adios zeffirelli

Franco Zeffirelli, in memoriam

Tras el fallecimiento de Franco Zeffirelli en Roma, a los 96 años de edad, Platea Magazine ha recabado el testimonio de cuatro destacados directores de escena y escenógrafos, valorando el alcance de su figura y la pervivencia de su legado.

Giancarlo del Monaco: 

"Entre 1970 y 1973 trabajé en la Ópera de Viena como consejero artistico de Rudolf Gamsjäger, quien quería conseguir como fuera el regresode Zeffirelli a Viena, tras aquella memorable Bohème con Karajan. Viajé entonces a Italia para conocer a Franco Zeffirelli, que estaba filmando su película sobre San Francisco de Asís y conseguimos su regreso a Viena para dirigir un nuevo Don Giovanni que abriría la siguiente temporada, con Josef Krips en el foso y con Theo Adam como protagonista. En Viena entablamos una estrecha amistad, era un hombre muy extrovertido. Artísticamente era un profesional muy poliédrico: ópera, teatro, cine, musical... Era por supuesto un gran admirador de la Callas y un amante de las buenas voces. De hecho prefería una buena voz a un buen artista, y esto quizá fue un problema en algunas ocasiones. No era un director de escena en el sentido alemán, un regista como Strehler, atento a los pequeños detalles. Prefería un enfoque global, grandes espectáculos como sus dos producciones de Aida de la Scala o el Otello con Maazel. Su dos grandes teatros no obstante yo diría que fueron el Covent Garden de Londres y el Metropolitan de Nueva York. Allí de hecho nos encontramos de nuevo en varias ocasiones. Me invitó muchas veces a su casa de Roma, un hermoso apartamento, lleno de recuerdos, con fotos de Maria Callas en cada rincón.  

Zeffirelli es un artista del siglo pasado, del 1900, cuyo legado ha pervivido en el siglo XXI. Algunos de sus espectáculos en la Arena de Verona dan buena prueba de su evolución, cada vez más centrado en la gigantomanía del espectáculo, dejando un poco de lado el trabajo con los artistas. Franco representa probablemente un canón de una manera de entender el espectáculo lírico, como lo fuera John Ford para el cine. Zeffirelli tuvo ocasión de hacer espectáculos que hoy serían inviables, grandiosos y muy costosos. En cualquier caso, es un hombre fundamental en la historia del cine, de la ópera y del teatro. Alumno de Visconti, de quien fue amante además, Zeffirelli llegó a la ópera desde el mundo del cine. Y esto quizá explica su enfoque general, con sus virtudes y sus posibles defectos."

 

Mario Pontiggia:

"El destino tiene cosas muy extrañas. Durante el almuerzo aquí en Florencia recibí la noticia de su fallecimiento, precisamente en su ciudad, donde Franco había nacido y había empezado su trayectoria profesional. Personaje sumamente interesante, con episodios poco conocidos como su lucha en la resistencia contra el fascismo. Fue fundamental su encuentro con Visconti, con quien colaboró estrechamente tras sus primeros estudios de arquitectura. Zeffirelli dio sus primeros pasos como director de escena en el Maggio Musicale Fiorentino. Su debut en la Scala fue un episodio complicado, precisamente por la enorme proyección de su figura, eclipsando al propio Visconti. Ahí están para atestiguarlo las imágenes de esa impagable producción de Il turco in Italia con Maria Callas. 

La figura de Zeffirelli es sumamente relevante porque para gran parte del público sus montajes son la forma ideal de lo que se considera hacer ópera. Y ese mismo modo de concebir la lírica le granjeó numerosas críticas, quizá exageradas, por parte de quienes pasaban por alto su enorme documentación, su gran sensibilidad y su extraordinario conocimiento del oficio. Zeffirelli concebía la obra en su totalidad, partiendo de unos bocetos maravillosos. Su dominio del movimiento de las masas, por ejemplo, era ejemplar. Sin duda la suya fue una figura tan emblemática como compleja y polémica. Si uno piensa que estuvo activo en todo el mundo desde los años cincuenta hasta los principios del siglo XXI... y no solo en la lírica, también en el teatro, en el musical y por supuesto en el cine, entonces es imposible obviar su relevancia.

Yo le conocí hace unos treinta años en Roma. Era una figura que impactaba, de una marcada personalidad. Más tarde coincidimos en la Arena de Verona y también en Florencia. Espero que se reúna ahora con todas esas grandes glorias de la lírica con las que trabajó."

 

Daniel Bianco:

"En cuanto supe que Franco Zeffirelli había partido , inmediatamente fui a mi biblioteca a buscar un libro de su obra escenográfica firmado por él en una exposición, allá por 1993. Volvi a encontrarme con sus bocetos: con Un tranvía llamado deseo, con Tres Hermanas, con La Loba para Anna Magnani... Y me reencontré con el pintor escenógrafo que dio paso al director de escena, profundamente convencido de que las reglas del espectáculo debían tender siempre a la perfección estilística y figurativa.
Se va uno de los grandes artistas del siglo XX, apreciado en todo el mundo porque su arte no admite replica o discusión, capaz de pasar con gran facilidad del teatro a la lírica, al ballet o al cine; transportando siempre al publico a un mundo soñado. ¡Gracias Maestro!"

 

Emilio Sagi: 

“Franco Zefirelli fue un gran creador tanto en la ópera como en el cine y el teatro. Logró hacer de la ópera un gran espectáculo con su talento y su creatividad.”