Clementine Margaine portrait 

Clémentine Margaine: "La carrera de canto siempre es un work in progress"

Acaba de debutar en el Liceu con las funciones de La favorite de Donizetti. La joven mezzosoprano Clémentine Margaine (Narbona, 1984) es una de las voces francesas más destacadas de su generación. Carmen es un rol fetiche ya para ella: con él debutó en el Metropolitan de Nueva York y con él debutará también proximamente en la Royal Opera House de Londres. Conversamos con ella en Barcelona para saber más de sus orígenes y sus próximos proyectos.

Usted forma parte de la nueva generación de cantantes francesas post Natalie Dessay o Sophie Koch. La prensa especializada la define como una voz muy interesante, de verdadero color de mezzo. ¿cómo la definiría usted?

Es una pregunta difícil. Bueno nunca ha habido duda en lo que respecta a mi tesitura. De todas maneras hay varios colores en el registro de mezzosoprano, de hecho en La favorite se necesita tener unos buenos agudos. Personalmente siempre me he sentido muy confortable con los graves, mi registro armónico allí se explaya con naturalidad. Por supuesto para este rol de Leonore se necesita tener una buena amplitud vocal, es un rol muy exigente. Las mezzos jóvenes suelen empezar con los roles de Mozart o Rossini, para encontrar un buen equilibrio en la voz y cantar con facilidad en el registro más claro de mezzo, pero ese no fue mi caso. Es también es una cuestión de gustos, si prefieres una mezzo más clara o más oscura. 

A los cantantes normalmente no les gusta escuchar su voz grabada, ¿es su caso también?

Ciertamente, pero sirve mucho grabarse para descubrir nuevos colores en tu voz.

¿Usted descubre nuevos colores cuando se escucha?

Por supuesto, con el repertorio uno descubre sus posibilidades. De hecho La favorite es mi primer rol belcantista, me ha enseñado mucho a usar nuevos giros vocales, colores, notar como flotan las notas altas… uno siempre crece con los nuevos roles. Esto me apasiona, la carrera de canto siempre es un work in progress.

Pero usted es joven todavía, una mezzo con treinta y cinco años tiene mucha carrera por delante. Usted ya ha cantado muchas veces Carmen, que de hecho se ha convertido en el rol que más veces ha interpretado desde el Met de Nueva York a la Ópera de París. Antes mencionaba que las jóvenes mezzos comienzan su carrera cantado roles de Mozart, también de Händel o Rossini. ¿Por qué usted no?

Bueno, desde el conservatorio siempre me dijeron que tenía una voz grande, aunque yo no nunca pensé en eso. Me considero una mezzo lírica, uno no nace con una voz dramática en principio, no se nace con voz de Amneris o Eboli. Yo si canté algunos roles de Mozart o Händel, al entrar al ensemble de la Deustche Oper de Berlín, pero ha sido mi agenda la que me ha llevado al repertorio actual. No descarto cantar Mozart, Rossini, de hecho me gustaría mucho también. Pero ahora mismo me encuentro en un momento perfecto con el repertorio francés romántico que estoy interpretando, Carmen, Dalila que todavía no he debutado pero lo haré y la cantaré bastante en los próximos años…

¿Dónde?

Tengo prevista cantarla en el Met y en Chicago por ejemplo; también volver a cantar Charlotte de Werther.

Ópera con la que debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires, ¿cómo recuerda esa experiencia? Un teatro famoso por su acústica, de hecho según declaraciones de Jonas Kaufmann, el teatro de ópera con mejor acústica en los que él ha cantado.

Es cierto, es una acústica increíble. Allí canté mi primera Charlotte, la volveré a cantar en Viena, y he de decir que es un rol que amo, creo que me llegó en el momento justo. Me pareció ideal para mi voz, y no solo a nivel musical; como carácter también me siento muy identificada. Todos me dicen que ‘soy’ Carmen, pero no lo siento así, no me siento más Charlotte.

Interesante, ¿Quién es Carmen para usted?

Complicado de explicar, todas las mujeres son un poco Carmen de alguna manera, pero yo me considero una persona mucho más reservada. Entiendo y siento a Charlotte, su carácter romántico, su delicadeza, sensibilidad. Es una música maravillosa, la adoro.

Pero continuando con los roles de repertorio que se adecuan a mi voz actualmente, Dulcinea del Don Quixote, Didon de Les Troyens, y ahora tengo previsto un par de roles de belcanto. Cantaré Adalgisa de Norma en Madrid, en lo que será mi debut con el rol.

Suena perfecto, ¿sabe con quién? ¿Podría ser con Sondra Radvanovsky?

La verdad es que no lo se todavía, podría ser. Ahora se abre un nuevo capítulo también con mi próximo debut como Amneris este julio en Australia. Los roles verdianos para mi son los más excitantes. Definitivamente me siento más cerca de Verdi que del belcanto. 

Cerca de Verdi está Wagner, su voz suena a que en un futuro podría ser una Kundry muy interesante.

Me lo han ofrecido un par de veces pero dije que no. Todavía prefiero esperar y cantar más roles del belcanto. 

Es curioso hablar de belcanto en una versión original francesa de Donizetti. Cómo lo ha experimentado.

Es cierto que son mis comienzos con el repertorio belcantista, además de La favorite he cantado Il templario de Nicolai con Juan Diego Flórez, cantaré Adalgisa… Noto que el belcanto es bueno para mi voz, me obliga a medir la amplitud de la tesitura, la flexibilidad, la coloratura. Recuerdo este año en mi debut como Fides de Le Prophète de Meyerbeer, que para mi es como belcanto también, me pareció un rol imposible pero del que aprendí mucho, además junto a Gregory Kunde.

Usted es joven y lleva una carrera bastante meteórica, pero parece mantener muy bien los pies en la tierra, se le ve una persona calmada. ¿Es así también cuando debuta un rol como Leonore de La favorite en un teatro como el Liceu? ¿Qué sintió en su debut en Barcelona?

Fue un gran placer, el equipo de trabajo fue fantástico. Otros compañeros me habían hablado muy bien del ambiente de trabajo en teatro y es cierto. Siempre te ponen las mejores condiciones profesionales; hay una gran calidez humana. Como artista, esto te ayuda a controlar el estrés. Ya visité el Liceu hace años como espectadora, creo que fue una función de Carmen, precisamente. Es una sala preciosa y cantar en el escenario delante de esta belleza es inspirador. También me ocurrió algo similar en el Colón de Buenos Aires. No tengo una fórmula magistral para la concentración pero soy una persona que se cuida la alimentación, le gusta hacer deporte, pasear por la ciudad en la que canto, el otro día estuve en la Sagrada Familia por ejemplo. Es mi manera de gestionar los nervios intentar hacer una vida lo más normal posible. Me fui a bañar al mar el día después del estreno y ¡fue fantástico!.

Nota diferencias en la calidez del público mediterráneo, usted que ha cantado ya en varios teatros con públicos de varios continentes, ¿qué opina de los aplausos según los teatros o nacionalidades?

Pues he de decir que seguramente el aplauso más frío... ¡es el del público francés! Depende del teatro claro. He cantado en la Bastille por ejemplo, Carmen y L’heure espagnole, y es cierto que el edificio es muy grande y la ópera de por sí ya es fría.

Pero el Liceu también es un teatro grande.

Sí pero aquí se siente el calor del público, se siente su presencia cerca de ti, incluso la calidad del silencio que se crea. Quizás la lejanía estre la escena y la sala en la Bastille no ayuda, porque por ejemplo en L’heure espagnole hasta el final no pudimos saber la reacción del público que he de decir fue fantástica.

Usted ha trabajado con varios registas españoles, Carmen con Emilio Sagi, también la misma ópera en producción de Calixto Bieito. Dos directores de escena muy diferentes, ¿cuál ha sido su construcción del personaje con estos dos puntos de vista?.

Con Sagi trabajé unas pocas semanas, con Calixto muy poco porque trabajé con su asistente. Pero he decir honestamente que para mi no es especialmente relevante estar en un coche en medio del escenario o en una típica taberna española como Carmen. El carácter es fuerte, nunca una es la misma Carmen, cambian la orquesta, los compañeros de reparto. Uno se crea su personaje con pequeños detalles personales en cada función. Con Carmen uno siempre ha de reaccionar con los compañeros del reparto que uno tiene, dependiendo del Don José con el que cantas, las ideas que te indica el director de escena, etc. 

Vuelve a cantar Carmen la próxima temporada en su debut en la ROH de Londres, luego a Viena, Carmen es un personaje que sigue con usted. Desea seguir con ella o está ya algo cansada y quiere debutar otro nuevos roles.

Estoy muy contenta que en esta nueva temporada que viene debuto nuevos roles. Cantar tres producciones diferentes de Carmen en una temporada es cierto que es too much, pero es un rol que me ha enseñado mucho y lo siento ya parte de mi sangre como cantante, cantarlo es como estar en casa. 

¿Ha vivido alguna función especial en la que haya notado algo como "esta ha sido mi mejor función de Carmen"?

Curiosamente esa sensación la tuve en una producción que no me gustó especialmente. No diré nombres, pero me parecía aburrida, tuvimos pocos ensayos con el director de escena…todo tenía aspecto más bien rutinario, a veces pasa, y uno se ha de estimular a si mismo. El hecho de necesitar dar más de mi misma porque no me sentía muy a gusto hizo que ese extra de darlo todo en un rol como este surgiera el efecto contrario y acabé muy contenta con el resultado.

Usted forma parte de una nueva generación de cantantes francesas o francófonas. La otra mezzo que también ha debutado rol como Leonore es la suiza Eve-Maud Hubeaux. Usted viene de una escuela de canto, la francesa, que ha tenido nombres de peso como Natalie Dessay o Sophie Koch, pero también referentes ineludibles como Régine Crespin.

Por supuesto yo he escuchado a todas las grandes cantantes, no solo a Koch también a Elina Garanca, pero reconozco en Régine Crespin un modelo que además fue con el que me enamoré del canto. Especialmente con sus canciones, por tener un instrumento que me llegó de manera especial. Pero también Cosotto, Simionatto…

¿Cree que el canto y su técnica han mejorado con la historia o cree que un cantante bueno lo es ahora como lo hubiera sido antes?

Soy un poco old fashioned en gustos la verdad. Trabajar con maestros como el maestro Muti me enseñó mucho. Hablando con el de Aida que es como una música de cámara, sobretodo los dos últimos actos que van más allá de la marcha triunfal por ejemplo. 

Es joven pero no una persona activa en las redes sociales. ¿A qué se debe?

Va con la persona, soy más de ser protagonista en el escenario que en la redes sociales. Me gusta desconectar cuando acabo la función. Me gusta salir de mi misma y ver otras cosas. No me gusta por ejemplo leer la críticas. Creo que me podrían afectar demasiado.

Solo le falta cantar Eboli parece en su agenda. ¿Lo tiene previsto o todavía no?

Me lo ofrecieron pero no me sentí preparada todavía, ahora sí lo estoy así que espero poderla debutar en el futuro. 

¿Quizas aquí en Barcelona?

Me encantaría y definitivamente es un rol que incorporaré a mi agenda, pero de momento volveré al Liceu antes para cantar Amneris.