descoordinacion

La necesidad de la coordinación 

En apenas dos semanas hemos podido comprobar muy de cerca las dos caras de la moneda operística. Por un lado, las funciones de Orfeo ed Euridice, de Gluck, previsto para los últimos días de este mes de mayo en dos funciones ordinarias más una especial para público infantil y juvenil en el Teatro Principal, de Vitoria-Gasteiz, han quedado suspendida sine die. No consta ninguna razón oficial para tal suspensión. 

Este Orfeo ed Euridice lo presentaba el grupo multidisciplinar ARKÉ, grupo que se había granjeado el respeto de los aficionados alaveses al haberse responsabilizado de tres producciones, una cada año, desde 2015 y con importante éxito. ARKÉ actuaba con inteligencia sacando provecho del esfuerzo de decenas de personas, ya coralistas ya miembros de la orquesta, muchos de ellos jóvenes y que veían como su dedicación de semanas era recompensada con esta pequeña gira.

Porque en todos los casos los miembros de los coros y orquesta fueron, sobre todo, gente joven de casa, llenos de ilusión y empeñados hasta las cachas porque el proyecto saliera bien; y conviene constar que muchos de los solistas vocales eran cantantes vascos a los que se daba la oportunidad de cantar en su tierra, en producciones modestas pero llenas de ilusión que permitían llevar la ópera a una plaza desierta como es la del Teatro Principal y en funciones donde podían asumir papeles a los que difícilmente podrán llegar en este competitivo mundo que es el de la ópera. Por ello a ARKÉ solo cabía felicitarle por el esfuerzo, más allá de las evidentes limitaciones presupuestarias.

Este año, allá por primeros de diciembre, se presentó la temporada de invierno del teatro y para mi agradable sorpresa se presentó el nuevo proyecto de ARKÉ , un Orfeo ed Euridice, de Christoph Willibald Gluck, en ¡¡colaboración!! con Opus Lirica. ¿Podría ser que, después de todo, dos organismos organizadores de lírica en el País Vasco encontraran un marco de colaboración y fueran capaces de llevarlo a la práctica? Miel sobre hojuelas.

La noticia fue recogida con alborozo por distintos medios de comunicación. En la Comunidad Autonómica Vasca (CAV) son muchos los modestos organizadores inmersos en el mundo de la lírica y, por desgracia, escaso el trabajo en común. Aceptando que la ABAO juega en otra división podríamos citar una decena más de pequeñas estructuras organizativas que, por desgracia, parecen apostar por hacer cada uno la guerra por su cuenta. 

El otro lado de la moneda nos lo ofrecían los tres organismos organizadores de lírica que han coexistido en Navarra, a saber, Fundación Baluarte, Ópera de Camara de Navarra y Asociación Gayarre de Ámigos de la Ópera, organismos que acaban de rubricar hace apenas un mes un acuerdo de colaboración que permitirá coordinar tiempos, títulos y repertorio, lo que quizás concluya en un futuro en la temporada operística navarra. La OCN ya colabora también con Opus Lírica, lo que es digno de reconocimiento. 

¿Conocerá estas asociaciones la ya veterana experiencia de la Asociació Amics de l’Opera de Sabadell? Una experiencia en la que tras el estreno en la ciudad lanera del título de turno la obra recorre un número importante de ciudades catalanas sacando el máximo provecho. De hecho ahora mismo el doble programa habitual Cavallería rusticana / Pagliacci va a transcurrir tras las tres funciones de Sabadell y siempre según anuncia su página web por ¡¡nueve!! ciudades catalanas, entre ellas tres capitales de provincia como Girona, Tarragona y Lleida. ¿Es tanto soñar que una producción diseñada, pongo por caso, en Donostia pudiera transcurrir posteriormente por media docena de ciudades aunque solo fuera por el mero hecho de ser productivos y eficientes? 

Esto quiere decir que, de no haber cambios de última hora Vitoria-Gasteiz, es decir, la capital de la CAV, queda como única ciudad de la misma sin presencia de la lírica durante el 2018.  Pero Vitoria-Gasteiz no es el único caso. Muchas ciudades del estado han de recurrir o a compañías itinerantes o al vacío lírico ante las objetivas dificultades de afrontar la puesta en escena de una ópera. 

Otro ejemplo: hace apenas unos meses en Burgos se ha estrenado en versión de concierto El mozo de mulas, de Antonio José, proyecto que ha nacido y muerto en la misma ciudad castellana. ¿No es posible encontrar colaboración con otras ciudades para justificar la enorme inversión artística de los artistas que han aprendido la obra? 

Los navarros han enseñado el camino; otros nos enseñan lo que no hemos de hacer. La ópera no vive su mejor situación dada la crisis económica, la carestía de tantos elementos adyacentes a la ópera y la escasez del número de aficionados. Encontrar marcos de colaboración que superen la estrechez de miras de ciudades, provincias, comunidades autónomas e, incluso, estados, es un camino prácticamente inevitable para garantizar la experiencias de la ópera en todas las ciudades que sea posible. Aunque solo sea por cuestión de practicidad.