Somos música
Homo musicalis. Historia de la evolución musical y la inteligencia humana. Luis Antonio Muñoz. La Esfera de los Libros. Madrid, 2022.
No son ya infrecuentes los acercamientos al hecho musical desde disciplinas como la neurología, la lingüística o la etnografía. Más bien al contrario, lo cierto es que el estudio de la música como un lenguaje propio, a través del cual explorar en la naturaleza humana propiamente dicha, se ha convertido ya en una rama importante de los estudios antropológicos.
Después de su Historia oculta de la música (La Esfera de los Libros, 2020), en Homo musicalis Luis Antonio Muñoz nos propone un viaje a través de todas aquellas manifiestaciones de lo humano que tienen algo que ver, directa o indirectamente, con la música. Se trata más bien de un viaje de ida y vuelta, atendiendo tanto al modo como la Humanidad ha conformado el hecho musical como al modo en que éste ha ido dando forma a nuestra especie.
El libro, prologado por Espido Freire, está dividido en cuatro grandes apartados, evocando de algún modo los cuatro movimientos de una pieza musical: I. La formación de la inteligencia musical. Allegro ma non troppo; II. La música y el cerebro. Scherzo. Molto vivace; III. Música, salud y enfermedad. Adagio molto e cantabile; IV. Música, política y guerra. Recitativo y coral. Presto.
Estas secciones presentan los cuatro grandes temas que preocupan al autor y que podríamos resumir como: 1. la relación entre la música y el cosmos; 2. la relación entre la música y el cerebro; 3. la relación entre la música y la salud; y 4. la relación entre la música y la guerra. Sin duda cuatro asuntos bien dispares, en los que se entrecruzan disciplinas tan dispares como la astronomía, la neurología o la politología. Luis Antonio Muñoz tiene el mérito de pasear su verbo por todas estas cuestiones con tino, encontrando un tono natural que no resulta excesivamente académico y sin caer en una divulgación poco rigurosa.
Y no obstante, el texto resulta algo disperso, seguramente por su vocacion totalizadora. Quien mucho abarca, poco aprieta, dice el refrán. Y lo cierto es que este ensayo busca tocar muchos palos, sin lograr que exista una tesis de fondo consistente que lo articule todo de principio a fin, lo que se espera en suma de un ensayo de esta naturaleza. Es verdad que estamos ante un texto con vocación divulgativa, con un cierto afán enciclopédico, pero insisto en que se echa de menos una línea argumental que atraviese todo el texto de principio a fin.
A cambio, salpican el texto multitud de asuntos y episodios que harán jugosa la lectura para el gran público, desde referencias a Newton pasando por Charles Manson, el nazismo o la Guerra Civil española. Todo ello contemplado desde el hecho musical, por supuesto, afianzando precisamente el título del texto, Homo musicalis, dando a entender por tanto que no hay esfera de la actividad humana donde la música no tenga algo que decir.
