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Lang Lang: "La música te ayuda a recordar quién eres"

Lang Lang es, a buen seguro, el pianista en activo más famoso de la actualidad. Una tendinitis en su mano izquierda le ha tenido apartado de los escenarios algo más de un año. “Más tiempo del que me hubiera gustado”, confiesa en una conversación en la que se muestra divertido, reflexivo y cercano. Ahora ha regresado a los escenarios con un nuevo trabajo discográfico bajo el brazo: Piano book, y aquí en España lo presenta en talk shows nocturnos, en el informativo de máxima audiencia o tocando delante de Las Meninas, en el Museo del Prado. También en Platea, única publicación de música clásica a la que concede una entrevista.

Primero de todo, preguntarle cómo se encuentra, ¿cómo ha ido el proceso de recuperación?

Ahora mismo todo está bien, todo está perfecto. Estoy muy feliz de volver. Me siento renovado después de este poco más de un año en el que he estado descansando y, podríamos decir, reflexionando.

¿Cómo ha reflexionado?

Pues sobre todo gracias a impartir muchas clases, he aprendido mucho. He escuchado mucha música y he escuchado mucho a otros tocar. También me ha dado tiempo ha realizar mucho ejercicio, entrenando y mejorando físicamente, que es algo que todo músico necesita.

¿Es duro estar separado de los escenarios?

¡Sí! ¡Absolutamente! Pero, ¿sabe? realmente siento que no he dejado los escenarios porque he estado en ellos de otras maneras: enseñando, como le comentaba. A veces puede resultar motivador estar diciéndole a alguien cómo hacer o no hacer las cosas (en tono de broma): “Así no”, “no sigas por ahí jovencito” (Risas). La enseñanza es el otro gran escenario de la música del que a menudo nos olvidamos. He estado muy ocupado con las más de cien escuelas a lo largo de todo el mundo que hemos conseguido apoyar a través de mi fundación (Lang Lang International Music Foundation). Eso sí que es motivador.

¿La enseñanza, tal vez como los aplausos, puede alimentar tanto como la música en sí misma?

Sí, claro que sí, la enseñanza desde luego. Está asociada al ser humano desde sus orígenes, tanto como la música. Es algo que forma parte de nuestro ser. En nuestras clases por ejemplo, con los métodos fáciles y divertidos que implantamos, no podría decir que es la manera digamos profesional, pero es la que conecta directamente con los niños. Es más fácil para ellos así, con una forma muy inmediata de sentirse parte de la música y del piano. A mí mismo me ocurrió cuando empecé a estudiar música. Yo me lo imaginaba todo como si fuesen dibujos animados: Tom & Jerry, Monkey King o los Transformers.

¿Me está diciendo que uno de los mejores pianistas del mundo aprendía la música de Mozart, por ejemplo, cómo si fuese cosa de Transformers?

(Risas) ¡Sí! ¡Bueno, así me lo imaginaba! ¡Yo no era más que un niño pequeño! Es que si a un niño le das algo realmente complicado, no lo va a entender y lo que es peor, le va a aburrir. Es como si me hubiesen dicho en su momento: “Lang Lang, mira este precioso Himalaya que tienes que aprenderte” ¡Yo no quería Himalayas! ¡Yo quería Transformers! ¡Aprender música como si estuvieses subiendo pokémon de nivel es mucho más divertido! (Risas)

"APRENDER MÚSICA COMO SI ESTUVIERAS SUBIENDO POKÉMON DE NIVEL ES MUCHO MÁS DIVERTIDO"

Me preguntaba si a lo largo de este año ha tenido oportunidad de pensar sobre su técnica. Quiero decir, no sé si le culpa a ella de su lesión, si ha cambiado algo a la hora de tocar, o tal vez en su forma de pensar...

No, lo cierto es que no. Bueno, en cualquier caso, no mucho. Quiero decir, siempre que tocas has de sentirte cómodo, si no, es imposible. Tenía que sentirme cómodo antes de la lesión, durante y después de la lesión. Por sufrir una tendinitis no vas a empezar a tocar diferente. Sobre todo porque esto puede derivar en otros problemas. Así que no, definitivamente no he cambiado nada en mi técnica. Por supuesto, ahora soy más cuidadoso, simplemente.

¿En qué forma?

Bueno, he tenido que conectar de nuevo con lo que sentía, con mis sentimientos. He aprendido a tomarme las cosas más calmadamente, a tocar sin tanta tensión como acostumbraba. No he cambiado nada físicamente, pero para mí, ahora mismo, tocar un adagio es mucho más fácil que antes de mi lesión. Cuando uno atraviesa una racha de conflicto personal, automáticamente buscas, aunque sea de forma inconsciente, la manera de encontrarte de nuevo, de conectar con tus sentimientos de la forma más fácil y calmada posible.

¿Ha aprendido a decir “no”?

He aprendido que necesitas ser paciente, dejar que las cosas fluyan por sí solas. A veces la vida te pone en unas situaciones, en momentos en los que simplementes coges todo lo que te viene. Lo aceptas todo porque es el presente que estás viviendo y así es como te está viniendo, pero ahora sí, he aprendido y necesito dejar caer algunas cosas por sí solas, no puedo abarcarlo todo.

En cualquier caso, regresa felizmente ahora con un nuevo disco bajo el brazo: Piano book. ¿Qué vamos a encontrar en él?

Exactamente son algunas de mis piezas favoritas desde que era un niño hasta ahora: Para Elisa, pequeñas partituras de Mendelssohn, Czerny... todas muy buenas obras que me han gustado desde siempre y que ahora me he decidido a grabar. A menudo, algunas de ellas se asocian a los primeros años de aprendizaje e incluso hay quien se atreve a catalogarlas como fáciles de tocar, que todo el mundo puede interpretarlas. Bueno, ¡no estoy tan de acuerdo! En cualquier caso, menos es más. Con menos notas tú puedes conseguir muchos más colores, interpretaciones realmente bellas y artísticas. Y si realmente los estudiantes de ahora también se sienten identificadas con ellas, bienvenido sea, es lo que también busco.

En el videoclip de Für Elise, usted muestra a un joven estudiante, una camarera y una señora mayor, todos enamorados del piano. Es maravilla porque busca romper estereotipos... ¿Hay demasiados prejuicios en la clásica?

Gracias, primero de todo, porque es lo que buscábamos, efectivamente. Este video va sobre mirar atrás, sobre volver a nuestros principios. Für Elise de Beethoven, como puede ser también el Preludio nº1 de Bach por ejemplo, son lugares por los que muchas personas comenzaron su amor por el piano, por tocarlo. Es el punto de salida para tantos... y muchos así me lo han dicho, que era música que aprendieron cuando eran jóvenes, pero a la que nunca volvieron; porque evolucionaron en sus carreras o porque abandonaron el piano y nunca más volvieron a tocarlo. Pero esa música maravillosa ya estaba ahí con ellos y les ha acompañado siempre. Cuando se recuerdan de niños, esa música embellece sus sueños y ese es el poder que tiene la música. Te ayuda a recordar quien eres.

"EL PIANO NO ES UNA CUESTIÓN DE TÉCNICA, SINO MÁS BIEN DE ENTENDIMIENTO"

Puede que un prejuicio sea, aquí en Europa al menos, la forma que tenemos de ver el pianismo asiático, generalizándolo y reduciéndolo a mero virtuosismo técnico. ¿Cómo lo ve usted?

Vaya, es una pregunta muy interesante y muy complicada de contestar, porque es una cuestión demasiado personal. De quien toca y de quien escucha, por lo que no deberíamos generalizar, efectivamente. En cualquier caso, entiendo lo que me plantea. Para mí, uno de los retos para cualquier músico asiático es cómo introducirse en el alma, en el sentir europeo. Es una pregunta a la que siempre intento dar respuesta cada vez que enseño piano en mi país, diciéndole a los alumnos: “Mira, tal vez toques de forma agradable, pero necesitas cambiar tu estilo”. Con los años he aprendido que no sólo consiste en tocar bien, sino que además has de liberarte de cualquier barrera que exista entre tú y la música. Para conseguir eso, has de sentir lo que tocas de verdad.

Esto al final es un poco como comer tapas españolas. O sushi, o empanadillas chinas. Al menos así lo veo yo. No es un problema sólo de técnica, sino de cómo te fundes con la cultura de aquello que estas tocando, sin que sea la tuya propia. ¡Por eso creo que me gustaban tanto los Transformers! Porque de hecho, tú has de transformarte, has de introducirte en una historia, en una cultura que no es la tuya... a mí me ha ocurrido con la música española, al estudiar a Albéniz o Granados o al escuchar flamenco. Has de trabajar muy duro hasta que llegas a comprender bien a cualquiera de estos compositores, no basta con imaginar cómo sería su estilo, su contexto... Por supuesto a eso hay que unir el talento de cada uno y yo, personalmente, además he tenido la fortuna de tener los mejores profesores del mundo: Gary Graffmann, Daniel Barenboim, Christoph Eschenbach... has de tener a los mentores correctos para entender cada cultura.  Además hay una cosa estupenda que es pasar tiempo en el lugar al que quieres llegar musicalmente, y hablar con la gente, con cuanta más gente, mejor. 

"EL ESPECTÁCULO NO ES NECESARIO, PERO TAMBIÉN SE DISFRUTA"

Los grandes músicos como usted, y hablo también de gente como Rubinstein, Pavarotti o Netrebko hoy en día... ¿han de ser también un poco showmans?

Mire, cuando estas sobre un escenario, tú solo durante dos horas, has de dar, de mostrar diferentes aspectos de ti mismo al público. No puedes estar dos horas tocando del mismo modo, sino que has de dar distintas facetas de ti mismo. Es como ver una película, ya que vas a llevar al público a diferentes mundos y cada uno requiere una forma de expresarlos. Normalmente me gusta terminar mis recitales con alguna pieza técnicamente complicada, con algo de fuegos artificiales, digamos... aunque esto ya no vaya a ser así para el próximo año, por ejemplo, ya que me sumergiré en las Variaciones Goldberg, de Bach... y bueno, ¡eso son otro tipo de fuegos artificiales! (Risas). 

En cualquier caso, gente como Rubinstein tenían ya de por sí una increíble presencia sobre el escenario. No necesitaban nada más que a sí mismos para generar el espectáculo. Efectivamente, ahí estaba él mostrando sus brazos, levantándolos todo lo posible por encima del teclado. ¿Es necesario hacer eso? ¿es necesario el espectáculo? No, pero.... ¡es algo que también se disfruta! Horowitz, al que admiro muchísimo, también recurría al espectáculo en ocasiones. 

Me hablaba de las Variaciones Goldberg, ¿tiene pensado algún plan para su reentrada en la agenda de conciertos?

Por lo pronto, este año tocaré mucho Mozart y mucho Beethoven, especialmente su Segundo concierto para piano. Para el próximo año, efectivamente, me centraré en las Variaciones Goldberg y ya para el siguiente otoño volveré...

LEE LA ENTREVISTA AL COMPLETO CON LANG LANG EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA DE ABRIL 2019

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Foto: Gregor Hohenberg./ Deutsche Grammophon.