Dennis Russell Davies c Benno Hunziker

Sobrevivir

Madrid. 10/01/19. Teatro Monumental. Temporada 18-19 de la Orquesta y Coro de Radio Televisión Española. Obras de Berg y Bruckner. Benjamin Schmid, violín. Orquesta de RTVE. Dennis Russell Davies, dirección.

Sobrevivir. Esa es la cuestión. Quizá esté algo sobrevalorado hoy en día, pero sobrevivir es fundamental. Lo lleva haciendo la Orquesta y Coro de Radio Televisión Española durante mucho tiempo. Lo suyo, lo de sus profesores me refiero, es algo épico. Deberían salir al escenario con capa y escudo. Sus mejores "armas", no obstante, son sus instrumentos. Carros y carretas que vamos a ver hacia donde se encaminan en esta nueva etapa que se inicia, de vuelta al Monumental, con nuevo intendente, repescado más bien: Manuel Ventero, quien debería demostrar que esa costumbre tan fea del paracaidismo es cosa tan solo de la política y la refrescante batuta de Pablo González, enérgica, de fuerte impulso. Ya va siendo hora de que a la Orquesta de RTVE (o sin la preposición "de", como ellos parecen preferir) se la permita dejar de sobrevivir y que empiece a vivir de nuevo.

Dos que sabían mucho de sobrevivir también fueron Berg o Bruckner. Imagínense a este último, católico devoto, dedicando su Novena sinfonía nada más y nada menos que a Dios y a este, devolviéndole el favor acabando con su vida... Bruckner el místico, el catedralicio, el que llevaba su espiritualidad hasta el punto de la obsesión. Y a falta de un Dios terrenal, ahí estaba Wagner, quien inundó sus sinfonías hasta límites insospechados. Quizá por eso Yahveh, cansado de esa idolatría hacia un hombre de pensamientos tales, acabase con Anton antes de que finalizara su Novena, que arranca con el Tristan wagneriano y en la que llegamos a escuchar el Santo Grial de Parsifal, o la espada de Siegfried. En cualquier caso, Bruckner mirando hacia atrás, hacia su interior, somo siempre buscando su perfección (nueve años llevaba dándole vueltas a la sinfonía) y una vez más en la búsqueda de la tímbrica de su venerado órgano, tan ligado a sus inicios y a la música de iglesia que toda su vida le acompañó. La Novena asoma imponente, de sonoridades y frases dilatadas e íntimos recovecos por los que se cuelan los difuminados colores vitrales, como si estos nos guiasen hacia los confines del alma humana.

Algo de estos matices se perdió en la visión que Dennis Russel Davies ofreció en el monumental. Por la rotunidad de ataques, por la oscuridad de las sonoridades. Una Novena contundente e intachablemente erigida a través de un gesto sobrio, donde Davies apenas abre su mano izquierda y el brazo derecho se mantiene en ángulo recto. Rígida moral bruckneriana, podría decirse, que la Orquesta de RTVE supo entender, regalando los mejores momentos a través de su cuerda, durante el Scherzo, de tensión mantenida hasta el final del Adagio. Hubiese sido de agradecer, no obstante, que por algún lado se indicase al público la versión ofrecida, ante la cantidad de ediciones posibles para interpretar esta obra.

En la primera parte, la formación recibió al violín de Benjamin Schmid como invitado. El instrumento del vienés se desplegó, aquí sí cargado de detalle, primoroso en el decir y exquisitamente secundado por la Orquesta, con un balance sonoro muy bien medido por la batuta.

Foto: Benno Hunziker.