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Intereses musicales

El pequeño gran libro de la música. Jose López, Xavier Romeu y María Simavilla. Editorial La Galera. Barcelona, 2021

Es habitual escuchar a muchos de los que se mueven alrededor de la música clásica decir que hay muy poco público joven que acude a los auditorios y teatros. Es verdad, pero también hay que considerar que muchas instituciones musicales tienen programas específicos dedicados al público infantil y juvenil y que ahí la respuesta es numerosa. Lo que está claro es que el amor por la música, como por tantas artes, es una cuestión de educación y hay que lamentar que la sociedad, o por lo menos los responsables de las políticas educativas, se decante en los tiempos que corren mucho más por las especialidades técnicas que por las humanidades. Estas han quedado casi arrinconadas en los curriculum escolares, en los que se les van quitando horas de dedicación a marchas forzadas. En el caso de la música es claro el retroceso que sufre su enseñanza y es lógico que el interés del nuevo público sea escaso. Por eso todo proyecto que venga a aumentar el interés por el mundo musical es bienvenido.

En este campo se enmarca el nuevo libro que la editorial La Galera ha dedicado a la música en general y que firman Jose López y Xavier Romeu en los textos y María Simavilla en las ilustraciones: El pequeño gran libro de la Música. El primer mérito que tiene el libro es su perfecta sintetización. Es claro y preciso en la definición de los distintos tipos de música (clásica, ópera, rock, heavy, flamenco pop, hip pop y varias más), no está cargado de texto y las ilustraciones de Simavilla resultan muy atractivas y se enfoca a lectores que empiezan a interesarse por lecturas que explican las músicas que escuchan en su vida cotidiana. Cojamos un ejemplo: El blues. La primera caja de texto se centra en los orígenes del blues. Me gustan frases como esta (en la segunda caja) que condensan perfectamente aspectos de cada estilo: “Se puede tocar blues estando bajo un árbol acompañado tan solo de una armónica, o hacerlo en grupo delante de un gran público”. Todo en este libro nos facilita a los adultos a que acerquemos a los nuevos oyentes a las distintas músicas sin atisbo de la condescendencia (defecto de algunos libros de este tipo), o un lenguaje supuestamente “infantil”, sino simplemente basándose en lo esencial de cada tipo de música, con enunciados claros y directos. En la parte baja de la esquina derecha de la doble página a la que se dedica cada una de las explicaciones de cada estilo hay unas recomendaciones de canciones o piezas musicales. Porque al final del libro, antes de unas simpáticas biografías de los autores, hay dos QR de dos plataformas que nos acercan a una playlist de los temas musicales comentados en el libro. Un glosario también ayuda a aclarar palabras más específicas y técnicas y me parece que hay destacar el “capítulo” dedicado a quién es quién “Detrás de los músicos” un apartado fundamental de la música que obvian la mayoría de este tipo de trabajos. También ayuda a la comodidad de la lectura compartida un formato grande, que es un aliciente más para convertir a El pequeño gran libro de la música en un regalo perfecto para los más jóvenes.