Jon Plazaola Intermezzo

Jon Plazaola, fundador de Intermezzo: "Llevamos 15 años apostando por la excelencia"

En estos quince años de trayectoria, que celebran con la temporada 2019/2020, Intermezzo ha trabajado con unos 700 artistas, firmando más de 7.500 contrataciones. Las voces de sus profesionales se han escuchado en alrededor de 40 escenarios distintos, tanto dentro como fuera de España. En total, sus ar tistas han par ticipado en unas 1.700 funciones, en más de 200 producciones diferentes. Son unos números apabullantes que dan buena prueba del volumen y desarrollo del proyecto en esta década y media de actividad.

La temporada 2019/2020 es también un buen ejemplo de su pujanza, estando presente Intermezzo en la inauguración de tres teatros: 51 coristas estables en el Coro Titular del Teatro Real, a los que se han sumado 25 refuerzos más para el Don Carlo de Verdi; 35 refuerzos para el Coro del Gran Teatre del Liceu en Barcelona, con la nueva producción de Turandot de Puccini; y 14 voces de refuerzo para el Teatro Campoamor, en las funciones de Götterdämmerung de Ópera de Oviedo.Todo ello tras haber participado en la nueva producción de La traviata que se estre- nó en el Festival Castell de Peralada.

Como novedad, desde hace ya varios meses, primero en prue- bas y después de modo continuado, Intermezzo ha desarrollado una aplicación propia para facilitar la comunicación y coordina- ción con los coristas, quienes pueden encontrar allí información actualizada sobre el plan de ensayos y acceso a las partituras que van a interpretar

La idea de una empresa que suministra coros a la carta es algo prácticamente inédito hasta la aparición de Intermezzo.

Así es. No existe ninguna empresa en España que haga algo parecido. Y en Europa tampoco me consta. Sí existen bolsas de coristas, bolsas de trabajadores. Pero una empresa que ofreciera este servicio no existía hasta que llegamos nosotros. Tampoco son demasiados los coros profesionales en nuestro país, se cuentan apenas con los dedos de una mano, entre los de primer nivel: el Coro de la Comunidad de Madrid, el Coro de RTVE, el Coro de la Orquesta Nacional, el Coro del Liceu y el Coro de la Generalitat de Valencia, básicamente.Y todos ellos vinculados a instituciones públicas de un modo u otro. Así que Intermezzo es la única empresa privada que se dedica a trabajar con coristas profesionales.

“Queremos llevar a los mejores cantantes a los mejores teatros"

¿Y cómo surgió la idea?

La siembra de este proyecto surge en un ensayo de La Cenerentola en el Teatro Comunale de Bologna, cantando yo el Ramiro con Riccardo Frizza a la batuta, junto a Anna Bonitatibus, Giorgio Cauduro, Alessandro Corbelli y algunos colegas más. Era una producción de Irina Brook. En un determinado momento de uno de los ensayos, mientras yo cantaba el final de la gran escena de Don Ramiro, vi que los coristas empezaban a despedirse y se iban marchando, hasta que se fueron todos. Apareció entonces Vincenzo de Vivo, que era el director de la casa, y me explicó lo que pasaba: había dado la hora en punto en la que terminaba la jornada y los sindicatos eran muy estrictos con esa cuestión. Por dos minutos, no pude terminar mi ensayo en condiciones. Me pareció algo muy poco profesional y tuve claro que había que cambiarlo de alguna manera.Por otro lado, en mis muchos años de carrera profesional como solista he visto que a los coros les cuesta mantener un nivel constante, sobre todo cuando necesitan refuerzos. Yo seguí con mi vida profesional pero empecé con este proyecto, intentando ayudar a los teatros a cubrir esa necesidad buscando siempre la excelencia musical como resultado. Ahora mismo tenemos una plantilla fija de 78 personas, y empezamos siendo apenas dos. Creo que es evidente que en estos quince años hemos logrado identificar una necesidad laboral, profesional y artística y hemos sabido encauzarla, apostando por la excelencia.

El Coro Intermezzo es el coro titular del Teatro Real, algo por lo que es muy conocido en nuestro país, más allá de los muchos refuerzos y proyectos en los que colabora. ¿Cómo llegaron a esa titularidad?

Creo que fue casi por accidente.Sí, aquello fue un paso determinante, un paso de gigante para nosotros. Pero es importante contar cómo sucedió ese episodio. El Teatro Real ya tenía un coro propio, el de la Sinfónica de Madrid, y yo había iniciado conversaciones con ellos para ofrecerles refuerzos, nada más que eso. De hecho, yo me reuní con Antonio Moral, con Jesús Iglesias y con el representante sindical del coro de la OSM, para plantearles nuestra oferta profesional, con los refuerzos, como veníamos haciendo en el Liceo desde el año 2005.De repente tuvieron un problema, cuando llegó la renovación del contrato de la OSM. Por los motivos que fueran, se reno- vó a la orquesta pero no así al coro, que ante la decisión se declaró en huelga. Había previstas unas funciones de Rigoletto en el Real y el teatro se encontró sin coro. Me llamó entonces Jesús Iglesias y me preguntó si podía prepararles un coro de 35 personas para hacer Rigoletto, de una semana para otra. Y les dije que sí e hicimos esas funciones. Era la última producción de la temporada y no les dio tiempo a plantear un concurso público en plazo y forma. Yo les ofrecí ir suministrando un coro para cada producción, proyecto por proyecto.Y así hicimos toda la temporada 2009/2010, con un coro ad hoc para cada título, contrato por contrato.

Durante esa temporada es cuando se convocó un concurso público, que ganó el Coro de la Comunidad de Madrid. Pero el Coro de la Comunidad de Madrid, por motivos que no vienen al caso, no podía sumir esa contratación. De modo que me volvieron a llamar desde el Teatro Real para resolver la papeleta.Yo no quería tener un coro estable como tal; el proyecto de Intermezzo por entonces tenía otras dimensiones. Pero finalmente, por los avatares de ese concurso, nos quedamos con la titularidad en el Teatro Real. Se firmó un contrato para dos años, que se ha ido renovando hasta la fecha, temporada a temporada, conforme a la legislación vigente.Y así ya son diez años en el Teatro Real, desde la temporada 2010/2011 como coro titular allí. Es un proyecto muy serio. Requiere movilizar a 51 personas más asistente y pianista. Y un teatro de ópera es un espacio complejo, con muchas reglamentaciones, y estar a la altura requiere un gran esfuerzo. Pero yo estoy muy orgulloso del papel que desempeña nuestro coro Intermezzo en el Teatro Real. Está sin duda a la altura de cualquier coro titular de un gran teatro europeo. La relación con el teatro es además excelente y de pleno entendimiento, a todos los niveles.

Mientras tanto siguen suministrando muchos refuerzos y algunos coros completos, como este verano con La traviata de Peralada.

Sí, durante varios años estuvimos también suministrando el coro al Festival Internacional de Santander, en todas las producciones líricas que se hacían allí: La favorita, Carmen, Anna Bolena, etc. Con Peralada la relación también es larga, primero suministrando refuerzos al Coro del Liceu cuando ellos actúan allí. Y en ocasiones también facilitando un coro completo, como ha sucedido este verano con La traviata. Hicimos la producción de Turandot, el Requiem de Verdi, también la Butterfly de Omán y esperamos hacer la Aida del próximo verano, con ese reparto extraordinario que han reunido. La traviata de Peralada es, por cierto, una de las diez mejores producciones que hemos hecho en estos quince años, por lo que ha supuesto musical y escénicamente para nuestros coristas.

Por lo demás, durante la temporada solemos hacer muchos refuerzos, en los principales teatros de ópera de toda España: Oviedo, Sevilla, Mahón, etc. Podemos llevar desde dos coristas hasta varias decenas de ellos, como hicimos en el Liceu con La ciudad invisible de Kitezh, por ejemplo, cuando fueron más nuestros refuerzos que los propios miembros titulares del tea- tro. Creo que eran setenta coristas y nosotros suministramos sesenta de ellos.También hemos hecho algunos proyectos sinfónicos importantes, como el Requiem de Verdi que antes citaba, en Peralada, en homenaje a Carmen Mateu. O la Novena sinfonía de Beethoven de la temporada pasada en el Auditorio Nacional, con Nicola Luisotti. Pero el noventa por ciento de nuestra actividad es ópera y zarzuela.Tenemos una plantilla con mucha gente joven, con una media de edad que ronda los treinta años. Esto facilita también que nuestros profesionales sean gente con mucha implicación teatral.

¿Por dónde pasa ahora el futuro de Intermezzo como empresa, más allá de su titularidad en el Teatro Real?

Yo estoy ya trabajando para nuestro veinte aniversario (risas). Si seguimos haciendo las cosas como hasta ahora, tenemos un gran futuro por delante. Mis hijos se van incorporando ya al proyecto y son garantía de la continuidad que va a tener Intermezzo en los próximos años. Queremos llevar a los mejores cantantes a los mejores teatros. Estoy rodeado además de un equipo de excelentes profesionales, en todos nuestros depar tamentos (administración, producción, comunicación, etc.). Ellos también son parte de este quince aniversario. Este viaje no lo hubiera podido hacer yo en solitario; es necesario delegar y con el equipo que tengo lo puedo hacer con enorme tranquilidad. Es cierto que yo estoy presente siempre en las audiciones, junto a dos personas más que aportan otros puntos de vista.Yo tengo que saber cómo están los cantantes que voy a incorporar, los refuerzos, pero también hacemos audiciones periódicas a los titulares, para ver cómo evolucionan.

¿Se plantea Intermezzo un salto internacional mas sistemático?

Hemos hecho ya algunos proyectos fuera, puntualmente, reforzando alguna producción en Alemania. También hicimos un Don Carlo extraordinario en Burdeos, con veinte refuerzos allí. El problema fundamental para trabajar fuera de España es el tema sindical, que suele ser muy estricto y complejo en algunos países, como en Francia. También salimos fuera con el Festival de Peralada, a Omán, donde precisamente hemos mantenido conversaciones para ver si podemos hacer algo más adelante, con la Royal Opera House de Mascate. Allí no tienen coro y orquesta propios, programan con compañías de fuera que desembarcan allí con sus cuerpos estables. En su momento hicimos una exploración fuerte para el tema de la internacionalización, pero administrativamente es complejo de resolver.