Ono OBC Mahler2 mayo22

Resurrección y despedida

Barcelona. 29/05/2022. Auditori. Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya. Orfeó Català. Mihoko Fuhinura (contralto), Lydia Teuscher (soprano). Kazushi Ono, director.

Se despedía Kazushi Ono de su parroquia el domingo en el Auditori. Al parecer no ha sido un padre amantísimo ni del todo presente, según señalan algunos de sus críticos. Sin embargo ello no impidió que la sensación ambiental fuera la de un homenaje, más aún si el momento coincidía también con la despedida del violinistaToni Peña. Es muy de agradecer que Peña se dirigiera al respetable con escueta concisión. Vivimos tiempos en que es corriente tener que escuchar discursos antes o después de ciertos eventos musicales. Como menos es más su corto parlamento tuvo su emoción al evocar “els moments que es creen aquí”.

Y, efectivamente, esos momentos se crearon. Hubo tensión desde el mismo principio (Allegro Maestoso. Mit durchaus ernstam und feierlichem Ausdruck) y también precisión y actitud en las cuerdas. Los mencionados críticos del director saliente señalan, a pesar de todo, que en realidad Kazushi Ono es un buen director (invitado). Lo que se vio este dia es una orquesta de muy buen nivel técnico, con un bello control de las dinámicas y el fraseo, buenos balances entre secciones y tremenda intensidad. También hubo algun fraseo no muy preciso por parte de las cuerdas graves pero los buenos augurios del primer movimiento se mantuvieron en el segundo, un Andante Moderato con aires de ländler en 3/8 que remite a la atmósfera de Des Knaben Wunderhorn, primer ciclo de canciones de Mahler inspirado en la recopilación de cantos populares a cargo de Clemens Brentano y Achim von Arnim.

Justos glissandi de los violines y bellísimos empastes sonoros precedieron al tercer movimiento, inspirado en Des Antonius von Padua Fischpredikt, perteneciente al mencionado ciclo. Lo que se sucede en adelante supera en mucho lo que se entendería por un formato sinfónico: resonancias hebraizantes, evocaciones de la Primera Sinfonía y finalmente el primer solo vocal. Mihoko Fujimura (contralto) se desempeñó con corrección aunque todo pudiera ser más delicado (eso afecta a Ono también), la voz un poco más presente y el alemán mejorable.

Continuó el derroche de recursos incluyendo a la orquesta fuera de campo (muy Mahler), una espectacular aportación percusiva y la entrada del Orfeó Català, con bello sonido pero también con una dicción poco idiomática, lo que no impidió que su aportación fuera notable. Mucho más discreta fue la participación de la soprano solista, Lydia Teuscher. Es un hecho curioso y significativo que se trajera a dos solistas de fuera para que, al fin y al cabo, fueran la orquesta y el coro locales los que se echaran el equipo a la espalda (por utilizar un símil futbolístico).

Dado que se trataba de una ocasión especial, como ya ha sido mencionado, era interesante observar la reacción del público. Sea porque el director japonés tiene sus apoyos o porque se impuso la inmediatez de una sinfonía tremenda solventemente ejecutada, la escena final fue la de una calurosa ovación con el público puesto en pie que cerraba un ciclo. La orquesta tiene nivel para dar muchas mañanas como estas. Esperemos que quien viene detrás pueda todavía mejorar ese nivel, programar con tino y reforzar la comunicación entre la orquesta y el público barcelonés y catalán, que es a quien se dirige como su nombre indica.