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La palabra al servicio de la música

La música nunca debería dejar de representar lo más extraordinario de nuestra condición humana, pues no es sino la expresión sonora de esos ideales que nos mantienen en pie a pesar de todo: la libertad, la dignidad, la justicia, la fraternidad… Lo hemos vivido hace poco con La Marsellesa entonada en Francia (qué terrible casualidad que Ba-ta-clan fuese el nombre de una opereta de Offenbach, por cierto). Un Arte universal en el que no hay lugar para egos, como bien apunta el titular de nuestra entrevista de portada, en palabras del director granadino Pablo Heras-Casado. O es de todos, esa es su esencia, o no será de nadie. 

Platea es un espacio de libertad con acento claramente constructivo. Pensar en positivo es el principio para actuar en positivo. Se trata de sumar y compartir, ni más ni menos. La crítica no debiera ser ya un gremio acomodado en viejas rutinas y clichés, pues ha de ser la música y no los intereses creados, la génesis de nuestras palabras. Hay un reto evidente de renovación ante nuestros ojos, tanto por el cambio institucional como por la revolución tecnológica y comunicativa, sin perder de vista al público, siempre cambiante y cada vez más plural. Y a la hora de la renovación no se trata meramente de juventud; el equipo de Platea lo integra una extensa nómina de colaboradores de orígenes,  edades, formaciones y opiniones diversas, pero con un objetivo común tan básico como imponente: servir a la música con la palabra, porque es tan posible como necesario. Nuestras puertas están ya abiertas. Desde la honradez, con humildad, sin miedos ni frustraciones, invitamos a público, artistas e instituciones a acompañarnos en este nuevo proyecto que aspiramos a hacer tan suyo como nuestro.