Ainhoa Arteta2 

La Sinfónica Mediterránea

Un año después de cumplir la primera década de vida, la Orquesta Sinfónica Camera Musicae (OCM) ha presentado su próxima temporada 2017-2018. Sexta consecutiva en el Palau de la Música Catalana de esta formación que tiene su origen y arraigo en Tarragona, donde mantiene la misma temporada en paralelo. Bajo la dirección de Tomàs Grau y con la figura de Salvador Mas como principal director invitado durante las tres próximas temporadas, la apuesta este año es de crecimiento, aumentando el presupuesto en la globalidad de su temporada más allá de la que ofrece en el Palau (más de 50 conciertos en Barcelona, Tarragona, Lleida, Palma, Zaragoza, Madrid), hasta llegar a los 700.000 euros. Se incrementa así en unos 200.000, ajustando más las entradas a los precios de mercado y ofreciendo abonos de temporada en el Palau desde 101 euros, pasando de 6 a 8 conciertos en la sala barcelonesa. Un número que Grau considera adecuado para los objetivos de calidad que se proponen, dedicando entre una y dos semanas mensuales de trabajo con una orquesta cuyos intérpretes en muchas ocasiones mantienen otros proyectos individuales, y a los que se demanda un alto grado de implicación en cada uno de los programas.   

El lema escogido es “la Sinfónica Mediterránea”. Además de subrayar el nuevo elemento de Sinfónica que se añade a partir de ahora al nombre de la formación, el calificativo de mediterránea procura poner de manifiesto, como ha explicado Grau, la búsqueda de un sonido ligado a una manera propia de entender la música arraigada en su entorno cultural. La temporada de la orquesta iniciará su andadura el próximo 1 de octubre de 2017 con la visita de la soprano Ainhoa Arteta en un programa que incluye los últimos cuatro lieder de Richard Strauss. Después llegará el turno de Alice Sara Ott para abordar la Totentanz de Liszt una semana antes de que lo haga con la London Symphony Orchestra. El mandolinista israelí Avi Avital será el invitado en noviembre, interpretando un repertorio centrado en Vivaldi. Hasta febrero no volverá la orquesta al Palau, con el inicio de Salvador Mas como principal director invitado con un programa encabezado por la Heroica. La japonesa Sayaka Shoji abordará dos semanas más tarde el Concierto para violín y orquesta de Beethoven junto a una Patética de Chaikovski que cerrará el largo ciclo que la orquesta le ha dedicado al compositor ruso. El encargo del Palau en el marco del 80 aniversario de Antoni Ros Marbà marca la siguiente cita, confeccionada por un programa con Wagner, Toldrà y la Primera de Brahms. Los dos últimos programas, en abril y mayo, tendrán como invitados Sara Blanch y Albrecht Mayer. La soprano tarraconense ofrecerá una selección operística de Mozart, y el oboísta alemán abordará el Concierto para oboe y orquesta de Vaughan Williams, antes de que la orquesta cierre la temporada con la Séptima de Beethoven. Porque si Chaikovski lo fue hasta ahora, Beethoven será el hilo conductor de la próxima temporada, que incluye además de las mencionadas, la Obertura Egmont, la Obertura Coriolano, y la Segunda Sinfonía. El violonchelista Lluís Claret disfrutará de otra temporada como artista residente, en este caso con el primer Concierto para violonchelo de Shostakovich. 

En la presentación, el director Mas ha querido manifestar la necesidad de una transmisión generacional en el ámbito de la música catalana, de la que no se ocupan instancias que deberían hacerlo de tal modo que se desperdicia el joven talento nacional, que no encuentra un mercado que absorba su carrera artística. Este es uno de los perfiles de los músicos de la orquesta, una iniciativa que también hace frente a esta necesidad y con la que el director barcelonés quiere colaborar, porque sostiene que “la tradición no es adorar las cenizas, sino pasar la antorcha”. La dirección artística de Tomàs Grau tiene como principales horizontes la composición de programas atractivos que incorporen las obras capitales del repertorio universal, invitados de amplia trayectoria internacional, un cuidado criterio artístico y la búsqueda de una evolución hacia un sonido propio. Para consolidar todo este crecimiento trazado para la próxima temporada, será tan importante el respaldo del público barcelonés como la respuesta en Tarragona no sólo de público –que hasta ahora ha demostrado su respaldo al proyecto– sino también de voluntad política, ya que hablamos de la única capital de provincia catalana que no dispone de auditorio, por lo que la OCM llevará su temporada un año más al Teatro Tarragona. Antes de todo ello la orquesta cerrará la actual 2016-2017 dedicándose a Mozart durante los meses de abril y mayo. En abril junto a la alemana Sabine Meyer con el Concierto para clarinete y orquesta, y en mayo junto a la catalana Alba Ventura en el 25º aniversario de su debut con el Concierto para piano y orquesta