Scala seta Sarria19

Novedad rossiniana

Sarrià. Teatro de Sarrià. Rossini: La scala di seta. Irene Mas, Roberto Maietta, Jorge Franco, Carles Pachon, Nuria Vinyals, Elia Juan Ongay. Orquesta Barcelona Concertante. Dir. de escena: Anna Ponces. Dir. musical: Assunto Nese
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La scala di seta, de Rossini, una de las "farsas" de juventud del compositor, estrenada en 1812 y una de las menos conocidas hoy en día, ha sido representada en varios teatros por la compañía de los Amics de l'Òpera de Sarrià (Barcelona) por el competente equipo que dirige el tenor Raúl Giménez y bajo la dirección musical del maestro Assunto Nesse. Con estas representaciones, la compañía inicia su quinta temporada que incluirá también la Cendrillon de Pauline Viardot y culminará con una ópera "grande", Il matrimonio segreto de Cimarosa.

La Scala di seta fue pulcramente dirigida por la orquesta de cámara que ocupó el foso del elegante Teatro de Sarrià, y contó con un equipo excelente, encabezado por la Giulia de Irene Mas, que tuvo a su cargo difíciles exhibiciones vocales, incluyendo la constante coloratura que el compositor exigía a sus personajes. También pide lo mismo de los demás protagonistas, especialmente del primer bajo bufo, el impertinente y metomentodo criado Germano, que recibió una interpretación magistral por el ya conocido barítono bufo Roberto Maietta. No sólo cantó con gran aplomo y perfección sino que se movió con gran eficacia escénica, contribuyendo a dar el adecuado tono cómico a esta ópera bufa de comicidad relativa.

Se hizo notar el tenor Joge Franco como Dorvil, evidenciando una voz tenoril aun por madurar pero prometedora. Núria Vinyals cantó el papel de seconda donna, la prima Lucilla con una sola aria que cantó con suficiencia. El barítono Carles Pachón fue la otra gran estrella del reparto, con su pose escénica impecable y su voz baritonal de lujo, en el papel del pretendiente de Giulia.

El desarrollo escénico, muy cuidado por la dirección teatral de Anna Ponces, hizo que el público, que llenó la sala en los dos días de función (y tambiénen Sitges y Manresa) acogiera con risas y entusiasmo las funciones, en las que, contra lo habitual, fueron aplaudidos todos y cada uno de los números musicales.