Ímpetu y emoción
Madrid. 28/03/2021. Auditorio Nacional, Universo Barroco. A. Vivaldi: Argippo. Vivica Genaux (Argippo). Marye Lis (Osira). Giuseppina Bridelli (Silvero). Delphine Galou (Zanaida). Luigi De Donato (Tisifaro). Conjunto instrumental Europa Galante. Fabio Bondi, director de orquesta.
Hay muchos aspectos por los que es especial asistir a un concierto, ya no hablo de la multitud de emociones que tenemos al estar sentados en una butaca, sino las sensaciones previas a este momento. Es muy común escuchar comentarios del tipo referentes a los conocidísimos números musicales que se van a escuchar o incluso debatir sobre versiones anteriores de la misma obra. El pasado domingo 28 no se escuchaban este tipo de comentarios en el hall del Auditorio Nacional, sino que los rostros de incertidumbre marcaban las entradas a la sala sinfónica. Hoy en día es difícil encontrar este tipo de sensaciones, puesto que no estamos acostumbrados a asistir a estrenos mundiales absolutos o a recuperaciones de obras olvidadas…. Pese a las múltiples incógnitas que inundaban la sala, había una cierta atmósfera emotiva y mística. Muchos de los presentes compartíamos la idea de sentirnos como aquellos primeros espectadores del siglo XVIII que asistían al estreno de la obra de Antonio Vivaldi.
Al igual que muchas de las obra líricas del compositor del barroco, Argippo fue descuidada, perdida y olvidada tiempo después de su estreno. Fruto de la aleatoriedad y el azar estas partituras acaban en manos del musicólogo y clavecinista Ondrej Macek, quién descubrió parte de la obra del Prete Rosso. Sin embargo, no eran pocos los números que le faltaban a esta ópera. Años después de que el musicólogo checo anunciara la aparición de estas partituras, Rashid-Sascha Pegah descubrió en Darmstadt una partitura completa de una ópera en tres actos, quien la identificó como un pasticcio de Argippo. Esta partitura contenía números musicales de otros grandes compositores del periodo barroco como Pescetti, Hasse, Porpora y Vinci.
Los personajes de esta obra estuvieron encarnados en el CNDM por grandes especialistas del repertorio vocal barroco, como por ejemplo el grandísimo papel del rey Argippo protagonizado por Vivica Genaux. La mezzo estadounidense afrontó el papel originalmente escrito para un castrado con ímpetu, robustezay ambición. La calidez, el color y los muchos matices hacen que su voz sea fruto de grandes admiraciones y ovaciones, acercándonos hacia el imaginario más acertado sobre la voz de un castrado. De hecho, la mezzo es muy conocida por interpretar arias que fueron expresamente compuestas para el conocidísimo Farinelli.
La ovación del público también estuvo dirigida hacia la Osira de Marye Lis. Soprano de voz dulcísima con un brillo y una luminosidad admirable. Destacó en Di Zenaida le furie y Temo, né so con pasajes muy coloridos en los que la agilidad y la velocidad de las coloraturas se apropiara de su voz, mientras que en las arias de mayor sentimentalismo, el color y el brillo de sus agudos hicieron emocionar a los asistentes. El Silvero de Giuseppina Bridelli destacó por los pasajes más oscuros y de retrospección psicológica, debatiéndose constantemente entre guardar silencio y dejar que su enemigo muera junto con su esposa, o hablar y enfrentarse a su rey, algo que suponía dejar el destino de su vida en manos del azar. La voz oscura de la mezzo italiana relució en Del fallire il rimorso è la pena y Se la bella tortorella, donde demostró sus habilidades y su especialidad en el repertorio vocal barroco.
No estuvo tanto a la altura la voz de Delphine Galou¸ quien encarnó a la hija del rey mongol. En un primer momento, la falta de volumen marcó sus intervenciones, pero a medida que avanzaba la obra, fue creciéndose sobre el escenario; al igual que su personaje. En el papel de padre y rey mongol pudimos escuchar la amplia y gruesa voz del bajo italiano Luigi De Donato. Sin duda el papel grandilocuente y potente para una voz de estas características. En Dov’è la norte y en A’ piedi miei svenato dejo relucir la potente paleta de medios y agudos. Sin embargo, en los pasajes más graves, la voz del italiano no estuvo a la misma altura.
En cuanto a la parte instrumental, la agrupación Europa Galante, dirigida por Fabio Bondi realizó un papel increíble. Pocas orquestas y grupos historicistas de este tipo ofrecen versiones tan bien estudiadas, preparada y controladas. La compenetración entre las voces y la orquesta fue sublime, al igual que la gestualidad de su director al mismo tiempo que desempeñaba la función de concertino. En resumen, Fabio Bondi dirigió la obra con ímpetu y emoción admirable.
Foto: Rafa Martín.
