bach como en ningún otro sinfonista. La Euskadiko Orkestra exhibió un músculo poderoso y refinado, capaz de plegarse a las detalladas exigencias de Treviño, nada conformista con su visión de la partitura.

Euskadiko Bruckner5 2021 b

Fotos: © Euskadiko Orkestra