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Vanessa Goikoetxea, soprano: "Me halaga estrenar en Corea esta ópera de Kurt Weill" 

Formada como artista en la Semperoper de Dresde, donde ha sido cantante estable durante un buen puñado de años, los últimos compromisos artísticos internacionales de Vanessa Goikoetxea, tanto en Estados Unidos como en Corea, confirman la proyección de su carrera. Conversamos con ella acerca de sus orígenes, su momento vocal y sus planes futuros.

Estrena hoy en Corea las funciones de Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny de Kurt Weill, un título inédito en este país.

Sí, es la primera vez que se representa esta ópera en Corea, con lo que siento como si estuviéramos haciendo historia. El tenor es Michael König y los demás compañeros son coreanos, cantantes habituales de la compañia. El director de orquesta es David Reiland y el director de escena es  Sungsoo Ahn , el director de la Compañía de ballet contemporáneo de Seoul.  La puesta en escena es innovadora, especial y atemporal ya que el vestuario es totalmente barroco, cuidando hasta el último detalle, en contraste con el estilo minimalista de la escenografía, jugando con luces, proyecciones y la danza que está presente en casi todos los números. Me siento muy halagada de cantar en la Korea National Opera durante dos años consecutivos, un país de una gran cultura musical que ama profundamente la ópera. Sólo tengo palabras de agradecimiento.

Acaba de debutar con la parte de Micaela, en la Ópera de Seattle. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Cómo se ha sentido cantando este papel? Creo que ha sido su debut en Estados Unidos. A pesar de su apellido, inequívocamente vasco, usted nació en Florida y ostenta de hecho la doble nacionalidad, llegando a Vizcaya cuando era una niña. Entiendo que habrá sido doblemente especial entonces esta Micaela en Seattle.

Ha sido un momento precioso e inolvidable en mi carrera, debutar en los Estados Unidos cantando este papel ha sido realmente un sueño. Micaëla, un personaje naif pero fuerte al mismo tiempo, que tiene claro cuál es el objetivo de su vida. Micaëla es un volcán femenino que sale a flote a través de un contraste que es Carmen. 

Mi sensación fue de unión y conexión desde el primer momento. Mi vocalidad lírica se ajusta perfectamente a este rol haciendo que me sintiera plena y segura. Siendo sincera debo admitir que me impresionó la primera vez que pisé el escenario y vi la inmensidad del teatro con sus cerca de 3000 butacas. Es un teatro maravilloso en todos sus sentidos, tanto la acústica, todo el equipo técnico y además el público que me regaló uno de los mejores aplausos de la noche, algo que no es muy habitual en cantantes que debutan en el teatro.

Efectivamente Goikoetxea es un apellido vasco, pero nací en Florida con lo que tengo la suerte de ostentar la doble nacionalidad. 

Soprano vasca, pues, pero muy internacional. De hecho, viene cantando con mucha regularidad en Dresde, una de las capitales con más tradición lírica de Alemania. Recientemente ha protagonizado allí funciones de La viuda alegre. ¿Cómo llegó a esta ciudad? Creo que forma parte del ensamble de la Semperoper desde 2011/2012. ¿Qué le han aportado Dresde y el modelo teatral alemán que no haya podido encontrar en España?

¡Ay Dresden, una ciudad que siempre llevo en mi corazón! Esta ciudad llegó a mi vida de forma inesperada, sin saber dónde situarla en el mapa… Quién me hubiera dicho que allí comenzaría mi carrera profesional. Allá en el 2010 estaba estudiando el Máster en la Hochschule für Musik und Theater de Munich, y mi profesora de canto invitó a un amigo suyo, Eytan Pessen, para darnos una masterclass ¡Lo que yo no sabía es que aquél señor sería el Operndirektor de la ópera de Dresden, de la Semperoper de Dresden!

Meses después recibí un email del teatro diciendo si quería audicionar allí. Cogí el tren, audicioné y al año siguiente estaba trabajando en ese mítico teatro. Una joya arquitéctónica donde por ejemplo Strauss y Wagner han estrenado varias de sus óperas. Empecé cantando papeles como Frasquita, la primera ninfa de Rusalka y fueron dándome roles más grandes llegando a debutar primeros papeles como Rachel (La juive), Alcina (Alcina) Musetta (La bohème), Hanna Glawari (La viuda alegre), Bystrouska (La zorrita astuta, Janacek), Junge Frau (We come to the River, de Henze)…

Desde el punto de vista emocional y personal, Dresden y la Semperoper me han regalado gente muy especial a la que considero grandes amigos. Y desde el punto de vista profesional, me ha dado mucha experiencia ya que he podido trabajar con diferentes directores de escena y orquesta. Es un teatro que trabaja con gente con talento y muy profesional. He tenido la oportunidad de trabajar musicalmente la misma ópera con varios directores de orquesta haciendo que mi abanico musical se enriquezca.

Creo que también me ha dado muchas herramientas para poder manejarme en escena. El modelo alemán y el español son diferentes. El alemán tiene cantantes en plantilla (ensemble) por decirlo de manera sencilla y el español no. Claramente la organización de ambos modelos es distinta pero una vez empieza el periodo de ensayos la forma de trabajo es muy parecida.

 Vanessa Goikoetxea

 

Sería bueno recapitular los orígenes de su formación como soprano. ¿Quiénes fueron sus maestros y cuál ha sido su recorrido profesional hasta la fecha?

Empecé cantando en un coro cuando tenía 20 años, un coro de voces blancas que se presentaba a un concurso y necesitaban voces. Me llamaron por si me animaba a ir con ellas  pero yo jamás había cantado antes. Parece ser que me picó el gusanillo del canto y seguí ensayando con ellas después del concurso. Al de un par de años el conservatorio contrató una profesora de canto y empezó a darnos técnica vocal. Ella, Agurtzane Mentxaka, fue la que me animó a adentrarme en el mundo de la técnica vocal, la ópera, la zarzuela, el oratorio y el “lieder”. Yo estaba terminando el superior de acordeón y estudiaba la licenciatura de empresariales.

Tras dos años estudiando técnica con ella me presenté en Madrid a la Escuela Superior de Canto. Superadas las pruebas de acceso comencé a trabajar con Carmen Rodriguez y Fernando Turina donde terminé la carrera superior. Pero yo quería seguir estudiando y perfeccionando con lo que en un curso de verano en el Mozarteum de Salzburg conocí a la que sería mi profesora de canto en la Hochschule für Musik und Theater de Munich, Edith Wiens. Dos años muy duros, en los que tuve que habituarme a una nueva vida, un idioma que no controlaba en absoluto, entablar amistades… nada fácil en Alemania. Tal y como antes he comentado aquí es donde mi andadura profesional comenzó.

La vida me ha llevado a cantar en sitios como Martina Franca donde canté la Donna Serpente de Casella, Seattle donde acabo de debutar la Micaëla, el Liceu donde debuté la Donna Anna, Matsumoto en el Saito Kinen Festival con la Alice de Falstaff, la Korea National Opera en Seoul donde el año pasado canté la Viuda Alegre y ahora voy a debutar el rol de Jenny Hill de la ópera de Kurt Weill, Ascenso y Caída de la ciudad de Mahagonny

He actuado también en escenarios como el Prinzregententheater en Munich donde canté la Musetta o la temporada de ABAO, donde debuté la Mimí, algo que tendré grabando en mi corazón para siempre. En el Teatro de la Zarzuela de Madrid he cantado Catalina de Gaztambide y el rol de Narcisa en la Clementina de Boccherini. También actué en el Teatro Massimo di Palermo donde abrimos la temporada con la ópera Gisela! de Henze.

goikoetxea mahagonny

De su repertorio por venir, creo que destaca sobre todo esa Vitellia de La clemenza di Tito que abordará en el Liceu de Barcelona, donde ya hizo Donna Anna en Don Giovanni. ¿Hacia dónde está orientando su agenda y su vocalidad ahora mismo? 

La temporada 19/20 será muy interesante, ya que volveré al Liceu con un papel que es un icono de las heroínas mozartinas, como es Vitellia. Además la dirección escénica corre a cuenta de David McVicar, estoy muy emocionada por conocerle y trabajar con él. Debutaré también en el Teatro Campoamor con el papel de Woglinde en Götterdämmerung, tenía muchas ganas de cantar Wagner y creo que es el papel ideal para adentrarse en el mundo wagneriano. La Orquesta Sinfónica de Bilbao me ha invitado para interpretar la 9ª Sinfonía de Beethoven bajo la batuta del maestro Erik Nielsen. Y destacaría también mi debut como Violetta en el Teatro de la Maestranza. En el festival Musika-Musika cantaré el Gloria de Poulenc junto a la Coral de Bilbao. Volveré también a Seattle el año que viene aunque por el momento no puedo anticipar el título, pero será otro gran debut, un rol precioso. También volveré a adentrarme en el mundo bohemio pucciniano como Mimí. Soy una soprano lírico y he intentado escoger el repertorio según me sentía vocalmente y personalmente, pero ahora mismo me encantaría y me siento preparada para cantar roles como Madame Butterfly, Desdemona, Mimi, Tosca, Rusalka, Arabella, Norma... Ojalá lleguen pronto a mi vida!. Son roles que me llenan el alma.

¿Cómo valoraría la situación de la lírica en su tierra, en el País Vasco? La temporada de ABAO, el Teatro Arriaga, la Quincena… ¿Gozan de buena salud?

La salud lírica creo que es mucho más que notable en el País Vasco, no creo que debamos comparar entre teatros, pero tanto ABAO como Arriaga y la Quincena creo que hacen un maravilloso trabajo, trayendo a cantantes de primera fila y apostando por producciones imponentes y sobrecogedoras.

Boheme Vanessa Goikoetxea