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Carlos Saura: "Soy un esclavo del director musical"

Un hombre con semblante muy serio y modales impecables parece sentarse con cierta resignación a despachar preguntas. Muy pronto, cuando la música entró en la conversación, los gestos se relajaron, terminando en una amistosa charla, salpicada de anécdotas y risas en la que resonaba toda una vida dedicada al arte. A pocos días de estrenarse la producción de Don Giovanni por los Amigos de la Ópera de A Coruña, nos reunimos con quien será un escenógrafo de excepción: Carlos Saura, fotógrafo, escritor y cineasta, nos confiesa qué fue lo que le impulsó a aceptar este reto.

¿Cómo nació su historia de amor con la música?

Pues muy sencillo, nació porque mi madre era pianista, tocó profesionalmente algunos años y estudió en París, pero al casarse lo abandonó como carrera, se dedicó a sus hijos, comenzó la guerra civil y todo se complicó…aunque ella tocaba el piano todos los días. He nacido escuchando música, sobre todo clásica, romántica…Schubert, Schumann, Chopin o Beethoven. Luego no sé por qué instintos extraños empecé a interesarme por la música popular, que de mi familia no interesaba a nadie, sobre todo por el flamenco, pero en general por la música popular de otras partes también. Me fui decantando cada vez más hacia el flamenco aunque sigo manteniendo mi amor hacia la música clásica.

¿Se podría considerar un melómano o un profesional de la música?

Ya me gustaría ser profesional. Uno de mis traumas es que no puedo leer una partitura porque mi madre se negó, nunca quiso que sus hijos estudiaran música, porque ella dijo que había pasado toda su juventud estudiando ocho, diez, catorce horas diarias y que no estaba dispuesta a permitir que sus hijos sacrificaran su vida igual que hizo ella. Y a mí me hubiera gustado. Empecé a tocar un poco la guitarra y luego me cansé porque me di cuenta de que eso de estudiar música era complicadísimo, me dediqué a otras cosas y lo dejé. Pero es desde luego una de mis grandes frustraciones. Ahora que estoy en la ópera veo que cada uno sigue la partitura y yo tengo que empezar a buscar en los textos porque no entiendo la escritura musical.

¿Se considera un melómano más de asistir a conciertos o de escuchar música en casa?

Yo hasta los veintitantos años acompañaba a mi madre a los conciertos, ella acudía a todos allá donde fueran…en el monumental en Madrid y así. Luego además yo he sido fotógrafo en el Festival de Música y Danza de Granada, lo que me permitía conocer a grandes músicos que o bien eran amigos de mi madre o porque yo había entablado una cierta relación con ellos: Argenta, Segovia, etc.

La colección de discos en mi casa es ya un espanto porque no me caben ya ni los discos, ni los DVDs ni las películas que tengo. Precisamente ahora hemos estado haciendo una película en México, un musical, y parece que en Sony ya no venden discos, lo que es una tragedia. Incluso los ordenadores vienen ya sin disquetera y aunque haya muchas opciones en internet no es fácil encontrar lo que quieres, no es la versión o lo que sea…se ha perdido algo. ¿Y qué hago yo con los discos ahora?

¿Y qué es lo que predomina en esa colección?

Hay casi de todo. A mí me da por temporadas, cuando era más joven a mí me gustaban las cosas más románticas quizá y entonces escuchaba Chopin, Chaikovski, Beethoven…últimamente escucho un poco de todo y por ejemplo poca ópera. He llegado muy tarde a la ópera, aunque siempre escuché esas selecciones de arias donde hay cosas preciosas, maravillas.

¿En qué situaciones del día es más apetecible para usted escuchar música?

Yo soy un poco desastre porque hago una cosa que no se debe de hacer nunca que es poner música mientras trabajas, y yo siempre tengo música, constantemente. Normalmente música clásica que en ocasiones cambio por flamenco. Siempre está sonando de fondo, forma parte de mi vida y es muy difícil separarla… otro topicazo que escucho continuamente es J.S. Bach, no puedo escucharlo muchas horas seguidas porque me fatiga, pero es una maravilla.

Es curioso porque parece que hay cierto reparo al admitir que los topicazos de clásica son los que más gustan…

Mi favorito desde luego es Bach, he estudiado mucho su vida e incluso ha habido la oportunidad, que aún no sé si algún día saldrá, de hacer una película sobre él que me propusieron los americanos. Esto ha estado en marcha pero no se ha llegado a aclarar... lleva mucho tiempo y entonces yo creo que eso no se va a hacer. Me dediqué a estudiar a Bach profundamente y es una vida muy interesante, apasionante y complicada…

 

"RICCARDO MUTI O CLAUDIO ABBADO ME LLAMARON PARA HACER ÓPERAS Y TUVE QUE RECHAZARLAS"

 

Incluso hasta trágica podría ser, porque nunca llegó a imaginar ni disfrutar del gran impacto de su obra…

Yo creo que a él eso no le importaba mucho, que ya disfrutaba simplemente haciéndola, es otra época, que él estaba encantado en hacer una cantata cada semana, y también se copiaba a sí mismo muchas veces. En aquel momento era una maravilla cómo se copiaba todo el mundo, copiaba a Vivaldi, Haendel copiaba a todo el mundo, y unas veces los citaba pero otras veces se callaba…

Es curioso, pero hay quien dice que escuchando la música al revés se revelan grandes composiciones y hasta podría ser verdad. A mí me parece que copiar está muy bien si lo mejoras o si tú piensas que puede servir para encontrar otro camino… lo que pasa es que hoy en día con la SGAE eso es imposible (risas). A mí me decía Lalo Schifrin, un músico de cine muy bueno, argentino, que vivía en Estados Unidos y trabajó conmigo en Tango: los tres primeros compases son los que la Sociedad de autores de EEUU miran, y si coinciden, adiós muy buenas.

¿Por qué Mozart? ¿Por qué Don Giovanni?

Bueno, es un poco si quieres casi casual, porque yo hasta ahora había hecho ‘Carmen’ seis veces y soy un experto en Carmen, vamos. Me había negado un poco a hacer otro tipo de óperas sobre todo por mi desconocimiento…incluso me llamaron Riccardo Muti o Claudio Abbado para hacer óperas y tuve que rechazarlas por no sentir que conocía bien ese mundo…recuerdo que Abbado me respondió “precisamente por eso te llamo, porque queremos que hagas una cosa distinta”. Si mal no recuerdo quería hacer Macbeth, yo le eché un vistazo a la obra y me pareció tan complicado (además de estar yo ocupado con otras cosas), que tuve que rechazarlo. Esas han sido tentaciones muy grandes. Otro que me llamó fue mi amigo Daniel Barenboim, o sea que he estado muy bien rodeado, porque también he trabajado con Zubin Mehta para hacer dos o tres “Cármenes”…

Sí, aunque lo llamativo es que todas han sido músicas relacionadas con lo popular o la España romántica, mientras que Don Giovanni se sale un poco de esa línea.

Bueno, en las pocas óperas que yo he hecho, yo habría metido la tijera y es algo que no está bien visto y no me dejan. No me han dejado en Carmen y tampoco me van a dejar en Don Giovanni, a la que yo le metería un par de tajos… aunque no te pienso decir en qué partes lo haría (risas). Es verdad que a veces hay una pérdida de ritmo sacrificada porque un cantante tiene un aria preciosa, y es que el mundo de la ópera es un mundo muy especial y yo ya lo he aceptado, he asumido que soy un esclavo del director musical.

Pero el contraste de temática es lo curioso, parece extraño que del tablao, de repente Carlos Saura se meta en la peluca de Mozart.

Bueno, yo he hecho la película Io, Don Giovanni, así que el tema de Don Juan lo conozco bien porque si no, no me hubiera atrevido. Tenía buenas referencias, me había estudiado bien la ópera. Y el tema del mito de Don Juan es apasionado…como reflexión he de decir que parece mágico que los grandes mitos sean españoles: Don Juan, Don Quijote, Sancho, Carmen…y es un misterio, porque pocos pueden igualarse a estas figuras. El mito de Don Juan está además muy vigente, hay muchos donjuanes en el mundo… 

 

"A DON JUAN HAY QUE CONDENARLO. TIENE QUE ARDER EN EL INFIERNO"

 

¿Hay algún hilo conductor en la escenografía? Diferencias en los actos, juegos de claroscuros con las luces… ¿qué veremos de Saura el cineasta?

Hay que ir a verlo… son una serie de dibujos míos que van cambiando. Lo que no se cambia es la estructura. Me encantaría que hubiera esos juegos de contraluz pero en un teatro así es complicadísimo, hay muchas limitaciones en la ópera.

Es que en sus películas musicales parece que con esa luz y sus temperaturas, la música se pudiera casi hasta acariciar…

La verdad es que desde que he empezado a hacer escena musical siempre he utilizado este tipo de estructuras, que tienen la ventaja de poder ser iluminadas por delante y por detrás, y a veces utilizo esto también en la ópera, aunque no muy a menudo, para reflejar sombras y cosas así…

¿Va a haber alguna alusión al Don Juan original?

La ópera está escrita así y se respetará al máximo, otra cosa es el mito llevado al cine. No he querido modernizar la ópera para nada, con una escenografía muy sencilla y no distraer de la interpretación de los cantantes, que cada vez son más actores y eso le da una gran vivacidad. Yo lo que intento es ser lo más fiel que puedo a la obra. Creo de verdad que Da Ponte y Mozart se tuvieron que divertir muchísimo construyendo esta ópera.

De todos modos hay maneras de entender la fidelidad al original, porque si pensamos que Don Giovanni era una ambientación contemporánea para el público del siglo XVIII, entonces sería legítimo llevar nuestra época a la escena…

Sí, yo también he pensado eso. He visto una versión muy moderna de Don Juan y me pareció muy mal porque realmente los tiempos cambian: la manera de relacionarse, de comportarse socialmente... es muy difícil que resulte verosímil. Es difícil que se pudiera aceptar hoy en día alguna escena como el “Batti, batti”, incluso hasta peligroso… al final de la obra hay un epílogo donde parece que todo se arregla y yo me he negado a eso: a Don Juan hay que condenarlo, tiene que arder en el infierno porque esa es la justificación de que ese señor exista.

 

"POR LO GENERAL, LA MÚSICA EN EL CINE SE UTILIZA INÚTILMENTE"

 

Viniendo de la fotografía, de la literatura, del cine… ¿cómo se relaciona con un arte tan efímero y cambiante como es la ópera en escena?

Pues a mi lo que me divierte es precisamente prepararla, podría prescindir perfectamente de asistir al estreno. Lo que sí me parece es que el esfuerzo realizado es tan grande, en todos los sentidos, que es una pena que se suba a escena solamente dos días. Me da mucha lástima y no por mí. No hace mucho he dirigido una obra de teatro en Madrid, El coronel no tiene quien le escriba, y el productor no estaba convencido y creía que en dos días la iban a quitar…pues ha estado meses en Madrid como una de las que recibe más público y eso es muy agradable. Así que eso de lo efímero me da mucha pena…¡son sólo dos días!

Cine y música. Una pregunta que quizá no es tan fácil de responder…¿qué función ha de tener la música en el cine?

Yo he trabajado mucho, muchísimo ese tema y creo que la mayor parte de las películas utiliza la música mal, aunque por supuesto que hay excepciones. Ya no te digo un Alexader Nevsky de Einsestein donde la película sigue perfectamente la partitura… lo que pasa es que la música se usa en el cine de una manera grandilocuente, para rellenar espacios, para mantener un ritmo que no se sostiene sin la música y en general, por ejemplo en el cine americano, se utiliza inútilmente. Eso a mí me pone muy nervioso y no solamente ahora, sino también antes cuando se hacían las comedias y la música seguía perfectamente los movimientos de las personas, casi como en los dibujos animados, y luego si hay amor, violines, si hay violencia, una traca…

Puede ser consecuencia de la inercia del cine mudo…

Sí, podría ser. Lo que quiero decir es que la música, en mi opinión, se ha empleado muchas veces de una forma un tanto grosera, por decirlo de alguna manera. En cambio, yo he tratado de que la música esté en los momentos justos que tiene que estar, ni más ni menos, porque también es muy importante aprovechar los silencios. Pero claro, ese es mi criterio. He hablado con directores de cine españoles que no tienen ni oído ni les importa un pepino la música, cogen una música y hacen un pastiche y ya está, no les preocupa.

Precisamente sería interesante su opinión sobre el cine español y la música, su estado actual.

Pues no estoy muy enterado de lo que se hace pero habrá de todo. Yo, de alguna manera, me he especializado en cine musical, vengo de una cultura musical, me gusta mucho la música y procuro que todo, absolutamente todo lo que haya en mis películas, me guste. De lo contrario, no lo pondría. Y esto es así desde que empecé. Y para mí la música es fundamental, sea flamenco, fado, tango o lo que sea…

De lo que se hace ahora en España no estoy bien enterado, de ahí que una de las cosas por ejemplo que no hago nunca es votar en los “Goyas” ni en ningún sitio de estos porque creo que para votar habría que conocer bien las obras que se presentan, pero si sólo conoces cuatro que son amigos tuyos y les votas, me parece muy inmoral, pero así es, aquí, en Hollywood y en todas partes.

 

"NUNCA VOTO EN LOS PREMIOS GOYA. SI SÓLO CONOCES CUATRO QUE SON AMIGOS TUYOS Y LES VOTAS, ME PARECE MUY INMORAL"

 

¿Y qué diría de los músicos que trabajan hoy en el cine español?

Hay personas que no se hacen publicidad de sí mismas o que son más tímidas y por eso no son conocidas, pero son maravillosas y merecerían todos los premios, hay otras que en cambio son mucho más populares…en fin.

Y ya no se trata sólo de buenos músicos, sino que sepan trabajar para el cine. Por ejemplo, John Williams hace una música demasiado llamativa y se queda en la memoria de los espectadores porque son películas muy populares…sin embargo otras músicas resultan maravillosas y apenas se escuchan.

Gracias a sus películas documentales se difundieron los tangos, el flamenco o los fados por todo el mundo. ¿Podría hacerse algo parecido con la música clásica?

Sí, lo he pensado muchas veces, pero el problema gravísimo que hay con la ópera es que cuesta una fortuna…parece que puede ser fácil, pero es muy complicado por motivos de derechos de imagen y demás. Sería muy bonito meter cámaras en la escena y hacerla con movimientos cinematográficos, no tanto como las óperas grabadas en vídeo que son planos muy sencillos, y podría hacerse de una manera mucho más creativa. Donde sí habría una posibilidad, lo que pasa es que costaría muchísimo dinero, sería en hacer una película sobre el mundo de la ópera: cómo se hace, desde la idea hasta el estreno, pasando por los ensayos, los problemas con los cantantes y todo ese mundo. Eso me gustaría mucho hacerlo. El problema es que haría falta para eso un productor al que le interese y yo creo que no están por la labor.

Parece que la música clásica en ese aspecto está un poco abandonada

Sí, demasiado abandonada diría yo y además no sé por qué.

En su película Io, Don Giovanni se relata la relación entre Mozart y Da Ponte para estrenar Don Giovanni: ¿se atrevería a escribir usted algún libreto para ópera?

No. Una vez tuve una propuesta de otra manera, algo parecido con Luis de Pablo que era muy amigo mío. Pero claro, él era tan extremista musicalmente que no me atreví. La verdad es que prefiero hacer una película musical; por ejemplo ahora saldrá un musical mexicano y está resultando muy divertido hacerlo. Además, a mí que me gusta tanto la música, que en aquella que se llama “contemporánea”, si no tiene un tema que yo pueda seguir, no me interesa. Hago un esfuerzo por familiarizarme con los sonidos y su calidad, pero si no tiene un tema, una melodía, yo me pierdo… aunque quizá no esté bien decir esto.

 

"LA REVOLUCIÓN FEMINISTA VA A CAMBIAR EL MUNDO"

 

¿Por qué hay tanto pudor en admitir que no se entienden ciertas estéticas contemporáneas?

Se han hecho cosas en música muy extremistas, que son interesantes como ejercicios quizá y he escuchado bastante de eso. Pero yo ya me detengo en Mahler, algo de Schönberg y Stravinsky. También Shostakovich me gusta mucho y es un músico poco valorado, pese a esa calidad tan bestial.

De momento no me ha mencionado ni a un solo compositor vivo…

No, porque tampoco los conozco. Conozco músicos de cine como Roque Baños, que trabajó conmigo, pero que su obra está supeditada a hacer películas para ganar dinero, porque tiene mucho talento y podría hacer una cosa fantástica si tuviera el valor de dejarlo todo. Dentro de la música de cine hay un tal Zimmer que hizo una música que me encantó para El código Da Vinci, una preciosidad. Lo que pasa con estos compositores es que trabajan con un gran equipo en grandes laboratorios como si fueran arquitectos. Revisan cosas pero la música la hacen otras personas aunque quizá la idea naciera de él.

Por último, cambiando de tema y aprovechando esta entrevista, ¿le gustaría aclarar algo sobre los últimos comentarios que se han hecho tras sus declaraciones sobre el feminismo?

Soy de la opinión que las mujeres están en su legítimo derecho para pedir todo lo que están pidiendo y más, pero soy enemigo de los fundamentalismos. Ha sido todo una mala interpretación, sólo hay que ver mis películas. En estos tiempos la mujer está en un momento fantástico para reivindicar sus valores. Yo siempre he dicho que hay dos grandes revoluciones: la industrial inglesa y la feminista, y ésta va a cambiar el mundo. Luego digo, con boca pequeña, que lo que me da miedo es que las mujeres cometan los mismos errores que los hombres, es decir, quiero que tengan acceso al poder igual que los hombres, pero que no lo apliquen de la misma manera.

Foto: TVE.