Punteros láser en la cara para controlar al público en los musicales de Madrid
Así lo ha podido comprobar nuestro codirector, Gonzalo Lahoz, cuando asistía a un pase para pensa, previo al estreno del musical West Side Story en el Teatro Calderón de Madrid. "Durante la primera parte del musical, de pronto, un láser rojo me dió de pleno en los ojos. Me costó un rato recuperar la visión y comprender qué había pasado, hasta que vi a una acomodadora en el palco del primer piso junto al proscenio, sentada de cara al público y apuntando con el láser a todo aquel que sacaba el móvil. Yo no había sacado el móvil ni nada parecido, pero evidentemente su puntería es la que es. Después, en el descanso, los acomodadores se llamaban entre ellos con el puntero y en los saludos finales, cuando todo el mundo acostumbra a hacer fotos, la guerra de láseres contra el público fue tal que de nuevo me dieron en los ojos. Algo del todo inconcebible. Lo mejor de todo era la megafonía del teatro invitando al mismo tiempo a que el público compartiese su experiencia en redes sociales".
Los punteros láser, que pueden provocar cegera, son considerados en algunas sentencias judiciales como armas, siendo un peligroso instrumento, regulándose su actuación y contraindicándose, por salud, su interacción con los ojos. De momento no se han empleado en el circuito de la clásica, ni en España ni en ningún otro lugar del mundo que haya podido comprobar esta redacción.
