La cima de la temporada
Bilbao. 27/05/2018. Palacio Euskalduna. Vincenzo Bellini: Norma. Diana Asentí (Norma), Nozomi Kato (Adalgisa), Alejandro Roy (Pollione), Roberto Tagliavini (Oroveso), Itxaro Mentxaka (Clotilde) y Vicenç Esteve (Flavio). Coro de la ABAO (Boris Dujin) y Orquesta Sinfónica de Bilbao (Pietro Rizzi). Escena: Davide Livermore.
Opera Berri es un instrumento de ABAO para ofrecer un segundo reparto en una única función, normalmente de un título muy popular, con el doble objetivo de dar una oportunidad a cantantes –más o menos- noveles y dar, así mismo, una oportunidad a un publico infrecuente a que se acerque a este hermoso arte que es la ópera. Para ello, los desorbitados precios de la temporada bilbaína quedan reducidos a la mitad. Esta es la razón por la que estas funciones anuales de Opera Berri tienen un aire especial: más espontaneidad, más ilusión por vivir la ópera con cierta frescura, sin tantos prejuicios.
Este año el título elegido ha sido Norma, de Bellini y el público ha respondido con una entrada espectacular, siendo desde mi localidad apenas perceptible una butaca vacía. Me alegro por ello.
En las tres funciones de abono hasta ahora realizadas el éxito ha sido indiscutible, tal y como mi compañero Javier del Olivo dejó registrado en su impecable crítica del pasado 21 de mayo correspondiente a la función del estreno. Para ésta que nos ocupa los cambios de reparto han afectado a los tres papeles mayores y por no redundar en lo ya escrito y que comparto, haré mención solamente a estos cantantes.
La soprano moldava Diana Axentii, que ya pudimos escuchar el año pasado en el Stiffelio verdiano en el papel femenino protagonista era solo, por tanto, cierta novedad en el Euskalduna y nos mostró una Norma de línea de canto aguerrida, con cierta tendencia a destemplar la zona aguda y quizás algo roma en la poesía que contiene el personaje pero, en cualquier caso, dio a su sacerdotisa un empaque y solidez envidiables. En evidente contraste con la anterior, la mezzosoprano japonesa Nozomi Kato apostó por una Adalgisa más intimista y menos extrovertida. Eludió todos los habituales agudos del personaje y, su voz quedo mitigada en las escenas de conjunto bien con Norma bien con Pollione pero su personaje está cargado de intención y estilo. Notable actuación.
Alejandro Roy es un tenor “a la antigua” y no se entienda ello como nada peyorativo sino como forma de tratar de acertar al describir las sensaciones recibidas tras su actuación en un Pollione guerrero, heroico, casi violento en algunos momentos. Bilbao ha levantado su fama particular de “amante de las voces grandes” y con Alejandro Roy algunos pueden encontrar un filón. Una voz ancha, con un agudo sólido, bien emitido. Cierto que en ocasiones el fraseo pierde calidad y matiz pero el Pollione tradicionalmente –excepto quizás en la escena final- ha sido construido desde ese punto de vista.
Para el resto del reparto me remito a la crítica de mi compañero en la reseña arriba apuntada aunque no puedo dejar de subrayar la calidez y hermosura de las frases del Oroveso de Roberto Tagliavini.
Pietro Rizzi cuidó mucho a los cantantes, que se encontraban ante su única oportunidad y tuvo que esforzarse por encauzar la coordinación entre las mujeres en sus dúos. Rizzi sacó de la Orquesta Sinfónica de Bilbao un sonido hermoso. Bien el Coro de la ABAO aunque alguna descoordinación en el acto II fue evidente.
El público respondió con cierta timidez durante la función, a diferencia de mi función de abono, donde vi y escuche reacciones que hacía tiempo no vivía con la ABAO. Sin embargo, al final de la función los bravos se multiplicaron y pareció extenderse una sensación general de satisfacción por una función que, espero, cumpla su objetivo que no es sino atraer público nuevo a la ópera. En apenas seis meses tendremos de nuevo Opera Berri, la correspondiente a la temporada 2018/2019, donde el título elegido es La bohème, de Giacomo Puccini.
