20 películas imprescindibles en torno a la música
No son 20 musicales, tampoco 20 películas de temática musical. Ni siquiera son, en realidad, 20 títulos, sino 23. Cintas que, de un modo u otro, están vinculadas a la música. Quedan aquí ordenadas cronológicamente, sin ranking alguno, porque todas me parecen maravillosas en un sentido u otro.
El cine es uno de esos lugares donde me permito ser completamente libre cuando abandono, al final del día, mi profesión vinculada a la música. Nadie aquí, en el cine, podría estar a la espera de que yo pueda decir algo relevante, por lo que no esperen reflexiones eruditas... en ocasiones ni siquiera reflexiones, porque aquí, insisto, soy libre al hablar y esto no deja de ser mi opinión. Con todo, fotograma tras fotograma, estas películas me han hecho libre, me han evadido, o me han llevado a otro mundo... más allá de sus créditos finales, incluso. Por eso quiero traérselas aquí, esperando que, si no han visto alguna de ellas y les pica la curiosidad, tal vez a ustedes también les permita volar, aunque sea por un momento.
Die Nibelungen (Los Nibelungos) (Parte I y II) - Fritz Lang - Alemania - 1924
Abro esta lista con una obra colosal (sus dos partes), imponente, poderosa, magistral. Ya está todo dicho, pues. Comparte historia con el Anillo del nibelungo wagneriano, aunque no lo recoja. Uno no puede quitar ojo de la pantalla ni un solo momento, ante el despliegue épico, fantasioso y aventurero de Fritz Lang, en una de esas cintas tan impresionantes como imprescindibles por su despliegue técnico y artístico de los años veinte (junto a Metropolis y El maquinista de la general (la escena de la locomotora en el puente!). Para adentrarse en las óperas de Wagner, o para disfrutarlas aún más, no dejen de ver estas dos producciones, de casi cinco horas de duración. Épico, ciertamente. El señor de los anillos de Jackson es una nimiedad frente a la propuesta de Lang. ¡Ojo a la escena del dragón, que no es una miniautura, sino uno creado a escala real!
Plataformas: Filmin
A Night at the Opera (Una noche en la ópera) - Sam Wood - Estados Unidos - 1935
No reírse es imposible. Incluso cuando una de las primeras cosas que se pueden ver es a Manrico cantándole Di quella pira... ¡directamente a su madre! La cinta favorita de Groucho, de hecho, donde la trama es un poco lo de menos, con un trasunto amoroso que viene a ser lo de menos cuando uno tiene enfrente a los hermanos Marx. Como siempre, con unos diálogos y frases que uno quisiera llevar siempre en el bolsillo de la chaqueta, para salir del paso o matar el aburrimiento en esas reuniones de sociedad que tanto aburren. No sólo eso, pues acaban regalando una de las escenas más famosas de la historia del cine, con 15 (?) personas embutidas en un pequeño camarote. ¡Y dos huevos duros!
Plataformas: Atres Player / Apple iTunes
Fantasia (Fantasía) - James Algar, Norman Ferguson, Wilfred Jackson, entre otros - Estados Unidos - 1940
Fantasía es una fantasía, no hay más. Seguramente todos ustedes ya la conozcan, porque la música está tan arraigada a sus fotogramas que hacen de ella un imprescindible para cualquier melómano. Más aún para cualquier melómano que quiera enseñar el poder de la música a los jóvenes y futuros amantes de la música. Mítica es ya la imagen de Mickey Mouse como El aprendiz de brujo de Dukas; la luz y la oscuridad luchando a través de Noche en el Monte Pelado de Mussorgsky; el origen de la vida con La consagración de la primavera, de Stravinsky; o los divertidos hipopótamos, cocodrilos y avestruces con tutú en La danza de las horas, de la ópera La Gioconda, de Ponchielli... Bach, Beethoven, Tchaikosky, Schubert... Leopold Stokowski y la Philadelphia Orchestra ponen la música. Curiosidades con dos contemporáneos que fueron rechazados: Stravinsky se ofreció para crear una pieza nueva para la película, pero su idea fue rechazada (y la reorquestación de Stokowski le puso el estómago del revés)... al igual que los bocetos que creó Dali para ella. No obstante, Disney y el catalán crearían el corto Destino, que terminaría por ver la luz en 2003 (!), ya fallecidos los dos.
Plataformas: Disney+
Biruma no tategoto (El arpa birmana) - Kon Ichikawa - Japón - 1956
Pues otro clasicazo. Y de nuevo la música como mediadora, como canalizadora, como vía de escape también. Mizushima, soldado del ejército japonés en Birmania durante la Segunda Guerra Mundial, toca el arpa. Al terminar la contienda, los británicos le piden que vaya a convencer a una tropa japonesa para convencerles de que se rindan, pero el honor nipón, muchas veces llevado a un extremo absurdo, hace que prefieran morir. Mizushima se hace monje budista (un tanto como huida de lo que hasta entonces era), errando por las montañas para enterrar los cuerpos de sus compatriotas. Una cinta extremadamente honda, reflexiva, meditativa, tras el dolor de una guerra. Un camino espiritual, acompañados por la música de su arpa. ¿Realmente puede haber vencedores cuando nos matamos entre nosotros?
Plataformas: Filmin
Some Like Hot (Con faldas y a lo loco) - Billy Wilder - Estados Unidos - 1959
Otra de las películas más divertidas que he visto. Muchas razones tenía Trueba para dedicarle a Wilder su Oscar por Belle Époque. Ya saben, a la mañana siguiente Wilder llamó por teléfono al cinesta español: "Fernando, soy Dios". Y tanto que lo es, aunque sea en esta religión politeista que es el arte en general. En Con faldas y a lo loco, la música es una mera excusa: dos músicos (Jack Lemmon y Tony Curtis) huyen de un gángster de Chicago, disfrazándose como mujeres para infiltrarse en una banda de chicas que viaja a Florida para tocar. Allí conoceran a Sugar Kane (Marilyn Monroe, cuya mala memoria se las hizo pasar canutas a Wilder durante el rodaje) y la cinta terminará con una de las frases más famosas de la historia: "Nadie es perfecto".
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West Side Story - Robert Wise y Jerome Robbins - Estados Unidos - 1961
Aquí sí, un musical... ¡y qué musical! Beber del mismísimo Shakespeare para seguir estando de rabiosa actualidad. West Side Story podría suceder prácticamente ya en cualquier vecindario. Leonard Bernstein, un genio entre los genios de la música al que aún, tengo la sensación, no hemos rendido el homenaje que realmente se merece, firma una música de ritmo y lirismos contagiosos, con una historia de amor ya conocida por todos y un transfondo de la lacra racista que no todos terminan de comprender, está visto. 10 Premios Oscar (más tres Globos de Oro y un Grammy) se llevó, de calle. Muy loco podría haber sido contar con dos de los nombres inicialmente pensados: Audrey Hepburn como Maria (embarazada en aquel momento) y Elvis Presley como Tony (quien rechazó el papel porque el personaje sólo participaba en la mitad de las canciones). Mucha atención, que Spielberg ya está ultimando su remake.
Plataformas: Filmin / Rakuten TV
Antoine et Colette (Antoine y Colette: El amor a los veinte años) - François Truffaut - Francia - 1962
Uno de los mejores descubrimientos que he hecho en mucho tiempo, a pesar de no ser ni siquiera un largo como tal, sino más bien medio metraje (media hora de duración tiene). "Sepultada" por su hermana mayor Los 400 golpes, esta segunda incursión en la vida de Antoine Doinel firmada por Truffaut (enmarcada en una colección de visiones sobre El amor a los veinte años, con Wajda, Ishihara, Rossellini...) es, también, una maravilla. Doinel ha pegado el estirón y ahora busca hacia dónde encaminar su vida, al mismo tiempo que se enamora de una chica y se gana la vida en una fábrica de vinilos. La música clásica lo abraza todo... pero por favor, ¡qué nadie vaya a hacerse a la idea que la cabeza de todo melómano funciona con la mima obsesión que la del protagonista! A finales de los 60 aún tendría que llegar Besos robados, para ver el desenlace de este "amor"... y parecía que Linklater había inventado algo con sus Antes de...
Plataformas: Filmin
Prova d'orchestra (Ensayo de orquesta) - Federico Fellini - Italia - 1979
Vienen ahora dos obras de otro de los grandes: Federico Fellini y su subjetividad de los recuerdos en el neorrealismo italiano. Estas, sin embargo, pertenecen a una etapa posterior, de ácida sátira. Prova d'orchestra, aun resultando, inexplicablemente, una de sus cintas más desconocidas para el público en general, me parece una película que todo músico, todo trabajador, toda persona debería ver. El argumento puede parecer bien sencillo: una orquesta italiana se prepara para ensayar frente a un maestro alemán. Mientras tanto, un equipo de cámaras realiza un reportaje. ¡Hablar con ellos es opcional y en ningún caso remunerado! puntualiza el enlace sindical. Las cosas no van bien y el maestro ha de retirarse, en un receso, a su camerino. Las cosas ya no son como antes, se lamenta. Al volver, presenciara toda una revolución social. ¡Ah! ¡Y la banda sonora, además, es de Nino Rota!
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Sero Hiki No Gôshu (Goshu el violonchelista) - Isao Takahata - Japón - 1982
Puede parecer una película para niños, que también, pero como todo lo orbitante alrededor del Estudio Ghibli, esta cinta tiene mucho que decir a todos aquellos que se asomen a ella. Isao Takahata es un absoluto maestro del anime, con algunas de las cintas más bellas (en trazo y en significado) que recuerdo: La tumba de las luciérnagas, Recuerdos del ayer, y El cuento de la princesa Kaguya serían tres buenos ejemplos. Bueno, ¡y luego dos series míticas como Heidi y Marco! En Goshu el violonchelista se nos muestra el camino del aprendizaje, en la música y en la vida (¡con muchos compases de Beethoven!), a través de un joven instrumentista que recibirá la ayuda de un gato (gatos y música clásica, ¿se puede pedir más?), un cuco, un tejón y un ratón, quienes le enseñarán los diversos aspectos a tener en cuenta de la música.
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E la nave va (Y la nave va) - Federico Fellini - Italia - 1983
Un reflejo de la sociedad en su conjunto, perfectamente válido hoy en día, además del mundo de la ópera, a través de la vacuidad y frivolidad de un conjunto de personajes finiseculares. Artistas y conocidos de la clase alta llevan las cenizas de una diva de la ópera, Edmea Tetua (algo así como Maria Callas), en un barco, para esparcirlas por el Mar Egeo. Van mostrándose sus colegas, pero también las sopranos rivales, tenores que mucho recuerdan a Pavarotti e incluso críticos y grupies fanáticos (peores que los anteriores). De nuevo el Fellini más satírico, dibujando a una sociedad fragmentada que termina, literalmente, hundiéndose. Un par de curiosidades, de las muchas que encierra al film: Mara Zampieri, Nucci Condò y Elizabeth Norberg-Schulz ponen voz a las diferentes cantantes que aparecen y, entre los pasajeros, una grande de la danza: Pina Bausch, quien protagoniza otra de las cintas que aquí recojo. Se llevó cinco premios David di Donatello, incluyendo el de mejor película. Por cierto, a Fellini aún le quedaría en el tintero un guión: Il viaggio di G. Mastorna, con un violonchelista que despierta en una nueva dimensión tras sufrir un accidente de avión. Para que vean que lo de Perdidos (Lost) ya estaba inventado.
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Kolja (Kolya) - Jan Sverák - República Checa - 1996
Algo debe tener el violonchelo, que junto al piano es el instrumento favorito de los cineastas para contar historias en torno a la clásica. Tenemos aquí una historia amarga. Un drama con puntos de luz, diría yo, de un concertista de chelo en la Checoslovaquia tomada por Stalin. Un presente de penurias económicas, en el que nuestro protagonista pierde su plaza en una orquesta y ha de tocar en funerales para poder comer. No sólo eso, un matrimonio de conveniencia con una mujer rusa se cruza en su camino... una mujer que huye con su amante a Alemania, dejando al violonchelista al cuidado de su hijo pequeño: Kolya. Emociones, muchas emociones a través del violonchelo, que le valieron un Oscar y un Globo de oro. Algo curioso, el guión lo firma el actor principal: Zdenek Sverák (que está tremendo) quien, a la postre, es el padre del director, Jan Sverák.
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Almost Famous (Casi famosos) - Cameron Crowe - Estados Unidos - 2000
Esta cinta cuasi-biográfica de Crowe, ganadora del Oscar a Mejor guión original (y Globo de oro a Mejor comedia), me sirvió de introducción para uno de mis artículos sobre el aislamiento del crítico de música clásica y su relación con los artistas. Un chaval de 15 años se gana el puesto en la mítica revista Rolling Stone, escribiendo un artículo sobre la ficticia banda Stillwater, mientras les sigue de gira. Descubrirse a sí mismo en una realidad hoy en día impensable. Recelar del periodista, acabar abrazándole como uno más de la familia, para acabar renegando de él cuando las cosas se tuercen. Ya saben que lo fácil es culpar al mensajero. El reparto está plagado de nombres conocidos: Billy Crudup, Kate Hudson, Frances McDormand, Anna Paquin, Philip Seymour Hoffman, o Jimmy Fallon, por ejemplo. La música la firma Peter Frampton, quien también cuenta con un cameo.
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Dancer in the Dark (Bailar en la oscuridad) - Lars von Trier - Dinamarca - 2000
Habrá quien me quiera matar por decir esto, pero Dancer in the Dark es mi película favorita de Lars von Trier (sin perder de vista Rompiendo las olas y Dogville). Mátenme más todavía: A pesar de Björk y Catherine Denueve, que están las dos extraordinarias aquí. Una inmigrante checa en los Estados Unidos, con una vida un tanto miserable en una fábrica, que se va quedando progresivamente ciega con el paso de los días. Sólo su amor por la música la mantiene a flote, con esperanzas para reunir el dinero suficiente con el que poder operar a su hijo, quien ha heredado su enfermedad. Drama y musical se dan la mano para elevar una cinta de gran hondura y, eso sí y aviso, con un final bastante chungo (¡ups, spoiler!).
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La pianiste (La pianista) - Michael Haneke - Francia - 2001
La película más perturbadora que haya visto jamás. De esas que nada más terminar, tienes que volver a ver, inmediatamente. ¿Cómo no resultar inquietante cuando uno se sienta ante Michale Haneke? ¿Cómo no elevar esa inquietud, cuando Haneke, a su vez, se sitúa frente a Elfriede Jelinek? Una historia que hace daño. Una cinta que hace daño. Una profesora de piano que encuentra en el sexo más violento su vía de escape, ante la vida de reclusión que vive con su dominante madre (la propia de Jelinek y que Jeanne Moreau rechazó interpretar) y uno de sus alumnos, dispuesto a seducirla, sin saber nada, en un principio, de su doble vida. Tremenda, tremendísima Isabelle Huppert en el papel protagonista y mucho Schubert (uno de los compositores favoritos de Haneke, que también se escucha en Amour), que toca la propia actriz tras estudiar 12 años de piano.
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Once (Una vez) - John Carney - Irlanda - 2007
No quedaba otra, a Carney había que incluirle en esta lista sí o sí. Oscar en su Once a Mejor canción original, un tema que estuvo petándolo mucho tras su estreno, aquí también podría haber traído Begin Again y, seguro, Sing Street (no así su reciente serie Modern Love, que es un pinchazo considerable). El caso es que Carney se ha consagrado como el adalid del, llamémosle, "musical indie". Enamorarse a través de canciones... ¿quién no lo ha vivido alguna vez? Yo una vez grabé una cassette para una chica del colegio que me gustaba... el cassette estaba lleno de Tchaikovsky, Chopin, Brahms y Rachmaninov... no sé si llegó a entender lo que quería decirle... El caso es que estos dos protagonistas sí que conectan a través de la música, que es algo maravilloso, mientras intentan sobrevivir en su día a día... porque ser músico y sobrevivir también es algo maravilloso, o más bien milagroso.
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Okuribito (Despedidas) - Yōjirō Takita - Japón - 2008
En este film japonés, la conexión con la comentada Kolya es evidente, aunque aquí vayamos a más. Nuestro protagonista, Kobayashi, quien acaba de perder su puesto como violonchelista en una orquesta, acaba no ya tocando en funerales, sino siendo, directamente, el tanatopractor de su pueblo. Amar la vida a través de la muerte. Descubrir, o redescubrir las cosas buenas que tenemos cuando entregas tu vida a preparar a los demás ante "la nueva vida". Bach, Brahms y Beethoven nos ayudan a trascender. Se llevó el Oscar a Mejor película de habla no inglesa.
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Le Concert (El concierto) - Radu Mihaileanu - Francia - 2009
Una peli "blandita", que también hacen falta de vez en cuando. Y con muchos puntos de humor entre lo sentimentaloide, que tampoco ha de estar reñido lo uno con lo otro. Le concert, más allá de su música maravillosa, en cuya banda sonora se cuelan obras de Mahler, Mozart y sobre todo, Tchaikovsky, es una revancha, una lucha social entre el pasado y el presente. Un director de orquesta del Bolshoi es degradado a limpiador tras negarse a despedir a los músicos judíos. Cuando intercepta una invitación del Châtelet parisino, invitando a la actual orquesta del Bolshoi a tocar en su escenario, se verá decidido a suplantarla junto a sus amigos. En el papel de solista, en el Concierto para violín de Tchaikovsky, Mélanie Laurent, aunque en realidad la obra fuese tocada por la Sinfónica de Budapest y la violinista Sarah Nemtanu, solista de la Orchestre National de France.
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Pina - Wim Wenders - Alemania - 2011
¡Oh Pina! ¡Pina como diosa absoluta! ¡Pina lo puede todo! Filmada por otro enorme: Wim Wenders (El cielo sobre Berlín; París, Texas; Tan lejos, tan cerca...), de corte puramente documental y con posibilidad de verla en 3D (para quienes quieran ya que se les desencaje la mandíbula de lo boquiabiertos que les va a dejar). De su dirección, más allá de una perfecta fotografía de Hélène Louvart, sólo (y todo) se puede decir que Wenders está a la altura de la artista a quien rinde homenaje. Y eso ya es muchísimo. Una imagen potentísima, arrebatadora, que te obliga a enamorarte hasta las trancas de cada una de las propuestas de la coreógrafa, con una propuesta sobria y directa. El resultado es eléctrico, bellísimo y tan tenso como todo arte ha de ser. Bausch falleció pocos días antes de que Wenders comenzase el rodaje.
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Whiplash - Damien Chazelle - Estados Unidos - 2014
Ni pianos, ni violonchelos, en Whiplash la protagonista es la batería. Que el final lo sepas desde el minuto uno, es lo de menos, aquí prevalece el ritmo vertiginoso, el sonido y la edición, que son una locura y, claramente, la actuación de J.K. Simmons como el implacable maestro que hará cambiar la vida al alumno ambicioso, con ansias de triunfo (Miles Teller, quien toca él mismo la batería). Casi 50 premios, incluídos el Oscar y el Globo de oro, se llevó Simmons por su interpretación. Tras Whiplash, Damien Chazelle siguió su andadura cinematográfica con la mucho más famosa La La Land, pero esa sí que, reconociéndole su factura y momento, se me hace muy cuesta arriba.
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Suspiria - Luca Guadagnino - Italia - 2018
¿Un remake? ¡Un remake! ¡Pero qué remake! ¡Aún mejor que la original! Que me perdonen los irredentos fans de Argento y el cine giallo, pero yo diría que esta vuelta de tuerca de Guadagnino (sí, autor también de Call Me By Your Name (bostezo)) a Suspiria se lleva la palma. Una de las mejores películas de los últimos años, de hecho. La imagen es poderosísima, ya no cautivadora, sino más bien hipnótica, con un trabajo de arte sublime, donde el reparto, encabezado por Tilda Swinton (¡en un triple papel!) sobrecoge a cualquiera. Guadagnino da la vuelta a los colores chillones de la versión original, llevándo su propuesta a una academia de baile mucho más sombria, con la influencia indudable de la estética de Mary Wigman, Sasha Waltz y Pina Bausch (vale, puede que esté un poco obsesionado con esta mujer). Las coreografías de Damien Jalet son de una fuerza bestial, en cualquier caso. Y la banda sonora, ahí va el dato, supuso el debut por estos lares del vocalista de Radiohead, Thom Yorke.
En otro orden de cosas, no perderse tampoco Opera, de Argento, rodada en el Regio de Parma, con música de Brian Eno, que el director grabó, despechado tras no dejarle dirigir una producción de Rigoletto. Si esta les resulta demasié, no prueben entonces con su Fantasma de la ópera, con banda sonora de Enio Morricone...
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Complementarias
La Strada - Federico Fellini - Italia - 1954
Aunque se me vea mucho el plumero, tengo que volver a Fellini. Volver una y otra vez, también aquí. La primera de estas tres cintas complementarias, donde la música y la banda sonora hacen de ellas algo inolvidable, ha de ser, por fuerza, La strada. Aquí sí, antes de la sátira más ácida y hacia el balance del neorrealismo, el director italiano consigue una obra imprescindible, triste, amarga, profunda, cruda. Ayuda a ello Anthony Quinn, pero sobre todo Giulietta Masina, que está maravillosa como Gelsomina, una pobre muchacha vendida por su madre a un artista callejero... la llegada de otro hombre le hará replantearse cómo ha sentido, cómo ha vivido hasta entonces (un triángulo amoroso, por cierto, inspirado por otra película imprescindible: L'Atalante, de Jean Vigo y que en buena manera puede recordar a Il tabarro, de Puccini). En todo caso, a la Masina hay que amarla, reverenciarla, idolatrarla. El cuarto personaje clave es, sin duda, Nino Rota y su banda sonora. La Strada se llevó, por cierto, la primera estatuilla de los Oscar que se entregó a Mejor película extranjera.
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La vita è bella (La vida es bella) - Roberto Benigni - Italia - 1997
Les cuento: cada vez que veo la escena de la ópera, donde Guido, desde el patio de butacas, mira a Dora (en un palco) diciendo "Mírame princesa, gírate..." hasta que le mira, en mitad de la barcarola de Los cuentos de Hofmann, lloro. Y la puedo ver quince veces seguidas, que quince veces lloro. Las voces de Shirley Verrett y Montserrat Caballé ayudan, qué duda cabe. Y obviamente no es el único momento de la película donde se me cae la lágrima. No vamos a negar que estamos ante una gran cinta. Si siempre decimos que Verdi continuó la tradición italiana de la ópera y tras él, Puccini, Roberto Beningni estira el mejor cine italiano con La vida es bella. La música siempre está ahí, acompañando a los personajes de esta conmovedora historia, como via de escape ante el horror.
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Russiky kovcheg (El arca rusa) - Aleksandr Sokurov - Rusia - 2002
Una burrada de cinta, esta de Sokurov, como todo Sokurov (Aleksandra, Sol, Madre e hijo...). El Arca rusa esta rodada en un solo plano secuencia (¡de hora y media!) a través del Museo del Hermitage, en un paseo por 300 años de historia rusa, con más de 2000 actores y tres orquestas que tocan en directo, a las órdenes del todopoderoso Valery Gergiev, cameo incluido. De quedarse con la boca abierta. Muy abierta.
Plataformas: Filmin
