TrulsMork

Vitalista y vibrante

Madrid. 28/01/2016. Teatro Monumental. Obras de Dvorak, Vaughan Williams y Walton. Temporada de conciertos de la Orquesta de RTVE. Truls Mork (violonchelo), Morgan Pearse (barítono). Dirección musical: Carlos Kalmar.

Un vibrante repertorio  congregó a una gran afluencia de público el pasado día 29 en el Teatro Monumental de Madrid. En la primera parte pudimos disfrutar con el Concierto para violonchelo y orquesta en si menor op. 104 (1894-1895) de Antonín Dvořák, dominado por la expresividad de la Orquesta de Radio Televisión Española dirigida por Carlos Kalmar y por la interpretación de Truls Mørk, quien consiguió sacar un sonido profundo y emotivo a su instrumento. Ya en el primer movimiento, Allegro, destacó el buen empaste tímbrico, la brillantez y una sonoridad grandiosa, mientras que en el Adagio ma non troppo se han de recalcar los contrastes creados entre el violonchelo y los instrumentos de viento, especialmente la flauta travesera, siendo notable la aparición del tema en pianissimo, así como el tema incluido en honor de Jozefina Kaunitzoyá, la cuñada de Dvořák, y el sensibilísimo final del movimiento. En el Finale, Mork disfrutó regalando un sonido expresivo y enérgico, resultando más adelante melancólico y reflexivo cuando la partitura así lo exigía, resolviéndose en el decidido y brillante crescendo de la orquesta. 

La segunda parte del programa nos trasladó a la bucólica atmósfera de Serenade to music (1938) de Ralph Vaughan Williams, obra para coro y orquesta que gira en torno al texto de El Mercader de Venecia de Williams Shakespeare y a través de la cual se pudo disfrutar de dos ambientes contrastados y opuestos, oscuridad y claridad bien plasmadas por Kalmar y la ORTVE a través de los diferentes planos sonoros y las dinámicas de cada uno de los grupos instrumentales. El final fue especialmente expresivo con esa última intervención de las voces femeninas del coro en diminuendo, dibujando un cristalino ambiente resaltado por el arpa. 

Cerró la noche la cantata Belshazzar's feast (1929-1931) de William Walton, escrita para barítono, doble coro mixto y gran orquesta, la cual destaca por su instrumentación, interviniendo dos arpas y cinco percusionistas para tocar, entre otros, el gong, las castañuelas, la pandereta, el bombo, el xilófono y el glockenspiel. El libreto de Osbert Sitwell está basado en el Libro de Daniel y el Salmo 137. El texto comienza contando el exilio de los judíos en la ciudad de Babilonia. A través de las diez partes que conforman esta obra se pasó por diferentes atmósferas relacionadas con las vicisitudes del ser humano, comenzando por un carácter grave al principio marcado por el texto religioso sobre el llanto del pueblo judío en los márgenes de los ríos de Babilonia y la grandiosidad posterior que estuvo ensalzada por el tutti en fortísimo mientras los trombones y las trompetas tocaron con sordina. Morgan Pearse fue el barítono solista, interpretando con convicción su papel -viéndose obligado en una de sus intervenciones a alargar tal vez más de lo deseado una de las pausas por el sonido de un teléfono-, y quien como narrador resultó el nexo perfecto entre las diferentes secciones de la obra.

Momento verdaderamente vitalista el final, donde la caja realiza un ostinato resuelto en una coda enérgica con una gran sonoridad por parte de todo el coro y la orquesta, lo cual sirvió de clímax no solo de la obra, sino también de todo el concierto. Un concierto donde la expresividad, la energía y la sensibilidad estuvieron presentes por igual en ambas partes del programa.