DISCOS 15 NOV 14 DIC

Playlist: Los 10 mejores discos del 15 de noviembre al 14 de diciembre

Los diez discos de los últimos 30 días (15 de noviembre a 14 de diciembre 2019) incluyen, como es habitual en estas fechas del año, mucha música Antigua y Barroca, además de una generosa mirada hacia Francia, sin dejar de lado, una vez más, la dosis recomendada de Weinberg, en el redescubrimiento que estamos haciendo de su figura al cumplirse su centenario, así como un primer registro imprescindible de cara al 250 aniversario de Beethoven.

La agrupación historicista Ensemble El Sol ha dedicado su primer álbum: Reinas, a la música de aire español en la Corte de Louis XIII (casado con Anne De Austria, infanta de España) y Felipe V (casado con la princesa francesa Marie-Louise-Gabrielle de Saboya) y no ha podido tener mejor estreno en los estudios de grabación. Contando con la dirección desde el clave de Chloé Sévère y la mezzosoprano Dagmar Šašková interpretando los temas cantados, recrean algunos de los temas más conocidos (Las Bacas, Yo soy la locura, Río de Sevilla...) junto a zarabandas, jácaras y tarantelas instrumentales con especial acierto y encanto. Sin salir de la realeza francesa y avanzando en su tiepo (Louis XIV, XV y XVI), Alexandre Tharaud se sumerge en Versailles con músicas para teclado de Rameau, De Visée, Couperin, Lully o Duphly, entre otros. Lo hace a través de un piano moderno, añadiendo colores y, al mismo tiempo, resultando exquisitamente idiomático. Merece y mucho la pena asomarse a su visión (y el tratamiento que realiza de sus recursos) de Royer, compositor, por lo general, bastante desconocido.

Lina Tur Bonet al violín y Dani Espasa al clave forman un duo imbatible que lleva ya tiempo demostrando su arte sobre los escenarios. Publican ahora un nuevo CD, dedicado a la obra de Bach y Haendel: An imaginary meeting, dos figuras indispensables del Barroco y de la historia de la música, a quienes retratan mano a mano con varias sonatas para violín y teclado, a modo de conversación, de este, como bien recogen en el título del álbum, "encuentro imaginario". Un espejo frente a otro trazando líneas paralelas en las excelsas manos de dos grandes músicos españoles. De aquí a otro personaje mítico: Farinelli, a quien la incombustible Cecilia Bartoli dedica su nuevo disco. La importancia de este disco viene derivada por lo que la figura de la mezzosoprano romana en sí misma significa en la ópera de hoy en día. Frente al trabajo musicológico y profundo de investigación y lectura que podemos escuchar en cualquiera de los registros comentados anteriormente, sólo se puede decir que Bartoli es Bartoli y es lo que se ha de disfrutar. Las formas y la organización de este álbum siguen el esquema ya establecido en sus anteriores trabajos (de hecho, las pistas se grabaron de 2009 a 2017 en su mayoría) y uno puede tener la sensación de cierta monotonía, pero el magnetismo de la mezzo es apabullante y eso no puede negársele. Aún hay tiempo para un poco más de Barroco, esta vez de la mano del grupo La Serenissima y su nuevo disco dedicado a grandes compositores alemanes e italianos: The Godfather. La lectura de Adrian Chandler y los suyos sobre obras de Telemann, Pisendel, Bach o Vivaldi, entre otras, es siembre encendida, vibrante, viva. Un Barroco que respira por los cuatro costados.

Llegamos a Beethoven, a las puertas de comenzar este 2020 con el 250 aniversario de su nacimiento, celebrándolo, por empezar de algún modo, con su versión original de Fidelio, véase Leonore, estrenada en 1805 y que el compositor reestructuro y modificó bastante, con un segundo estreno en 1814. Desde luego, los amantes de las formas más románticas, densas, intensas, wagnerianas, no encontrarán en René Jacobs y la Freiburger Barokorchester sus mejores aliados, pero sin embargo nos entregan a un Beethoven llevado a sus orígenes, con la única de sus óperas como deudora del singspiel alemán que es; de texturas claras, ligeras y tiempos, los de Jacobs, más bien rápidos. Históricamente tan necesaria como reveladora. Y de aquel estreno trufado de militares franceses, al París de un joven Berlioz con su Messe solennelle, dirigida por Hervé Niquet al frente de Le concert spirituel. El director francés recurre, como Berlioz, a Cherubini (inseprable de aquella Francia) para expresarle en toda su grandeza. Las voces solistas, destacando la de la reciente ganadora del Operalia 2019, Adriana González, redondean una grabación de la que sólo se podría haber esperado una aún mayor pulcritud técnica en la toma. Más de 20 años después, alcanzamos al Berlioz maduro con La damnation de Faust, ahora llevada a los estudios de grabación por uno de sus grandes valedores actuales, el director John Nelson. Grabada en vivo (como la Leonore anterior), la batuta de Nelson es un dechado de tersura y color, además de una tensión que nunca decae, junto a un reparto de voces muy destacables, como las de Michael Spyres o Joyce DiDonato, entre otros.

Entre tanto, seguimos en Francia, ahora con Ravel y uno de los discos del año: Jeux de miroirs, en un sensacional, sublime mano a mano entre Javier Perianes y Josep Pons (al frente de la Orchestre de Paris) con el Concierto en sol y Le Tombeau de Couperin, tanto en su versión para piano como en su suite orquestal. Junto a la integral de sonatas de Beethoven por Igor Levit, me encuentro sin duda alguna ante la que es mi grabación de referencia en este 2019. Unir al onubense con el barcelonés no puede sino resultar absolutamente mágico. No sólo por la sutileza, la magia (la suspensión del Adagio en el Concerto en sol es antológica) y el pathos que alcanzan, sino también por el análisis que realizan en su interpretación. La sutilidad y el detallismo de la batuta de Pons es tan de agradecer... TAN DE AGRADECER. Tanto como los dedos y los pies de Perianes. Estas dos cabezas pensantes son un milagro. Musical y humano. Lo sentido y lo pensado no tienen porque ser dos hechos completamente separados, sino beber lo uno de lo otro... y ellos son el mejor ejemplo. No tarden en llevarse este disco a casa: pídanselo a los reyes (a los magos o a los borbones si es que tienen oportunidad), cómprenlo o suplíquenselo a alguen (había escrito "róbenlo", pero no quiero que pese sobre mi conciencia)... no sé, lo que sea, pero no se queden parados sin escucharlo. Termino de nuevo con una vuelta a Weinberg... ya saben, no dejemos pasar las oportunidades cuando se nos presentan... y a saber cuándo volvemos a fijarnos en este magnífico autor. Ahora con el Kuss Quartett y la pianista Olga Scheps en su monumental Quinteto para piano. Si no lo han escuchado nunca, un experimento: comiencen por el Allegro agitato final. Cuando ya estén bien despeinados por el maravilloso desquicie ante tal descubrimiento, prueben desde el principio, con los otros cuatro movimientos. Les va a merecer la pena. Sí o sí.