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Cuando el amor y la fuerza son unidos

Madrid. 21/12/20. Auditorio Nacional. Obras de Beethoven. Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Sandra Cotarelo, soprano. Anabel Aldalur, soprano. Paz Martínez, contralto. Fran Braojos, tenor. Karim Farham, tenor. David Rubiera, bajo. Mireia Barera, maestra de coro. Eduardo Fernández, piano. Víctor Pablo Pérez, dirección de orquesta. 

Todo un despliegue beethoviano, pocos días después de celebrarse oficialmente el 250 aniversario del compositor, era el que nos ofrecía la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid en un concierto que, sin ser ofrecido como tal, sí tenía mucha atmósfera de especial navideño, ya a finales de un año que seguro a la mayoría nos ha servido para aprender y reflexionar.

Por mucho que sobre ello hayan dilucidado autores posteriores, aproximándose a cuestiones filosóficas y existenciales varias, sin duda nadie ha habido más humano, más humanista en su música que Beethoven. La grandeza del genio de Bonn, una de ellas, reside en que nos mira directamente a los ojos a través de su música. "Cuando el amor y la fuerza son unidos, el regalo al hombre es la gracia divina", dicen las últimas palabras (de origen incierto) sobre las que erigió su Fantasía coral. Un texto que eleva e insufla los ánimos en tiempos aciagos como los que vivimos. "Cuando el espíritu late con fuerza, un coro de espíritus resuena eternamente". Más alla de los versos, durante el concierto de la ORCAM, Beethoven mediante, se hizo evidente la necesidad de la música como refugio, bálsamo y revitalizante. Igualmente elevadas las formas en la que cerró la formación el programa oficial, con la mencionada Fantasía como broche brillante, bien construido sobre el gesto firme del director, Víctor Pablo Pérez, más flexible, sin embargo, que en la "primera parte" del concierto sin descanso. Se encontró aquí bien cohesionado con el piano de Eduardo Fernández, siempre más sutil en sus formas que la batuta, destacando además la buena intervención de los cantantes solistas y un entregado Coro de la Comunidad de Madrid, que supo aportar grandiosidad al efectismo del final de la partitura, en el que el compositor no escatimó en gastos.

Ese mismo gesto firme fue sobre el que Pérez desarrolló, pues, su visión del Quinto concierto para piano, también de Beethoven. Una lectura intensa y un tanto plana, a lo grande, igualmente viva y aparentemente cimentada sobre los tutti que marcan la partitura, donde la ORCAM dio lo mejor de sí misma. Una interpretación muy válida, en la que se perdieron partes por el todo, sin que se alejaran por ello de la esencia de este coloso beethoviano. Echando la vista atrás, creo recordar que fue hace siete años, aproximadamente, cuando escuché por última vez, en vivo, a la ORCAM, en un concierto sinfónico. A tenor de lo escuchado, sin duda hace demasiado tiempo. Aquella ocasión también la marcó Beethoven, bajo la batuta de José Ramón Encinar y con Joaquín Achúcarro al piano. El maestro bilbaíno, inigualable como siempre, interpretó también la Fantasía coral, entonces junto al Cuarto para piano, con una de las oberturas del compositor (no recuerdo exactamente si Egmont o Coriolano). Una entrega igualada en este 2020 por Eduardo Fernández, quien compartió una visión nítida y matizada del Quinto, con una articulación clara que ganó enteros en las secciones más líricas, sin acentos histriónicos, con una narración siempre clarividente. Encontró su mejor momento, como era de esperar, en un cantabile Adagio central, de muchos quilates, donde orquesta y solista parecieron compartir los mismos ideales.

Completó el programa el Coro final de Cristo en el Monte de los olivos, de nuevo con el Coro de la Comunidad de Madrid dando lo mejor de sí mismo, a pesar de las vicisitudes, bajo la dirección de Mireia Barrera. A la ORCAM se le sumará a partir de septiembre de 2021 su nueva directora titular y artística, Marzena Diakun, con el compromiso personal de situar a la formación como "referente europeo". Horizontes, proyectos, razones... las necesitamos todos y la ORCAM parece haber encontrado, de nuevo, su camino.

Foto: Fundación ORCAM.