Aroma di Roma
Recital de Sandrine Piau
Bayreuth 08/09/24. Ordenkirsche St. Georgen de Bayreuth. Obras de M. P. de Montéclair, A. Corelli, D. Scarlatti, A. Scarlatti y G. F. Händel. Les Talens Lyriques. Dir. Mus.& Clave: C. Rousset. S. Piau, soprano.
Admiración y respeto es lo que transmitió el público al recibir a la prestigiosa soprano francesa Sandrine Piau en su primera salida al inicio del recital. Con una sólida carrera que la ha llevado a ser una de las figuras más demandadas y valoradas del barroco francés, además de ser una eximía intérprete händeliana, Piau propuso un recital basado en la Cantanta italiana compuesta alrededor de la escuela romana a principios del s.XVII.
El próximo CD de Piau, una artista de considerable discografía, está dedicado a la figura de Lucrezia, la patricia romana violada por Tarquino, que tantas obras de arte inspiró ante la nobleza y sufrimiento de una mujer que eligió el suicidio antes que una vida de deshonra.
Así pues la francesa cantó tres cantatas intercaladas con dos piezas instrumentales de Arcangelo Corelli y Alessandro Scarlatti respectivamente. En su primera cantanta: La morte di Lucrezia, del compositor Michel Pignolet de Montéclair, se pudo apreciar el modelo italiano de la cantata escénica introducida en Francia por Montéclair. Compositor a caballo de los grandes Lully y Rameau, Montéclair demostró una afilada visión del drama vocal en unas cantatas que navegan entre el recitativo y la ópera y que Piau cinceló con su elegancia característica. Atenta a cada inflexión, con un fraseo y articulación de una austeridad y dominio absolutos, Sandrine desgranó los movimientos de la cantata con un virtuosismo en la emisión y el control del legato de suma maestra.
Con Tinte a note di sangue de Arcangelo Corelli, la mayor exigencia en coloraturas e implicación teatral, las solventó con una sobriedad expresiva inapelable pero fue con la Agrippina condona a morire donde Piau desarboló el magisterio de su arte canoro.
Fue una cantata escrita antes del gran éxito italiano de su ópera homónima Agrippina (1709), donde el sajón demostró una madurez teatral y dramática que hoy todavía sorprenden. El Händel pirotécnico y virtuoso desaparece aquí en una escritura psicológica que escarba en el drama personal de Lucrezia, donde el pathos barroco supura con exigencias en respiración, intenciones, colores e intensidades solo aptas para grandes intérpretes como lo es Piau, una maestra en gran estado de forma vocal y madurez artística.
Excelentes Les Talens Lyriques, orquesta en residencia de esta V edición del Bayreuth Baroque Festival 2024; dominaron el estilo, con un acompañamiento exquisito en las cantatas y en sus dos piezas instrumentales con un Christophe Rousset que combinó vitalidad dramática, ritmo y frescura desde su dirección al clave.
Los vítores y fervor del público arrancaron dos bises händelianos: una estremecedora versión del Se pietà de mi non senti del Giulio Cesare y el aria Zeffiretti de la Cantata profana Notte placida e cheta HWV 142, donde Piau volvió a acreditar porqué es una de las grandes damas del barroco de los últimos treinta años.
Recital de Christophe Rousset
Bayreuth 09/09/24. Sonnentempel de la Orangerie en el Eremitage de Bayreuth. Obras de F. Couperin, J. P. Rameau, y A. Forqueray. C. Rousset, clave.
Intimidad y esplendor barroco arquitectónico en este hermoso recital ofrecido por Christophe Rousset en el Templo del sol de la Orangerie del palacio del Eremitage de Bayreuth.
Maestro de la interpretación barroca francesa, el director y fundador de Les Talens Lyriques, orquesta en residencia en esta V edición del Bayreuth Baroque Festival, protagonizó un recital solo al clave interpretando sus piezas favoritas de tres grandes compositores.
De Couperin tocó de su catálogo Troisième ordre en do mineur (1713): Allemande “la Ténébreuse”-Courante 1&2 -Sarabande “La Lugubre”-Chaconne “La Favorite”.
Aquí Rousset demostró el magisterio del estilo, lo depurado de una lectura elegante, mesurada y de una musicalidad extrema, donde las pausas, el diálogo de las lineas melódicas, el ritmo y el compas encontraron un músico de extraña y sensible expresividad.
Con el arte de Rameau del que tocó los fragmentos más representativos de su Suite en mi mineuer (1724), Rousset profundizó en la teatralidad y dramatismo del compositor de Platée. Aquí el símil ornitológico de su Le Rappel des Oiseaux brilló con un especial fulgor, incisivo y fantasioso, la cadenciosa solemnidad de la Musette en rondeau contrastó con el conclusivo, contagioso y característico Tambourin, para una interpretación enérgica y vibrante.
Por último Rousset intepretó tres movimientos del Première suite en ré mineur (1747) del menos conocido pero importante compositor Antoine Forqueray, el mayor virtuoso de viola de gamba de su tiempo en Francia junto a Marin Marais.
Rousset desgranó la evolución de la interpretación del clave francés con una exuberante demostración de dramatismo y contención con el estilo aguerrido y desbordante de Antoine Forqueray, en esta adaptación al clave de su Suite para viola de gamba y bajo continuo.
Un recital preciocista con el que Rousset se alzó como el gran protagonista de esta V edición del Bayreuth Baroque Festival 2024, tocando, dirigiendo y acompañando en tres días consecutivos sin el menor ápice de pérdida de calidad ni inventiva. ¡Bravo!
Fotos: © Clemens Manser