Juan Carlos Muñoz y Mari Fe Pavón Photo Jean Luc Sacher

Artemandoline: "Tras los conciertos con mandolina, el público parece haber descubierto algo increíble"

Mari Fe Pavón y Juan Carlos Muñoz son fundadores e integrantes del ensamble Artemandoline. Hablamos de una agrupación pionera y referente en cuanto la recuperación, interpretación y difusión de la música barroca para mandolina. En su último trabajo discográfico, grabado con Sony Music, integra una colección de sonatas de compositores del periodo barroco como Abbate Ranieri Capponi, Niccolò Susier, Giovani Pietro Sesto de Trento, Francesco Piccone y Niccola Romaldi. Hablamos con ellos de cómo es su trabajo de campo, así como de la música de su álbum.

¿Cómo surgió la idea de formar un grupo de cámara integrado por mandolinas?

(Mari Fe Pavon) La idea surgió entre Juan Carlos y yo, cuando estábamos estudiando mandolina clásica en el Hochschule für musik de Colonia, Alemania. Realmente, nuestra pasión, más que la mandolina clásica, que  por supuesto es nuestros instrumento, es la música barroca, en donde se origina la mandolina. La mayor parte del repertorio que nos interesaba se compone entre 1650 y 1750. Por tanto, ese periodo histórico, junto con la voluntad de dar a conocer la mandolina en las salas de conciertos y festivales de música, fueron la gran motivación para crear Artemandoline. En la época barroca, la mandolina era un instrumento más que se tocaba en los ensembles, como la tiorba, la guitarra, la voz, violines… hoy en día, esto se ha perdido. Se ha recuperado mucha música Antigua, pero la mandolina no termina de formar parte de estos ensembles.

¿Es complejo encontrar obras del repertorio para mandolina?

(M.F.P) Digamos que, partiendo del período barroco, tenemos que ir a buscar manuscritos a las bibliotecas. Sabemos que hay mucha música original, pero que no está repertoriada. Gracias a la digitalización de los archivos bibliotecarios es más fácil seguir el rastro del repertorio para mandolina y sus compositores, pero antes había que ir a los sitios para buscar música original, ese es nuestro trabajo realmente. Somos pioneros en este campo.

¿Cómo abordan la recuperación de las obras y el descubrimiento de nuevos compositores?

(Juan Carlos Muñoz) La búsqueda de manuscritos originales de mandolina se lleva a cabo desde los años 50, desde que se descubrieron los conciertos para mandolina de Vivaldi. Nosotros sabemos de la localización de partituras, pero cuando buscamos algo en concreto, en ocasiones encontramos otra obra totalmente diferente. Muchas veces depende de la suerte. En los archivos y bibliotecas se conservan muchas obras para canto, mandolina y violines; y es algo que muchas veces nos sorprende. Por ejemplo, se sabe que Antonio Caldara tiene 40 oratorios en los que se dice que hay parte de mandolina. Pero claro, no sabemos cuáles son. A raíz de la digitalización tenemos mayor facilidad para descubrir estas partes.

Se nos ha dado el caso, por ejemplo, de buscar una sonata en Lisboa y acabar encontrando otra que no sabíamos que estaba allí. Hay cosas que se tiene certeza de que existen, como las sonatas que hemos grabado en el último disco. Estas obras se encuentran en París, Bruselas, Washington, Viena… pero no hay nada repertoriado.Ahora, por ejemplo, se está descubriendo mucha música en Estocolmo.

Es decir, trabajan sobre el manuscrito…

(J.C.M) Si, pedimos una copia. Trabajar sobre el manuscrito nos permite hacer una versión lo más fiel a la obra original. La búsqueda de estas obras es totalmente un trabajo de detectives. Por ejemplo, hemos buscado una cantata de Leone Leoni durante años, un compositor que hemos grabado con Núria Rial. Y siempre nos daban indicios erróneos. Algunos me decían: esta obra esta en Berlín… pero allí no había nada. Al final la encontré entre un bloque de partituras de canciones italianas en Londres.

¿Tras la recuperación de estas obras, hacen ustedes ediciones críticas o publicaciones?

(M.F.P) Solemos digitalizar y pasar a limpio las partituras; no hay que olvidar que los escritores del manuscrito eran copistas, que muchas veces copiaban de oído, por lo que suele haber muchas faltas armónicas. Para poder trabajar mejor, pasamos a ordenador la partitura y queda mucho más limpia. Intentamos ser siempre lo más fieles a la idea original y su instrumentación. Por ejemplo, en el último disco las sonatas son para mandolina y bajo continuo, pero el bajo continuo es un término muy amplio; puedes elegir muchos colores… Ser fiel a la obra, al estilo y al compositor supone un trabajo previo de investigación histórica bastante exhaustivo.

En el repertorio que ustedes suelen interpretar, podemos apreciar un gran trabajo de recuperación de obras del siglo XVIII, claro está que hablamos de la época de oro del instrumento, pero ¿tienen pensado adentrarse en el repertorio de otras épocas?

(J.C.M) Este año queremos grabar un disco enfocado a la época clásica, a principios del XVIII. Música de los compositores que vivían y viajaban entre Viena y Praga. Son obras muy interesantes que se encuentran conservadas en algunas bibliotecas. Estamos hablando, por ejemplo, de obras de Hummel o Beetoven. En esta grabación vamos adaptar también los instrumentos. En el Barroco tenemos el estándar de afinación de 415, y en la época de 1800 y 1805 la afinación era de 430. Todo va a cambiar, pero es interesante porque vamos a modificar el estilo de interpretación.

(M.F.P) Lo que es interesante también es la mandolina en sí. Durante esta época, en Viena se tocaba la misma mandolina con la que interpretamos las grabaciones de las sonatas que se escuchan en nuestro último disco. Es una mandolina que proviene del norte de Italia, que esta afinada en cuartas y en terceras, como el laúd. Mientras que la mandolina napolitana que es la que ha llegado hasta nuestros días y está afinada por quintas, como el violín. En la época clásica se tocaba más la napolitana. Es como un retorno a este instrumento barroco con otra mentalidad y pensamiento.

Como comentaban anteriormente, en grabaciones previas hemos podido escuchar piezas junto a la voz de soprano Núria Rial. Sin duda, la mandolina ha jugado un gran papel en cuanto al acompañamiento vocal… ¿Cómo resultó lanzarse a este tipo de repertorio?

(M.F.P) Es un repertorio totalmente desconocido. Se sabe de algunas cancioncillas para mandolina y voz de W. A. Mozart, pero poco más. Cuando conocimos a Núria, a ella no le era desconocido. Repertorio en el que se incluyen compositores como Haendel, Albinoni, Caldara, Galuppi….. Así que el interés en preparar esta música fue mutuo. En este tipo de partituras, la voz y la mandolina son los instrumentos protagonistas, acompañados de un bajo continuo. Pensamos que Núria tiene la voz perfecta para armonizarse con el instrumento. Es una soprano con una voz muy cálida y muy redonda, perfecta para el repertorio barroco.

¿Cómo ven la figura de la mandolina en el mundo actual de la música clásica?

(.J.C.M) Es un instrumento que se está recuperando bastante. Nosotros estamos viviendo un sueño… Antes tocábamos mucha música contemporánea, romántica, etc. y de repente, desde hace unos 15 años, nos decidimos por realizar repertorio barroco con instrumentos originales. A través de este cambio se nos ha abierto la puerta de festivales de todo el mundo, como en Japón, Italia, EE.UU... Hemos visto que el instrumento ha sido acogido con mucha frescura. En el mundo de la música hay mandolinistas que hacen jazz, por ejemplo, o músicas de otros estilos. El instrumento está recuperando el espacio que tenia hace dos o tres siglos. Todas las músicas bien tocadas tienen su valor… Actualmente asistimos a un renacimiento de la mandolina en todo el mundo.

(M.F.P) Algo que es genial para nosotros es cuando salimos a tocar y vemos el asombro del público ante un instrumento que no conocen en el repertorio de música Antigua. El público no sabe que esperar. Tras los conciertos, salen como si hubieran descubierto algo increíble. La mandolina ofrece grandes prestaciones de color y sentimientos, puedes tocar tanto algo agitado, rápido y alegre como un movimiento más expresivo y sensible. En Artemandoline tratamos de darle la continuidad y la importancia que tendría en la época barroca.

Su nueva producción, Italian Baroque Mandolin Sonatas, es una grabación que incluye obras de compositores como Capponi, Romaldi, Susier, Sesto da Trento o Piccone, ¿Cómo ha sido el trabajo de recuperación de estas obras?

(J.C.M) Las sonatas de Susier y de Trento las encontramos en la librería del Congreso de Washington; las obras de Romaldi en una biblioteca de la ciudad de Münster. Esta es una biblioteca que tiene muchas partituras para mandolina, recuperadas un monje italiano llamado Santini. Las sonatas de Capponi fueron editadas en 1740, en Florencia. Hemos elegido estas sonatas porque queríamos enfocar el disco en un periodo de tiempo justo después de Corelli, en las sonatas da chiesa, aunque técnicamente no son sonatas de iglesia, ya que  tienen una forma más camerística. Queríamos grabar obras que tuvieran relación con Florencia y Roma. Los compositores que hemos decidido incluir en la grabación tienen mucho que ver con la situación artística de la Florencia de la familia Medici, puesto que son autores que trabajaban para esta familia. De hecho, en el contexto histórico, la mandolina siempre ha estado ligada a la nobleza; en toda la iconografía que existe, la mandolina siempre se aprecia en la mano de los nobles. Nos hemos decantado, además, por el interés expresivo de las sonatas; por sus recursos técnicos, su dificultad y por no haberse escuchado antes.

¿Las obras que se incluyen en este disco no se han grabado en anteriores ocasiones?

(J.C.M) La última obra del disco se había grabado ya, pero con mandolina y guitarra, que nada tiene que ver con la obra original. Y el resto nunca se ha grabado.

¿E interpretado?

(M.F.P) Es muy difícil, casi podría asegurarte que no se ha tocado nunca antes. Somos los primeros en hacerlo.

Hoy en día el mundo del disco queda reservado a los seguidores más acérrimos del género ¿tienen pensado lanzar su álbum en las plataformas digitales?

Llevamos un tiempo pensando en cómo incluirla en las plataformas digitales… tenemos empresas que se ocupan de eso. El problema de las plataformas digitales es la calidad del sonido. La pureza y la nitidez con la que se puede escuchar la música en CD no tiene comparación con las grabaciones en las plataformas de escucha.

¿Qué proyectos tienen, en un futuro a medio plazo?

Tal y como está la situación mundial, hacer conciertos es inviable. Tenemos un proyecto de hacer un nuevo CD en verano, si todo va bien. También tenemos pensado hacer videoclips para tener una visibilidad. A la gente le gusta ver y escuchar, no solo escuchar. Es difícil promocionarse y viajar en estos tiempos. Esperemos que todo salga bien…

Foto: © Jean-Luc Sacher