Copons LIFE 2017 

Barcelieder

Barcelona. 20/09/2017, 20:00 horas. Sala Domènech i Montaner- Sant Pau Recinte Modernista. Festival LIFE Victoria 2017. Lieder de F. Mendelssohn, R. Schumann, J. Brahms, E. Grieg, R. Strauss. Irene Mas Salom, soprano. Helena Ressurreição, mezzo. Neus García Puigdollers. Elena Copons, soprano. Sholto Kynoch, piano.

Si la poesía siempre se ha considerado por muchos como la gran olvidada de la literatura por el gran público, a pesar o quizás por ello, de su concentrada grandeza, el mundo del lied sigue ese sambenito en el territorio vocal de raíz lírica. Y sin embargo, que gran noticia es para una ciudad como Barcelona, y su siempre bulliciosa vida musical, la consolidación de un Festival de Lied como es el LIFE Victoria. 

Se cumplen cinco años del LIFE Victoria, y proyectos como el Tast de Lied, o los LIFE New Artists además de las fechas de formación de la llamada LIFE Akademie, consolidan un proyecto que aúna apostar por las voces jóvenes y presentarlas a modo de aperitivo de lied antes del recital propiamente dicho. Una fórmula que funciona muy bien y que es ya un sello de identidad de un Festival ambicioso y que contó con una localización en su primer recital de lujo: la Sala Domènech i Montaner del recinto modernista del Hospital de Sant Pau.

Así, antes de la presentación de la soprano Elena Copons, actuaron la soprano Irene Mas Salom y la mezzo Helena Ressureição, acompañadas también por la joven pianista Neus García Puigdollers. Las jóvenes apuestas del LIFE New Artists demostraron con los duetos-lieder de Mendelssohn y con los Duetos para soprano y contralto de Brahms una grata compenetración. Buena línea de canto, cuidado en el fraseo y mucha naturalidad en una emisión siempre controlada de ambas cantantes. La voz limpia y cálida de Salom empastó de manera muy eufónica con la belleza del registro grave de la mezzo portuguesa Helena Ressureição, demostrando no solo una agradable seguridad en sus interpretaciones, también una precoz madurez que hicieron de su actuación una muestra de un más que prometedor futuro de ambas. Para muestra los hedónicos momentos conseguidos con “Am Strande” de Brahms. Pulcritud y concentración en la aseada labor de la pianista Neus García Puigdollers, atenta a la respiración de las solistas, transmitió seguridad y profesionalidad.

En su liederabend inaugural se contó con la actuación, y debut en el Festival, de la soprano catalana Elena Copons, en un recital titulado “La esencia del Lied”. No poco ambicioso título para un programa compuesto por cuatro compositores pilares del mundo del Lied. Comenzó el recital con cuatro lieder de Schumann, donde ya se pudo comprobar la madurez y estado vocal óptimo de la soprano catalana. Su instrumento es redondo, con una emisión grata y orgánica. Copons demuestra un canto natural con una especial atención al texto, siempre con fluidez en la dicción y nitidez en la articulación, administrando un registro de sonido pulido y terso. Así los cuatro schumanianos lieder con temática floral se mostraron cual ciclo, destacando la finura de la digitación de Sholto Kynoch al piano, quien trabajó siempre para que la voz se posara sobre el terso manto del sonido casi panteísta del piano. Con los cuatro lieder de Johannes Brahms, Copons volvió a lucir un sentido idiomático más que notable, un uso de los reguladores a placer y un canto introspectivo de serena madurez y profundidad canora. Con Edvard Grieg la voz pareció iluminarse y ganar en su registro con una coloración idónea para el lirismo del compositor de Peer Gynt. Los Sechts Lieder Op. 48 dieron de lo mejor de la soprano como se pudo disfrutar en “Dereinst, Gedanken mein” donde el uso reflexivo del texto encontró una serenidad interpretativa conmovedora. O como en “Die verschwiegene Nachtigall”, donde el recurso de la aliteración en la palabra ‘Tandaradei’ tuvo un reflejo musical seductor y evocador irresistible. 

Cerraron la Liederabend cuatro de los lieder más representativos de Richard Strauss, el más operístico de los cuatro compositores y seguramente el más exigente vocalmente del programa. Copos los cantó con una autoridad incontestable, “Ruhe, meine Seele", “Morgen” y “Cäcilie” mostraron a una soprano en estado vocal de majestad, con un centro rico, un registro superior esmaltado y unos graves siempre controlados sin perder color ni homogeneidad en la emisión. Pero fue con “Heimliche Aufforderung” donde la mezcla de la expansión creativa de Strauss y la calidad de Copons y Kynoch, encontró una interpretación rubricada con la excelencia.

El éxito de la velada se vio recompensado con tres bises, un Schumann, Schubert (An Sylvia) y “Abril” de Toldrà.

Gran inauguración, en una sala que demostró tener una sonoridad adecuada en un entorno fantástico. Bravo también a la organización por confiar el recital inaugural a una soprano catalana, que demostró no solo calidad vocal y cualidades, sino también que aquí también hay buenas voces sin necesidad de buscar nombres más mediáticos con la misma o menor valía artística que Elena Copons.