Eros Jaca y Jorge Nava reivindican con un CD a las hermanas Nadia y Lili Boulanger
El CD Parfums Sonores, editado por Columna Música, reúne composiciones para violonchelo y piano de las dos hermanas, así como de uno de sus maestros, Fauré, y de Stravinsky, de quien Nadia fue mentora.
Dos jóvenes intérpretes, el violonchelista Eros Jaca y el pianista Jorge Nava, rinden homenaje a las hermanas Boulanger con su último CD. Bajo el título de Parfums Sonores, este álbum reúne composiciones de ambas hermanas, junto a piezas de otros autores como Fauré -uno de sus maestros- y Stravinsky -de quien Nadia Boulanger fue mentora-. El disco es así un recorrido a través de trés generaciones musicales y supone el relato de una amistad marcada por la admiración y el respeto entre maestros y discípulos.
Los cuatro protagonistas de este CD coincidieron en el París de comienzos del siglo XX. Las aptitudes de las hermanas Nadia y Lili Boulanger sorprendieron en la vida musical francesa dominada por hombres. Las hermanas Boulanger asentaron varios hitos de la composición al ser las primeras mujeres en ser aceptadas en el célebre concurso Prix de Roma y Lili la primera mujer en obtenerlo en 1913. Su prematura muerte en 1918, a los 24 años de edad, acabó con su brillante carrera como compositora, de la que el CD recoge dos obras, D’un soir triste y D’un matin de printemps.
Nadia Boulanger publicó en 1915 sus Tres piezas para violoncelo y piano, un arreglo de las Tres piezas para órgano, pero tras la muerte de Lili, Nadia decidió no volver a componer, ya que en sus propias palabras suya nunca escribiría algo mejor que la música compuesta por su hermana y volcó su atención en la docencia convirtiéndose, para muchos expertos, en la pedadoga musical más importante del siglo XX. De Gershwin a Piazzoola, de Copland a Philip Glass, de Barenboim a Quincy Jones... son muchos los grandes autores e intérpretes que pasaron por sus manos.
Además de las obras de las hermanas Boulanger, Eros Jaca y Jorge Nava recogen en su CD obras de Gabriel Fauré (Après un réve), su primer maestro, asiduo en la casa de las Boulanger, al ser amigo de su padre y de Igor Stravinsky (Suite italienne y Le Baiser de la fée), de quien Nadia fue mentora y y promotora de su música cuando gran parte del mundo musical dudaba de su genio.