Joan Enric Lluna Alex Baker

 

Joan Enric Lluna: “Está pendiente reconocer a Joaquín Rodrigo como un músico de talla universal”

Grabado en abril de 2019 en el Palau de Les Arts de Valencia, el sello IBS Classical publica ahora un CD monográfico consagrado a la música orquestal de Joaquín Rodrigo, con Joan Enric Lluna al frente de la Orquesta de la Comunidad Valenciana. Junto con otro reciente álbum consagrado a Weber, con la Berliner Camerata, se trata del debut discográfico como director de este clarinetista valenciano.

Este nuevo disco, Soleriana, es la primera de dos novedades discográficas que confluyen este año en el catálogo de IBS, ambos álbumes bajo su batuta.

Eso es, sí. Por un lado sale ahora este CD dedicado a Rodrigo y en enero salió otro con obras de Weber. De hecho, son dos discos grabados casi a la vez. En abril de 2019 hicimos en Valencia el de Rodrigo y una semana después grabamos en Berlín el de Weber, con la Berliner Camerata. Para mí ambos discos han representando un proyecto conjunto.

¿En qué sentido?

Se trata de la primera vez que publico discos en mi faceta de director. Ya lo había hecho antes como clarinetista. Pero estos dos álbumes son mi debut discográfico a la batuta. En el caso del disco de Weber hago doblete, como solista y como director, porque el CD incluye los conciertos para clarinete y las sinfonías.

¿De dónde arranca su vocación por la dirección de orquesta?

Dirigir me ha interesado desde hace muchos años. De hecho, cuando estuve estudiando en la Guildhall School of Music de Londres, tras completar el posgrado de clarinete, decidí estudiar análisis y dirección orquestal con los profesores de allí. Después tuve una orquesta en Londres con amateurs y jóvenes, con la que empecé a practicar. También estuve un par de años detrás Jorma Panula, para trabajar con él. Pero en el mundo de los directores de orquesta, a nivel profesional, no me había metido en serio hasta ahora. Y debo decir que es un mundo muy peculiar (risas). Creo que siempre tuve cierto reparo a ir dejando atrás el clarinete si me dedicaba en serio a la dirección de orquesta. Pero lo cierto es que vengo compaginando ambas facetas sin problema, hasta ahora, metido cada vez más de lleno en la dirección de orquesta.

Este disco en torno a Rodrigo surge directamente de unos conciertos en Valencia, en el Palau de Les Arts.

Sí, aquellos conciertos se organizaron en torno al veinte aniversario del fallecimiento de Joaquín Rodrigo. Las obras que interpretamos entonces, las mismas que forman parte del disco, tenían todas una misma particularidad, y es que están concebidas para una orquesta de cámara. Cuando tuvimos diseñado el plan de los conciertos y el programa entendí que era una ocasión espléndida para dejar constancia discográfica de estas obras, que no han sido apenas grabadas. Como es bien sabido, en la obra de Rodrigo hay algunas piezas muy conocidas e incluso populares, como el Concierto de Aranjuez, pero en cambio otras han quedado un tanto olvidadas, a pesar de ser de enorme calidad e interés. Cuando hablé con Paco de IBS de este proyecto, la idea le entusiasmo y nos pusimos manos a la obra.

Es bien cierto que en el catálogo de Joaquín Rodrigo son muchas las obras olvidadas y ensombrecidas, precisamente por la tremenda difusión de algunas piezas como el Concierto de Aranjuez. Es como si Rodrigo haya terminado siendo víctima de su propio éxito.

Es verdad y es una pena. Su hija Cecilia es muy activa en este sentido, haciendo mucho hincapié en el amplísimo catálogo de Joaquín Rodrigo. Yo mismo he de decir que no estaba lo suficientemente familiarizado con estas obras que grabamos en Valencia. Conocía Soleriana y había escuchado las Dos miniaturas andaluzas, de cuando se estrenaron en Valencia en 1999, con la Orquesta de Cámara Joaquín Rodrigo. Pero nunca me había metido a fondo a estudiarlas y fue entonces cuando descubrí su riqueza. Me parecen, de veras, obras de primer nivel, inspiradísimas y con un dominio tremendo de la orquestación. Hay también un punto experimental en algunas de estas piezas, como en el Villancico de la Zarabanda.

Creo que poco a poco va calando la idea de que la obra de Rodrigo debería estar más a menudo presente en las salas de concierto, en los programas de abono de nuestras orquestas. La Filarmónica de Berlín, nada menos, ha programado el Concierto de Aranjuez para la próxima Navidad, con Kirill Petrenko y el guitarrista Pablo Sáinz Villegas.

Eso es fantástico. Tengo la impresión de que poco a poco se reconoce su importancia y su vigencia, aunque queda mucho trabajo por hacer y es labor de todos el ir sumando esfuerzos para que así sea. Estas obras de cámara que hemos grabado son una excelente ocasión para ello, porque requieren una plantilla muy reducida. Realmente este disco pretendía ser una invitación, un grano de arena para que se interprete su música más allá del Concierto de Aranjuez, la Fantasía para un gentilhombre o el Concierto de estío, que yo diría que son las tres obras de Rodrigo consolidadas en el repertorio.

 

Soleriana Rodrigo Lluna IBS

 

En las notas al programa del disco se apunta una idea muy interesante sobre el neocasticismo en contraposición al mero neoclasicismo. Me gustaría que elaborase un poco más este argumento, si es posible.

Sí, como es bien sabido Rodrigo construyó su música haciendo pie en la música popular española. Pero a diferencia de Falla, Albéniz o Turina y toda esa generación, él recuperó música de los siglos XV y XVI y la transformó a partir de su propio lenguaje. Y el resultado es algo bastante único, una suerte de vía alternativa en el recorrido de la música española. De alguna manera, toda la obra de Rodrigo está atravesada por la idea de un cierto homenaje a los autores españoles de aquellos siglos, que constituyeron para él la época dorada de la música española. Y por eso, entre otras cosas, su música tiene ese color tan particular. Con Soleriana, por ejemplo, Rodrigo pretendía respetar y homenajear la forma binaria de las sonatas del Padre Soler, con sus melodías y sus harmonías, pero infundiendo a estas obras una vida nueva y un brillo distinto. Él hablaba de "formar un todo completo con sabor antiguo y fisonomía moderna”. En este homenaje al Padre Soler es donde Rodrigo demuestra su impresionante maestría en la orquestación y su imaginación sonora, es de las cosas que más me han impresionado de su escritura. Aunque aquí sí es un homenaje a un autor del siglo XVIII, en muchas otras obras suyas homenajea a los 'queridos viejos maestros' de los siglos XV y XVI. 

Es cierto que la relación de Rodrigo con la música popular española y su tradición local es bastante peculiar. 

Sí, sobre todo en sus canciones y en algunas piezas sinfónicas es evidente su recurso y homenaje al folclore popular. Es realmente emotivo escuchar una canción de las que cantaba tu abuela, reformulada en una partitura de Rodrigo. Él tenía muy claro que la música que llamamos culta tenía que estar enraizada en la música popular. 

Y a nivel local, en la Comunidad Valencia, ¿tiene la impresión de que se valora lo suficiente a Rodrigo como un icono cultural?

Mi sensación, y coincidimos en ello con su hija Cecilia, es que hay esfuerzos puntuales cuando se trata de conmemorar aniversarios y demás, pero la sensación de fondo es que la proximidad con el personaje, al tratarse alguien ‘de casa’ digamos, hace que no se termine de valorar y ponderar su talla como músico universal. 

¿Tiene sobre la mesa algún otro proyecto en torno a Joaquín Rodrigo?

Estamos trabajando en una gira con la English Chamber Orchestra, por Inglaterra, durante la próxima temporada, y estoy programando con ellos música de Rodrigo. Es clave asentar la proyección de su obra fuera de España. En Inglaterra por ejemplo es un autor bien querido; los músicos ingleses conocen bien su obra. Confío en que este disco ayude a conocer más su obra y nos avale para poderla programar más a menudo. 

Por concluir, ¿cuáles son sus sensaciones ahora que la pandemia a paralizado todos nuestros planes, en el mundo musical?

La verdad es que todo sigue siendo muy incierto. En realidad nadie sabe lo que va a terminar sucediendo. Muchos de los planes que teníamos para este año se han caído y los que todavía tenemos en pie, a un año vista por ejemplo, nadie garantiza que se mantengan. Son muchas las dudas pero creo que la clave estará en la confianza y en la capacidad de reacción que tenga nuestro sector para acomodarse a las circunstancias que se vayan dando. El público quiere y necesita música en vivo. Y los músicos queremos estar en el escenario. Lo que necesitamos ahora es que los responsables políticos tomen nota de lo importante que ha sido la cultura durante la pandemia y que se ayude a los profesionales del sector, porque muchos están desamparados mientras no haya una actividad regular como la que había antes. Hay países que han reaccionado, lo hicieron de hecho muy temprano, como Alemania, Holanda o Inglaterra. Pero en España… todavía es una asignatura pendiente, me temo.

Foto: © Alex Baker