Negri Obituario 2019

Adelaida Negri, mutis en pianissimo

Un amigo en común, que no salía de su estupor, me dio la noticia. Nadie lo intuía, nadie lo esperaba. La dignidad de esa gran señora que fue Adelaida Negri le impuso el silencio y la reserva. En diciembre pasado, Anna Pirozzi y yo habíamos tenido la oportunidad de visitarla en su Casa de la Ópera de Buenos Aires mientras ensayábamos Norma en el Teatro Colón. Adelaida había sido la única soprano argentina que cantara ese rol en el Colón -rol que hasta ese 1985 había sido de Raísa, Muzio, Cigna, Milanov, Caniglia, Callas, Gencer y Sutherland-. Adelaida pudo asistir a la última función de nuestra ópera desde el palco de la dirección artística, gentilmente ofrecido. Cuando fui a recibirla al hall, la encontré en medio a una nube de admiradores que le testimoniaban su afecto. Al final de la función, mientras íbamos juntos a saludar a Anna al camarín, en su paso por el escenario pudo reencontrarse con quienes habían trabajado con ella. Adelaida estuvo muy feliz ese día. Lo recordábamos con Anna en la conversación de hoy. Ambos ignorábamos por entonces la cruda realidad.

Después de consultar el libro Adelaida Negri: vida, arte y talento que Adelaida Negri y Christian Lauría imaginaran -y que ella me firmara con afecto en diciembre- corroboré que la había escuchado por primera vez en el Mefistofele de la temporada 83 del Teatro Colón. Soprano de la época “pre marketing”, Adelaida Negri atravesó esos años donde las carreras se hacían a fuerza de talento, estudio y disciplina. Nacida en Banfield (B.A.) el 12 de diciembre de 1943, ya de pequeña -según cuenta en su libro- se había apasionado por la música, el teatro y la historia. Teniendo notables aptitudes para el canto, seguirá la tradición de los profesionales de la familia y será abogada con veintidós años. Tras este diploma, ingresa al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón -y recordaba aquí al maestro Roberto Kinsky-. Tras diplomarse con las más altas calificaciones, se perfecciona con el maestro Bernardo Toscano, con quien se casará años más tarde. En 1974, Adelaida Negri es becada por el British Council para perfeccionarse en el London Opera Center. Premiada en Argentina, Uruguay e Italia, en 2016 había sido nombrada Personalidad destacada de la Ciudad por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

En 1973, Adelaida Negri debuta como Violetta en el Colegio de La Salle con la compañía de Dante Ranieri. En esa misma temporada lo hará en el Teatro Colón como Flora en La Traviata. A partir de ahí, participará en La viuda alegre, Rita, Madama Butterfly, será la V Doncella en Elektra, La vida breve, Don Carlo, Mefistofele, Lucia di Lammermoor, Norma, Beatrice di Tenda, Aida, Antígona Vélez de Zorzi -en estreno mundial-, Proserpina y el extranjero de J.J. Castro y Macbeth, a lo que se suman Nabucco en concierto, la VIII Sinfonía de Mahler y, además, Luisa Fernanda -como Duquesa Carolina- y El Conde de Luxemburgo, representadas por el Colón en el Teatro Presidente Alvear. 

Siempre en Buenos Aires, cantará más tarde Adriana Lecouvreur, Fidelio, I Masnadieri, Poliuto, Loreley y Cecilia de Refice en el Teatro Avenida. En 1997 logra fundar su ansiada Casa de la Ópera de Buenos Aires, verdadera cruzada cultural donde reúne a profesionales en carrera con valores emergentes. En este contexto, Adelaida Negri interpreta Lucrezia Borgia, Il Pirata, Le Villi, Suor Angelica, Medea, Le convenienze teatrali (Viva la Mamma), Anna Bolena, Armida de Rossini, Nabucco, Guillaume Tell -en versión italiana-, La Forza del destino, Norma y La Gioconda. A su empeño por sacar a la luz títulos olvidados o de repertorio no usual, se deben los estrenos absolutos de El tambor maravilloso de Dorfman, la Missa Splendori de Refice y varias obras de Giovanni Panella. También hizo posibles los estrenos americanos de Maria Stuarda, Elisabetta regina d’Inghilterra, La Samaritana de Refice y la Messa Solenne de Verdi como así también los estrenos argentinos de Roberto Devereux y La Straniera

Adelaida Negri actuará también en otras ciudades argentinas. En el Teatro Argentino de La Plata debuta como Donna Elvira en Don Giovanni y será la Königin en Die Zauberflöte, asumiendo también Don Carlo, Turandot, Manon Lescaut, La Traviata, Mefistofele y la Messa da Requiem de Verdi. Se agregan sus presentaciones en San Miguel de Tucumán (Le martyre de Saint Sébastien y La Traviata), Rosario (La Traviata, Lucia di Lammermoor, Aurora de Panizza y Nabucco) y otras ciudades. En el resto de América Latina: Caracas (Semiramide, L’Africana, Norma, Lucia di Lammermoor y Ione de Petrella), La Habana (La Traviata), Sao Paulo (Semiramide), Porto Alegre (Die Fledermaus) y Montevideo (Tosca, Aida, Turandot).

En España, debutará en Sta. Cruz de Tenerife en 1978 con Un ballo in maschera, pero será en el Teatro del Liceo de Barcelona -ciudad donde residirá- donde se afirme en Norma, Donna Elvira en Don Giovanni, Beatrice di Tenda, La Gioconda, Un ballo in maschera y en Cristóbal Colón de Balada -en estreno mundial-. En el Teatro de La Zarzuela de Madrid solo aparecerá como Lady Macbeth y en la ABAO de Bilbao como Anna Bolena. También se presentará en La Coruña (Tosca, Nabucco), Las Palmas de Gran Canaria (La Sonnambula y Lucia di Lammermoor), Palma de Mallorca (La Traviata, Andrea Chénier), Mahón (Un ballo in maschera, Aida y La Bohème), Sabadell (Norma, Nabucco) y en el Festival de Alicante, donde estrena Escenas Borrascosas de Balada.

Adelaida Negri debuta en Italia esa misma temporada 1978, interpretando Donna Anna en Don Giovanni (Jesi), Medea (Matera), La Vestale (Módena, Piacenza, Parma, Reggio Emilia, Ravenna), Fernando Cortez (Jesi), Norma (Piacenza, Parma, Ferrara, Reggio Emilia, Módena, Rovigo, Treviso, Trieste, Pádova y otras), Anna Bolena (Cagliari, Turín), Lucia di Lammermoor (Bérgamo, Lecce, Génova, La Spezia), Saffo de Pacini (Catania), Nabucco (Fermo), Macbeth (Trieste), Il Trovatore (Mantua, Atri), La Traviata (Génova, Messina, Pisa), Simon Boccanegra (Cagliari), Un ballo in maschera (Fano, Trieste), Aida (Cagliari, Bari), Mefistofele (Arena de Verona), La Gioconda (Fermo, Trapani), Cavalleria Rusticana (Viterbo, Massa Maritima), Pagliacci (Macerata, Viterbo, Massa Maritima), Fedora (Barletta, Chieti, Pescara), Tosca (Bérgamo, Brescia, Cagliari, Lucera, Fermo) y Turandot (Enna, Massa Maritima). Si bien el Teatro alla Scala la convocó para reemplazar a Montserrat Caballé en Anna Bolena, los compromisos en Estados Unidos le impidieron aceptar.

Adelaida Negri llegará al Metropolitan de New York en 1982 como cover de Renata Scotto en Norma, debiendo asumir las funciones, donde obtendrá un triunfo personal. Cantará sucesivamente Ernani, Il Trovatore y Lucia di Lammermoor -estas dos últimas producciones las llevará también en gira con el Met a Washington, Boston y muchas ciudades más). También interpretará en ese país Norma (Atlanta, Dallas), Nabucco (Stamford), La Traviata (Palm Beach), Un ballo in maschera (Washington, Hartford, Long Island), La Gioconda (San Juan de Puerto Rico) y Turandot (Long Island).

Desde 1975, año en que debuta en el Reino Unido con L’infedeltà delusa, Don Giovanni y Fidelio (Brístol, Cambridge, Londres), en el resto de Europa cantará Die Zauberflüte (Winterthur), Medea (Bonn), Armida de Rossini (Bonn), Matilde di Shabran (París), Guillaume Tell (Viena, Linz), Norma (Klagenfurt, Bonn, Budapest, Gozo), Anna Bolena (Tours, Stuttgart), Maria Stuarda (Klagenfurt, Lieja), Lucia di Lammermoor (Klagenfurt, Viena, Hamburgo), Macbeth (Lisboa), La traviata (Stuttgart),  Il Trovatore (Rouen, Hamburgo, Lisboa), Messa da Requiem (Klagenfurt), Manon Lescaut (Berna), Il tabarro (Klagenfurt) y Turandot (Szeged). Fuera de Europa, Adelaida Negri se presentará en Túnez (La Traviata), Sudáfrica (Manon Lescaut en Durban y Nabucco en Pretoria y Johannesburgo), Corea del Sur (Nabucco en Séul) y Japón (Pagliacci en Tokyo).

Esta evocación de la soprano argentina Adelaida Negri no ahonda en análisis de su vocalità, ni en sus muchos conciertos y recitales, ni en su discografía y videografía LIVE o en estudio -casi sesenta títulos-. Sobre esto y sobre su labor docente o sus experiencias como directora de escena, léase a Adelaida en el libro citado al principio: comenta en modo ameno y preciso cada tema. Adelaida Negri supo ponerse al servicio de la música con un fervor casi religioso; desarrollando su talento con disciplina, supo demostrar su arte. La artista perdura. Pero este último mutis en pianissimo, querida Adelaida, es un golpe de teatro que no nos esperábamos. Y tú sigues sonriendo, donde estés. Y nosotros nos sentimos más solos.