La maledetta
Málaga. 06/03/20. Teatro Cervantes. Donizetti: La Favorita. Nancy Fabiola Herrera (Leonora). Carlos Álvarez (Alfonso XI). Ismael Jordi (Fernando). Pavel Shmulevich (Baldassarre). Luis Pacetti (Don Gasparo). Lucía Millán (Ines). Daniel Romero de la Rocha (Un noble). Orquesta Filarmónica de Málaga. Coro de la Ópera de Málaga. Curro Carreres, dirección de escena. Antonello Allemandi, dirección musical.
Hay representaciones que nacen de algún modo gafadas. Incluso con la mejor voluntad, las cosas no terminan de salir, aun contando con los mimbres más adecuados. El Teatro Cervantes de Málaga, en plena celebración de su 150 aniversario, levantaba el telón de su XXXI temporada lírica con una producción propia de La Favorita de Donizetti, un título que requiere por encima de todo un trio protagonista de excepción. De hecho, se había logrado reunir para estas funciones a un elenco encabezado por María José Montiel, junto a Carlos Álvarez e Ismael Jordi. Los dos últimos se han mantenido en cartel, pero la mezzosoprano madrileña anunció hace ya un par de semanas su salida del proyecto, encontrándose el atinado recambio de Nancy Fabiola-Herrera para la parte de Leonora. Pero como la propia Leonora dice insistentemente en el tercer acto de está ópera, parece que esta favorita estaba destinada a ser más bien una maledetta, porque la propia Fabiola-Herrera ha cancelado finalmente la última de las tres funciones, tras hacer frente a las dos primeras con unos medios mermados.
Así las cosas, y a pesar de sus esfuerzos, Nancy Fabiola-Herrera no pudo hacer justicia a la parte principal de Leonora. El coraje no basta cuando los medios están mermados. Una afección vocal había lastrado ya las prestaciones de la mezzosoprano canaria en el estreno. Dos días después, para la función que nos ocupa, todo apuntaba a que se encontraba mejor, pero no fue así. De hecho, al retomarse la función tras el descanso se hizo el pertinente aviso de indisposición, pidiendo la comprensión del público. Es sin duda una papeleta complicada la que debe afrontar y resolver un solista en una situación así. Seguramente el ahinco y las ganas de ir adelante pueden a veces más que la conciencia pura y dura de cuáles son los medios y hasta dónde se puede llegar. Con la presencia en el teatro de una cover, Laura Vila, preparada para tomar las riendas de la función, yo hubiera agradecido que Nancy Fabiola-Herrera se ahorrase el sufrimiento de no sentirse cómoda ni a la altura de si misma durante toda la segunda mitad de la función. Una lástima, porque lo que pudo advertirse en su Leonora a media voz era interesante: por fraseo, por tono, por color vocal... el personaje le va como anillo al dedo, pero... cuando no puede ser, no puede ser...
Noble y contundente, como era de esperar, el rey Alfonso de Carlos Álvarez. El baritono malagueño expuso una vez más sus medios bruñidos y robustos, imponentes y por ello mismo no del todo flexibles para este lenguaje belcantista, donde quizá cabe un mayor margen de variedad en la emisión. Pero la autoridad de los medios y la solidez del fraseo son tales que no cabe sino rendirse ante la evidencia. Álvarez es sin duda uno de los dos o tres barítonos de referencia de su generación. A su lado el tenor jerezano Ismael Jordi volvió a convencer con un timbre limpio, una voz bien proyectada y un agudo resuelto. Cabría pedirle, si acaso, un fraseo más contrastado, pero su adecuación para la parte de Fernando es evidente. Del resto del elenco cabe destacar el desenvuelto Don Gasparo de Luis Pacetti, junto al buen hacer de Pavel Shmulevich como Baldassarre y Lucía Millán como Ines.
En el foso, al frente de una entonada y voluntariosa Filarmónica de Málaga, la bauta de Antonello Allemandi dispuso una dirección de tiempos nítidos y pausados, atenta a las voces y consciente de la esmerada orquestación de Donizetti, que pudo emplear aquí buena parte del material original concebido para L´ange de Nisida, una partitura escrita en 1839 para el Théatre de la Renaissance de París y que nunca llegó a estrenarse. Muy buen trabajo también del Coro de Ópera de Málaga, sobre todo las voces masculinas, aquí requeridas con especial interés por Donizetti.
En escena la producción de Curro Carreres no terminó de encauzar su propuesta. En realidad, se diría que no hay una idea como tal en torno al libreto de La Favorita. Carreres amalgama aquí recursos y referencias que ya se han difundido sobradamente en producciones recientes, algunas de ellas emblemáticas, como Il trovatore de Alvis Hermannis en Salzburgo, que trasladaba la acción a un museo contemporáneo. Incluso, con sus variantes, es la misma idea de la que parte Damiano Michieletto para Il viaggio a Reims estrenado en Ámsterdam y que estos días se escenifica en Les Arts. El propio Carreres parece explicar su dramaturgia en el programa de mano, donde leemos: "En esta propuesta narrativa teatral, el desarrollo dramático de los objetos y personajes históricos hará que convivan con incursiones en una temporalidad distinta, la del estreno de nuestra obra. Un museo del siglo XIX donde permanece la cruz de un claustro, la armadura del rey y otras obras de arte incluidas en elementos expositivos propios de cualquier museo, incluso hasta el actual siglo XXI". Sinceramente, una solución un tanto trillada y sobre todo muy poco singular, tan válida para La Favorita como para Don Carlo, Rigoletto, Il trovatore y tantos otros títulos.
Igualmente, no comparto la idea de reponer el ballet original de esta partitura, según leemos en el libreto "en una versión contemporánea donde la mujer tiene voz autónoma e independiente, en una historia en una sociedad masculina desde el siglo XIV hasta hoy". Inmersos en pleno 8 de marzo, sinceramente ese perfil de género quedó muy desdibujado en la coreografía de la Compañía de Danza Ana Rando, cuyo esmerado trabajo se antojaba muy desconectado del resto de la producción. Tampoco resulta afortunada la idea de recurrir al video en directo, enfocando en primer plano a los solistas, durante el último cuadro de la ópera. De nuevo, un recurso ya demasiado recurrente. Pocas ideas propias, en suma, bastante generalistas además y con apenas ningún discurso concreto en torno a esta partitura.
Fotos: © Daniel Pérez
