Honrar un clásico

Palma de Mallorca. 24/10/25. Teatre Principal. Puccini: Tosca. Yolanda Auyanet (Tosca). Rame Lahaj (Cavaradossi). Simón Orfila (Scarpia). Matteo Beltrami, dirección musical. Mario Pontiggia, dirección de escena. 

En ocasión del 40 aniversario de su temporada lírica el Teatre Principal de Palma de Mallorca ha escenificado Tosca de Giacomo Puccini, 'el thriller original' tal y como el director de escena Mario Pontiggia describe la obra en su texto incluido en el programa de mano. El trabajo de Pontiggia es ejemplar, dicho sea de paso, en lo que se refiere a honrar una obra emblemática del repertorio, de esas que resulta difícil extrapolar a otro contexto sin poner en riesgo su esencia. Si alguien encuentra una clave desde la que resignificar el clásico de Sardou pasado por la mano de Puccini, bienvenido sea. Pero también tiene mucho mérito hacer una Tosca clásica sin que se le vean las costuras, sin que rezume caspa y aroma a cartón piedra. El trabajo de Pontiggia logra honrar a un clásico, poniendo en valor todas sus referencias icónicas y haciendo valer una esmerada dirección de actores. La escenografía y el vestuario de esta producción, procedente del Teatro Massimo de Palermo, llevan la firma de Francesco Zito y son una clave fundamental en el devenir de la representació que, ya digo, hace honor a todos los referentes asociados en nuestra memoria a la historia de Tosca.

El elenco de estas funciones ha estado encabezado por la soprano grancanaria Yolanda Auyanet, galardonada con el Premio Nacional de Música en 2024. A margen de alguna puntual dureza en el agudo, con alguna nota más ácida de lo debido, la soprano isleña impuso su magisterio con un rol que domina y que ha cantado ya en tres producciones desde su debut con el mismo en Sevilla, en junio de 2023. Auyanet convence sobre todo por su fraseo bien medido, con un trato exquisito del libreto, clavando el retrato de esa celosa santurrona que es Tosca. Su línea de canto es bella y firme a un tiempo, manejando con inteligencia y seguridad sus grandes intervenciones en solitario, ya sea el célebre 'Vissi d´arte' o la escena con la que concluye el segundo acto, después de asesinar a Scarpia.
 
Tenor de buena planta y timbre grato, el kosovar Rame Lahaj encarnó un idoneo Cavaradossi, delineado con gusto, sin excesos y con suficiencia en el agudo. Quizá pudiera pedirse una mayor fantasía en el fraseo, con mayores contrastes por ejemplo en su aproximación al célebre 'E lucevan le stelle', pero lo cierto es que cantó el rol sin fisuras y mostrando un timbre en buena forma.

Tosca_Palma25_f.jpg

En su debut como Scarpia, uno de los grandes atractivos de estas representaciones, el bajo menorquín Simón Orfila no ha podido dejar mejor impresión. Planteando el rol 'alla Ramey', exhibió un instrumento pleno y rotundo, de desahogado ascenso a la intrincada parte aguda del rol. Al margen de la presencia vocal, Orfila convención con una actuación muy esmerada en escena, plenamente creíble, un Scarpia comme il faut. Le auguro a Orfila muchas representaciones en los próximos años con este rol, un papel que le queda como anillo al dedo. Muy buen equipo de comporimarios, destacando el impecable Sagrestano de Tomeu Bibiloni.

Esmerada labor en el foso del maestro italiano Matteo Beltrami, planteando una Tosca bien delineada y detallista, en buena conexión con la escena, si acaso algo alicaida de tempi en alguna puntual ocasión, pero por lo general pesaron más las buenas intenciones en el planteamiento de una dirección clara y bien delineada. La Orquestra Simfònica Illes Balears brindó una ejecución limpia y esmerada, de eso no hay duda, aunque mostrando a veces un sonido falto de expansión y riqueza tímbrica, especialmente en el caso de la cuerda que sonó un tanto apagada. Buena labor asimismo del Cor del Teatre Principal, al que encontré no obstante un tanto mermado en efectivos, algo especialmente palpable en el 'Te Deum', donde se echó de menos un sonido más contundente.
 
Muy meritoria representación, en suma, para un Teatre Principal -en su segunda temporada ya con Miquel Martorell al frente- que busca reivindicar su lugar en el panorama lírico nacional, en ocasión del 40 aniversario de su temporada operística. Por delante quedan representaciones de El holandés errante, el primer Wagner que se escenifica en la temporada, en estas cuatro décadas; y Rigoletto de Verdi, ya en el mes de junio.
 
Tosca_Palma25_a.jpg
 
Fotos: © Teatre Principal