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Robert Brufau: "Después de 20 años, l´Auditori ya tiene una personalidad propia"

Recién presentada hoy la temporada 20/21 de l´Auditori, en el marco de un proyecto a tres años vista, conversamos con Robert Brufau, el principal responsable de la institicuión desde hace año y medio.

Temporada OBC, Festival Llums Antiga, Banda Municipal de Barcelona, Sampler Series… Parece que l´Auditori ha encontrado finalmente la fórmula para ordenarlo todo y que no parezca un cajón de sastre. Además se anuncia ahora un proyecto a tres años vista, algo inédito en esta casa.

Bueno, hace tiempo que trabajamos en diferentes series y lo tenemos todo bien segmentado. Casi le diría que hemos hecho un esfuerzo más bien al revés, unificando el discurso artístico y dándole forma global. Toda la idea del proyecto es dar sentido y coherencia a las diferentes programaciones, pero es verdad que l´Auditori, si quiere ser un reflejo de la sociedad del siglo XXI, ha de ser un reflejo de sus gustos musicales. Desde la temporada pasada he intentado dar este discurso de unidad artística bajo el paraguas de la efeméride de Beethoven, pero esta es la primera temporada que he podido incidir en todos los aspectos. A mi entender, la ciudad de Barcelona tiene muy claro qué papel juegan el Liceu o el Palau de la Música Catalana, como focos de la cultura, en mayúsculas.

¿Y cúal es el espacio que ocuparía el Auditori en ese contexto?

Lo que quiero reivindicar es que, después de 20 años, l´Auditori ya tiene una personalidad propia, y dentro del ecosistema musical de Barcelona sabemos que somos cien por cien públicos, que tenemos un edificio moderno, con una acústica moderna y el mejor equipo técnico y también que somos los más jóvenes, casi diría unos novatos al lado de estas instituciones musicales centenarias de la ciudad. Y con esto, formamos parte esencial de la vida musical de la ciudad y tenemos dos de los principales instrumentos sinfónicos del país. Por lo tanto, defiendo en mi proyecto y en la nueva programación que l´Auditori sea un reflejo de la diversidad musical del siglo XXI. Todo lo que hacemos ahora a nivel artístico, a nivel de comunicación e incluso a nivel de trato con los agentes, es fruto de esta nueva identidad artística. Buscar esta personalidad y unidad con un proyecto a tres años vista nos da margen para pensar a medio término y no estar pendientes de qué se me pudiera ocurrir a mí el año que viene.

¿Diría que la 20/21 es la primera temporada con la que se siente cien por cien identificado, a nivel artístico y estético, desde que es director de l´Auditori?

Totalmente. Desde el año y medio que llevo como director es así. Es cierto que en los seis años anteriores en mi puesto de director de programaciones ya pudimos hacer un buen trabajo, pero es ahora cuando le he podido dar el sentido global que buscaba: la orquesta OBC, la Banda Municipal de Barcelona, todo forma parte de un mismo sentido.

En el libro de temporada y nada más empezar, se cita a John Cage, a Stravinski, con un fragmento de su Poética Musical en forma de seis lecciones y en su artículo de presentación se refiere a Anton Webern. Esto, en sí mismo, parece toda una declaración de intenciones y demuestra una clara idea estética detrás, ¿es así?

Por supuesto. Se trata de dar respuesta a toda esta idea de la modernidad musical, ser reflejo de lo que es y ha de ser la música del siglo XXI, ser complementarios a lo que ya existe en Barcelona, tener conciencia de que somos cien por cien públicos y que tenemos este carácter y esta obligación. Todos los programas de la orquesta van en esta dirección, insinúan un camino. Es un discurso buscado y claro, por eso esas referencias artísticas en las citas, porque son compositores y personalidades con libros de referencia, no nos hemos inventado nada. Además, quiénes mejor que ellos como inspiración del discurso que define esta nueva temporada con la “Creación” como marco artístico.

Otra característica fundamental de la nueva temporada es el papel preponderante de la mujer, por fin, como creadora y protagonista al podio. De hecho, creo que con las ocho directoras previstas para dirigir la OBC en diversos conciertos, estadísticamente rompéis una norma y os elimináis de golpe el techo de cristal histórico que tenía la formación.

Pues de alguna manera sí. Yo lo que explico es que son ocho, un 27% del total y esto es un reflejo más fiel de lo que está pasando a nivel mundial. Sólo hace falta entrar y ver en las parrillas de artistas de las grandes agencias de Londres o Berlín, para ver que esto es así. No hemos de ser una excepción en ese sentido y si nosotros podemos poner nuestro granito de arena e incidir en esta realidad para que las estadísticas crezcan, mejor que mejor. Al final esta renuncia sistemática e histórica del 50% del talento que ofrece la sociedad es algo un poco absurdo.

¿Cómo ha sido la elección de estas ocho jóvenes directoras, con qué criterio?

Con mucha búsqueda, muchos viajes, pero sobre todo mucha búsqueda.

¿Destacaría alguna de las ocho nuevas mujeres que dirigirán por primera vez la OBC? Imagino que para casi todas ellas supondrá su debut en Barcelona e incluso en España.

Estoy muy contento de la elección de todas ellas, me sería muy difícil destacar alguna, todas son directoras muy interesantes y de hecho tendremos más mujeres a la batuta en la próxima temporada, no cabían todas en esta.

Será éste, entiendo, un criterio que marque también las siguientes temporadas.

Y tanto, en el caso de las directoras y compositoras es un camino de no retorno, una golondrina no hace verano.

Alguien podría preguntarse por qué no hay ninguna directora española…

Bueno... está complicado el tema de la mujeres directoras españolas.

¿Cree que en ese aspecto estamos a la cola de Europa?

Sí, seguramente, pero ya aparecerán. No es un problema de talento, es más bien que desde las escuelas se incentive lo suficiente esta trayectoria. Tampoco lo podemos asegurar, lo desconozco, quizás haya más de una española en alguna de las escuelas de directores europeas y de aquí tres o cinco años volvamos a hablar y podremos mencionar a dos o tres que hagan muy buen trabajo. Es como ahora con las compositoras y nombres como Raquel García-Tomás o Núria Gimenéz-Comas que en pocos años están en boca de muchos por su trabajo.

Ahora que menciona a mujeres compositoras. Este año tendrán como compositora invitada de la temporada a Cassandra Miller, además de Thomas Adès, mucho más conocido por el gran público. ¿Porqué se ha escogido a Cassandra? ¿Hay una idea de contraposición o complementariedad con la obra de Adès?

Nos interesa especialmente la obra de Cassandra, eso es evidente. Su música es una constante de referencias, de guiños a otras obras, todo su corpus gira en torno a la idea de la creación desde la nada. Esta es una de las lineas de trabajo que hemos desarrollado a lo largo de esta temporada. Tendremos varias de sus obras: Belcanto para soprano y ensemble, About Bach para cuarteto de cuerda... y le hemos hecho dos encargos, uno de cámara y otro para orquesta.

Por lo leído en el programa, estas obras de encargo todavía no tienen titulo, ¿significa que todavía son un work in progress?

No tienen título todavía, suele ser lo normal a estas alturas. En el caso de Thomas Adès, a quien también le hemos hecho un encargo, éste sí tiene título: Humoresque para violín y orquesta, seguramente porque es un autor ya muy consagrado, aunque esto suele depender de los autores, de cada compositor. Pero que las nuevas obras de encargo no tengan título es muy habitual.

En relación a que haya un compositor y una compositora residentes debo decir que sí fue algo buscado, aunque el año que viene no será así porque serán dos hombres. No hay una obsesión de contraponer a un hombre y una mujer compositora cada año, entre otras cosas porque no hay tantas, todavía, pero esto cambiará con los años. Hay que seguir insistiendo y aportar. Es cierto que son dos perfiles de compositores, Adès y Miller, muy diferentes, no solo estéticos, sino por su recorrido, sus intereses. Miller es más joven, menos conocida, no es que tenga poco recorrido pero al lado de un tótem como Thomas Adès, es diferente y sí son complementarios, de alguna manera buscábamos eso.

También continúan apostando por los nuevos compositores, jóvenes y en formación en el aula de composición del ESMUC, como Marc Flores. ¿Cómo funciona la relación del Auditori y el ESMUC?

Con el ESMUC estamos vinculados de diferentes maneras, como por ejemplo con el Premio Joan Guinjoan, o en el terreno de algunas actividades conjuntas que desarrollamos. También tenemos relación con el Curso Internacional de Composición de Barcelona, conjuntamente con el Institut Francés, quienes hacen muy buen trabajo y también colaboran con el ESMUC.

Dentro de la temporada, ¿qué nos puedes decir de Thomas Adès y su residencia como compositor invitado?

Hemos intentado ofrecer una visión representativa de su obra, desde música de cámara a obras sinfónicas u obras que a mí me parecen fascinantes y que ahondan en el tema de la creación, médula central de la temporada. Refuerzo del discurso de la creación desde la nada, con diferentes obras como por ejemplo sus Estudios sobre Couperin que tratan exactamente de este tema. Es una maravilla de obra que se basa en las composiciones de Couperin para revisitar toda su obra. Después también está el tema de la creación divina con In seven days, otra obra preciosa que es en realidad un concierto para piano con video y orquesta, espléndido. La solista será Neus Estadella, una pianista mallorquina extraordinaria que tenemos dentro del mundo de la música contemporánea.

Cambiando de tercio, da la impresión de que por culpa de la crisis del Covid19, y toda la suspensión de la actual temporada desde marzo, el Año Beethoven ha quedado algo descafeinado. En la nueva temporada se ofrecerá su única ópera, Fidelio, en versión de concierto y poco más. ¿Se intentará recuperar algo de la programación perdida?

Iremos viendo si podemos recuperar conciertos, pero es evidente que con la aparición del coronavirus varios de los conciertos por el aniversario de Beethoven quedaron cancelados.

¿Y qué pasará con la integral de sinfonías de Beethoven que tenía programa Jordi Savall? Nos quedamos justo después de la Quinta sinfonía. ¿Podrá acabar el Ciclo?

Con Jordi Savall completaremos seguro la integral, habrá que buscar fechas para ello, aquí queda un concierto y el otro, como ya estaba previsto, se hará en el Liceu. De todas maneras si hubiera un repunte de Covid19 hemos previsto un Plan B. La idea sería completar la oferta presencial con las limitaciones que se tengan que tener, un tercio, un cincuenta por ciento, lo que cumpla las normas de seguridad. La idea es tener un plan alternativo por si no podemos cubrir a todo nuestro público al cien por cien en toda la diversidad de nuestra oferta. Este plan alternativo se ha hablado y se está trabajando con los mismos artistas ya programados y estará acotado a una realidad diferente. Una de las opciones, en este sentido, es una plataforma de streaming que ofrecerá toda la actividad en video. Así todo el público que no pudiera venir o no quisiera por razones de salud o no se sintiera seguro por las razones que sean, también podría disfrutar de la programación.

Siguiendo con la programación ¿Qué nos puedes decir de la visita de la ONE y David Afkham en un intercambio con la OBC, que también visitará Madrid?

Es una iniciativa apasionante que recuperamos en el marco de los proyectos de giras e intercambios con otras orquestas. Este intercambio con la ONE es algo que se había hecho hace ya mucho tiempo, en años anteriores. Hemos querido recuperarlo porque es algo saludable y normal. Nosotros estaremos presentes en su temporada con un programa con obras de Sardà, Dvorak y la Suite sobre Lady Macbeth de Msensk de Shostakovich y ellos vendrán con un programa de Turina, Ginastera y Strauss.

Volviendo de nuevo al streaming que ofrecerá el Auditori. Es una opción que viene para quedarse parece.  

Lo que queremos mantener sobretodo es la cita y el ritual del concierto pues tenemos un público que nos sigue y al que hay que cuidar. Habrá streaming desde la fecha del estreno de los conciertos y se irá creando una mediateca de l´Auditori. Es evidente que el tema del Covid19 nos ha cogido en un momento clave pero ya teníamos prevista esta plataforma de streaming y no ha hecho más que acelerar el proceso. También hemos aprovechado de encauzarnos a una digitalización que era un tema pendiente de hacer, habrá una nueva web para el año 2021, y el tema de este nuevo canal streaming del Auditori es como una previa de este proceso. Este nuevo canal auditoridigital.cat ofrecerá una oferta vídeo bajo demanda, con suscripciones de pago, mensuales o anuales, como sucede con Filmin o Netflix que nos han servido de referencias salvando las distancias. Se podrán visionar conciertos puntuales pero también el espectador podrá suscribirse a diversos abonos, combinando la parte virtual con la presencial.

Estos abonos virtuales, ¿no podrían restar público presencial?

No, en absoluto, creo que estamos en un camino de no retorno, pero un concierto en vivo nunca será sustituido por uno virtual, será un complemento si acaso. La experiencia del directo es insustituible. Será una experiencia diferente y es aquí donde tenemos el trabajo de convertirla en algo distinto, ahí está el trabajo por hacer. Hay que imaginar que no sea solo una opción de vídeo al uso sino que tenga diferentes contenidos, desde una entrevista backstage a testimonios de los protagonistas en los ensayos, hay que ser creativos e ir más allá. De todas maneras y adecuándonos a la situación actual, con el anuncio de la nueva temporada, se podrán renovar los abonos o hacerse nuevos, pero no será hasta septiembre que nos pondremos en contacto con los abonados para ofrecerles las opciones que sean posibles según la situación en la que estemos. Por eso tampoco se cobrarán los abonos hasta septiembre.

¿Hay fecha de inicio de este nuevo servicio de streaming?

Si, en el caso del plan B por ejemplo será con el primer concierto de la nueva Bienal Internacional de Cuartetos de Barcelona, comisariado por el Cuarteto Casals. Esta Bienal forma parte de las novedades de la nueva temporada. Como el Festival Mozart programado en verano donde la OBC invita a una serie de solistas y donde se interpretará mucha música de nuestro patrimonio, desde Carlos Baguer a Ferran Sor, pasando por Haydn y con un sello definitorio en que invitamos a batutas especialistas en este repertorio historicista como Andrea Marcon, Jonathan Cohen o Laurence Equilbey por ejemplo. Este Festival es una herramienta fantástica para el saneamiento de la orquesta, una construcción del instrumento sinfónico necesaria y vital. Otra novedad es que inauguramos la temporada con la Bienal Internacional de Cuartetos, que queremos sea una referencia europea como certamen de cuartetos de cuerda, un proyecto muy atractivo y ambicioso que va más allá de los grandes conjuntos de cuartetos como el Artemis o el Modigliani y presenta unas agrupaciones locales a parte de los Casals que demuestra la gran escuela creada aquí que sigue la estela de los Casals. Una Bienal que además tendrá muy presente en su programación la parte de contenido patrimonial. Y también last but not least la novedad de la creación de un Coro del Auditori que nos permitirá interpretar obras sinfónico-corales de gran calidad. Será dirigido inicialmente por Xavier Pastrana, pero no será una titularidad a largo plazo, serían como unos tres años, o sea que no como una titularidad de una orquesta porque aquí en Catalunya existe un gran tradición coral, tenemos grandes directores corales y queremos que haya una rotación. 

Por último, Kazushi Ono renovó hasta la temporada 21/22 pero su proyecto a medio plazo incluye hasta la temporada 22/23, ¿qué sabemos del futuro nuevo director de la OBC?

Estos años estaremos en fase de pruebas, probando directores y lo iremos viendo...

Habrá que estar atentos pues para descubrir a la futura batuta de la OBC, ¿quizás sea una mujer?

Veremos, lo que está claro es que estas dos próximas temporadas estaremos probando gente.

Foto: May Zircus.