Simon Boccanegra baja Foto Daniel Perez 09

Esfuerzo heroico con denominación de origen

Málaga. 18/10/2020. Teatro Cervantes. Verdi: Simon Boccanegra. Carlos Álvarez (Simon Boccanegra). Rocío Ignacio (Maria Boccanegra). Rodrigo Esteves (Paolo Albiani). Andeka Gorrotxategi (Gabriele Adorno). Giacomo Prestia (Fiesco). David Lagares (Pietro). Jesús Gómez (Capitán de los arqueros). María Lourdes Benítez (Doncella). Orquesta Filarmónica de Málaga. Lucas Macías, dirección musical.

Sin duda hay algo de heroíco en el empeño de un teatro, como el Cervantes de Málaga, que decide seguir adelante y no tirar la toalla para mantener sus planes, a pesar de las restricciones a las que obliga la situación sanitaria, cada vez más apremiante. Este Simon Boccanegra de Verdi se había previsto, en origen, escenificado con todas las de la ley pero se disfrutó finalmente en versión concierto, con un aforo reducidísimo, albergando a apenas 250 personas en la sala. En suma, un lujo asiático, con la voz protagonista del barítono malagueño Carlos Álvarez, en plenitud y absoluto dominio de sus medios. Una gloria escucharle con una voz robusta, noble y sonora. Imperial su legato, arrebatadora la firmeza en los acentos, qué presencia, qué autoridad en fin para meterse en la piel de este corsario aupado a dogo de Génova. Memorable retrato el que nos brindó Carlos Álvarez, una voz que se ha ganado ya un hueco en la historia de la lírica.

A su lado, la soprano sevillana Rocío Ignacio defendió con aplomo y musicalidad la parte de Maria, exhibiendo un instrumento dúctil y de sobrada proyección. El Fiesco de Giacomo Prestia convenció más por su presencia y sus acentos que por la solvencia de sus medios, ya claramente mermados, aunque de indudable autoridad. El tenor Andeka Gorrotxategui defendió la parte de Gabriele Adorno con arrojo, haciendo gala de un tercio agudo desahogado y rutilante y mostrando además una ardorosa línea de canto. Completaban el elenco las voces de Rodrigo Esteves como Paolo Albiani y David Lagares como Pietro, dos plenos aciertos para redondear un cartel de muchos quilates. 

Simon Boccanegra baja Foto Daniel Perez 01

En el podio, la dirección del maestro español Lucas Macías -recién nombrado titular de la Orquesta Ciudad de Granada y titular de la Oviedo Filarmonía desde 2018- fue muy estimable. En los conservatorios no se enseña a frasear; eso es algo que un maestro aprende y desarrolla desde su propia intuición. Y Lucas Macías la tiene, es evidente, acertando a la hora de poner el acento allí donde es preciso, desgranando la partitura con claridad, poniendo en valor la esmerada orquestación de Verdi. Con esa mano izquierda de reconocible herencia abbadiana, Macías supo encontrar el adecuado balance entre voces y orquesta, aportando la dosis justa de dramatismo y con instantes de afortunado relieve en los pasajes más líricos.

La Orquesta Filarmónica de Málaga, con el mínimo de atriles posible, de acuerdo a la normativa sanitaria en vigor, estuvo sin duda a la altura de las expectativas, con un sonido compacto, de muy buena factura en cuerdas y metales. El Córo de ópera de Málaga hizo también todo lo que pudo, con indudable esmero, aunque un tanto mermado en integrantes y situado a demasiada distancia como para hacerse oír con firmeza. 

Fotos: © Daniel Pérez / Teatro Cervantes