Lo apolíneo y lo dionisíaco
Barcelona. 12/04/2021. Palau de la Música. Schumann: Sinfonías no. 1 y no. 3. Mahler Chamber Orchestra. Daniele Gatti, dirección musical.
Meses, demasiados meses llevaba la Mahler Chamber Orchestra sin retomar sus aclamadas giras. El Palau de la Música Catalana ha sido el escenario de su reencuentro con el público, ofreciendo la integral de las sinfonías de Robert Schumann bajo la batuta de Daniele Gatti, quien por cierto suena para suceder a Antonio Pappano en Santa Cecilia, una vez que el primero ceda el testigo en la Ópera de Roma, presumiblemente a Michele Mariotti.
Sea como fuere, la Mahler Chamber recordó a sus mejores días, con un sonido propio, de refinado remate, de ataques vigorosos y de flexible y virtuosa musicalidad. Gatti afrontó estas partituras con un particular aire latino, no exento de hondura. Esa combinación de frescura y contundencia fue sin duda la mejor virtud de estas interpretaciones, que parecieron oscilar de continuo entre lo apolíneo y lo dionisiaco. Del conjunto fundado por Abbado, Gatti extrajo un sonido que fluía liviano y dinámico, sin pesadumbre, más allá de cierto entumecimiento inicial, a buen seguro hasta que se hicieron con las condiciones acústicas de la sala.
Del hacer de los atriles de la Mahler Chamber cabría poner en valor la contundencia de las cuerdas graves, a pesar de su mermado número, así como el excelente desempeño de las trompas y de toda las sección de maderas, tan requerida en estas obras. Como resultado, asistimos a un primoroso tercer movimiento en la Tercera sinfonía, quizá lo más redondo y logrado de toda la velada.
