Días mejores
Zaragoza. 15/05/2017. Auditorio de Zaragoza. Obras de Vaughan Williams, Rachmaninov y Elgar. Stephen Hough, piano. BBC Philharmonic. Dir. musical: Juanjo Mena.
No hay duda alguna de que Juanjo Mena es uno de los directores españoles más relevantes del panorama actual y uno de los más destacados de su generación a nivel internacional. Lo mismo cabe decir de la Filarmónica de la BBC, una formación de contrastado, extenso e intenso recorrido que atraviesa un momento consistente, en conexión precisamente con la madurez de su titular.
En la presente gira por España traían dos programas distintos, uno de ellos junto al pianista Stephen Hugues que es el que pudimos disfrutar en el Auditorio de Zaragoza. La velada se abría con una pieza raramente interpretada y a decir verdad poco relevante, la obertura “Las avispas" de Vaughan Williams. Un mero calentamiento, buena carta de presentación para un conjunto que sonó en todo momento compacto, firme y fiable.
La Rapsodia sobre un tema de Paganini, estrenada por el propio Rachmaninov en 1934 con Leopold Stokowski y la Orquesta de Filadelfia, debería transmitir cierta sensación de delirio calculado, como una suerte de falsa improvisación. En la interpretación que nos ocupa faltaron sin embargo tanto el delirio como el cálculo. Lectura tibia, muy correcta sí, pero sin chispa, poco imaginativa, un tanto acelerada por momentos y con Stephen Hough limitándose a recrear la pieza sin mácula pero también sin fantasía. Hough, por cierto, es un personaje sumamente interesante, amén de un fiable pianista y al margen de su desempeño en este puntual concierto. Comandante de la Orden del Imperio Británico desde 2014, fue seleccionado por The Economist como uno de los “Veinte Eruditos en Vida”, publicando con frecuencia en medios británicos como The Telegraph, The Times, The Independent o The Guardian. Todo un intelectual a la vieja usanza.
La segunda parte deparaba un plato fuerte y suculento, nada menos que la Sinfonía no. 1 de Elgar -de la que por cierto Daniel Barenboim dejó una grabación impresionante en 2016, con la Staatskapelle de Berlín-. Repertorio a priori ideal para un conjunto como la Filarmónica de la BBC, estamos ante una obra compleja, extensa, desigual y por momentos pomposa. Sin duda es difícil desgranar sus cuatro movimientos sin irregularidades. En esta ocasión, a mi juicio, Juanjo Mena erró un tanto los tiempos, demasiado apresurados, generando puntuales alborotos en una orquestación que es rica hasta ser por momentos excesiva. Faltaron tensión, contraste y una vocación narrativa más clara, esto es, un fraseo más medido. Tuve la sensación de que la obra iba por momentos llevada por una inercia que no estaba en las manos de Mena tanto como debiera.
Sea como fuere, el concierto se cerró con una vigorosa lectura de la farruca andaluza, Orgía, la tercera de las Danzas fantásticas de Turina. Juanjo Mena aúna talento y oficio como pocos músicos hoy en día, pero lo cierto es que ha tenido días mejores. El presente concierto no fue un desastre ni una mediocridad, nada de eso; pero sí quedó lejos de ser brillante.
