Mutter OCM 21 e 

God save the Mutter!

Barcelona. 02/06/2021. Palau de la Música Catalana. Beethoven: Concierto para violín y orquesta y Sinfonía no. 3. Anne-Sophie Mutter, violín. Orquesta Sinfónica Camera Musicae. Tomás Grau, dirección musical.

Los sueños se perfilan en el horizonte para cumplirlos. Me consta que Tomás Grau y la Orquesta Sinfónica Camera Musicae han cumplido uno de ellos con este sobresaliente concierto, con la gran violinista Anne-Sophie Mutter como solista invitada. Un lujo, se mire como se mire. La intérprete alemana estuvo imperial. Como en el caso de Martha Argerich, que acaba de cumplir 80 admirables años, apabulla en Mutter su consumado virtuosismo cuando camina ya próxima a cumplir los sesenta. ¡Qué sonido! ¡Qué madurez!

Cuando entrevisté a Anne-Sophie Mutter en Salzburgo, en el verano de 2019, me dijo lo siguiente: "La perfección es una ilusión necesaria, es algo con lo que todos necesitamos trabajar, para no bajar la guardia, para estar siempre atentos y seguir depurando nuestra técnica. Tras cuatro décadas de actividad profesional, a día de hoy, le diría que sigo buscando la perfección, quizá a sabiendas incluso de que nunca la encontraré". Qué cierto y qué evidente al escuchar su Beethoven en el Palau de la Música Catalana. 

Elegancia, clase, ortodoxia... son sustantivos que apenas alcanzan a describir la extraordinaria mezcla de lo dionisíaco y lo apolíneo que se da en el violín de Anne-Sophie Mutter. La intérpete alemana logra un sonido mayúsculo, de gran presencia y extraordinaria nitidez, verdaderamente dúctil, capaz de sonidos sutilísimos -qué pianissimi- al lado de otros imponentes, poderosos. Su Beethoven lo tuvo todo, fue sublime; por la línea, por los detalles, por la introspección, por la belleza, por el justo efectismo. Una lección mayúscula, desde todo punto de vista.

Mutter OCM 21 b

En esta ocasión, en el Palau de la Música Catalana, toda la ejecución fue memorable, con pasajes inspiradísimos durante los dos primeros movimientos, pero fue sin duda en el Rondo donde Mutter dejó muestra de un talento único que la sitúa, tantas décadas después de su debut, como reina indiscutida e indiscutible del violín. God save the Mutter! Junto a Grau y su orquesta, a modo de propina, Mutter ofreció una bellísima versión de la Romanza no. 2 op. 50 del mismo Beethoven, que la intéprete quiso ofrecer en memoria de todos los fallecidos y afectados por la pandemia del coronavirus.

Puso el broche al concierto una espléndida versión de la Sinfonía no. 3 'Heroíca' de Beethoven. Excelente la orquesta una vez más. Y uno de los mejores trabajo que le he visto a Tomás Grau, con sus músicos respondiendo como un solo hombre: ataques empastados, sonido brillante, fraseo vibrante, articulación ejemplar... Nada que envidiar a un Beethoven en manos de una orquesta alemana de primera división. 

Mutter OCM 21 c 

Fotos: © Martín E. Berenguer