ELOGIO DEL SILENCIO
Historia del silencio. Alain Corbin. Ed. Acantilado. Barcelona, 2019.
Algunos podrán preguntarse qué hace una reseña de un libro sobre el silencio en una revista de música. Puede parecer contradictorio. Pero quien ama la música, quien la disfruta y la conoce, sabe que el silencio forma parte esencial del alma musical. Pongamos por ejemplo, entre los muchos posibles, la coda de la Quinta Sinfonía de Sibelius. Ahí los silencios forman un todo con la música, no se puede concebir ese final de una de las obras maestras del repertorio sinfónico sin esos silencios acompañados por los “golpes” orquestales que nos anuncian el final de la obra. Así mismo es fundamental para su disfrute los segundos que suceden al final de una ópera, cualquiera, pero especialmente alguna como Tristán e Isolda. El silencio final, esos segundos eternos y breves a la vez, resumen todo la esencia de ese amor tan especial que nos ha expuesto Wagner.
El libro de Alain Corbin que ha editado con esmero (es marca de la casa) Acantilado y con una buena traducción de Jordi Bayod, hace un repaso no demasiado extenso pero sí muy acertado e inteligente sobre el sentido del silencio en la cultura occidental. Cuando lo lees piensas, desde el principio, que lo que dice Corbin es de sentido común, que es algo evidente. Pero cuando te paras un momento y reflexionas te das cuenta que, en la sociedad actual, eso que a algunos nos parece tan necesario, ha desaparecido. El silencio está extinguiéndose y este libro es una reivindicación de su importancia y de su necesidad. Ya el preludio que abre el volumen es toda una demostración de la calidad literaria de la pluma del autor y de la absoluta necesidad de reflexionar sobre este tema: “En otros tiempos , los occidentales apreciaban la profundidad y los sabores del silencio. Lo consideraban como la condición del recogimiento, de la escucha de uno mismo, de la meditación, de la plegaria, de la fantasía, de la creación; sobre todo, como el lugar interior del que surge la palabra.”
Al fin y al cabo éste es un libro de historia y lo que hace Corbin en los distintos capítulos es recordarnos cómo se ha vivido el silencio a lo largo de los siglos. El primer apartado está dedicado a los “lugares” del silencio, espacios donde el silencio formó parte fundamental de su ser, de su estructura: cárceles, bibliotecas, iglesias…. De una gran belleza es el capítulo dedicado a “los silencios de la naturaleza” cuya temática entronca, en algunos aspectos con Menosprecio de corte y alabanza de aldea de nuestro Fray Antonio de Guevara. Se acude a los comentarios de escritores romanos como Lucrecio y su De rerum natura o de cineastas como Nicolás Klotz. Se recuerdan experiencias de Flaubert o Proust, todo en pos de aclararnos como el silencio se ha entendido durante siglos como un privilegio, algo excepcional y digno de cultivar.
Me gustaría seguir comentando las distintas partes del libro pero no hay espacio en esta reseña y además no quiero revelar más de lo que hecho. Porque Corbin, aunque escribe un ensayo, impregna su texto de un aire novelesco, casi de investigación detectivesca, que nos lleva por los recovecos del silencio con capítulos como “La búsqueda del silencio” o “Las tácticas del silencio”. Un libro muy recomendable, para saborear tranquilamente, como un buen brandy, en silencio.
